Un Amor Que Sana

Iván

El coche estaba en completo silencio, nadie se atrevía a hablar, ninguno tenía el coraje de siquiera mirarlo. Los hombres estaban llenos de miedo, lo que vieron, lo que yo vi, jamás lo olvidaremos.

Dimitri está completamente fuera de control, cuando supo del secuestro de Malik, enloqueció, primero se quedó callado, fue hasta donde estábamos. Cuando vio a Tiago, casi mata al chico, necesitamos 6 personas para quitárselo de encima.

- Cuéntame de nuevo cómo pasó todo.

Ya era la cuarta vez que Dimitri hacía al chico hablar, quería estar seguro de que no se le había pasado nada por alto.

- Malik estaba en la biblioteca, Will me dijo que una camioneta negra había dado dos vueltas a la manzana y se había estacionado en la esquina, Malik insistió en que todo estaba bien, fui hasta allí y revisé la zona y no encontré nada, el coche estaba sin conductor, di algunas órdenes a los hombres y volví a donde estaba Malik,

cuando llegué la puerta estaba abierta, sus libros abiertos sobre la mesa, y el celular tirado en el suelo cerca de la puerta, enseguida Will llamó diciendo que la camioneta había salido a toda velocidad. Fui tras la camioneta con el resto del personal, dentro del coche llamé a Iván y nos encontramos, perseguimos a los hombres de la camioneta hasta la zona rural hasta que conseguimos rodearlos pero el coche estaba vacío, sin rastro de Malik, los hombres que estaban en el coche dijeron que les pagaron para despistarnos y alejarnos de la facultad.

- ¿Quiénes son esos hombres?

- Solo unos gamberros, borrachos y drogadictos que se creen gángsters.

Llevamos a Dimitri a una fábrica abandonada donde solían reunirse estos tipos, y cuando llegó allí se transformó en una bestia. Nunca vi nada igual, estaba fuera de control, llegó disparando, pero no para matar sino a piernas y brazos, salió golpeando a todo el que se cruzaba en su camino, rompió cuellos, rompió huesos, los hombres gritaban pidiendo clemencia y lo único que Dimitri repetía era "¿Dónde está?".

Después de torturar, golpear y matar a más de 10 hombres prendió fuego al lugar. Salió de allí cubierto de sangre con una mirada dura y vacía. Toda aquella matanza y ninguna pista, ahora dentro de la camioneta, parece actuar como un robot, como si nada hubiera pasado. Tenía que hacer algo, tenía que hacerle razonar, que volviera en sí.

- Señor, puede que hayan sido los italianos.

- No, son demasiado aficionados para esto, además estuve con Palermo en los muelles, ¿recuerdas? No pudo haber sido él.

- He estado vigilando a nuestros enemigos y a los miembros del consejo, ninguno de ellos ha hecho nada sospechoso.

Dimitri entrecerró los ojos como si recordara algo.

- Jhonson...

- Señor, él tampoco ha hecho ningún movimiento que despierte nuestra atención.

- Solo pudo haber sido él, quería a Malik, y no los conozco lo suficiente como para saber qué clase de gusanos rastreros son.

- ¿Qué piensa hacer, señor?

- Invadir esa casa y sacar a mi marido de allí, llenar la boca de balas a ese desgraciado e irme a casa.

- Señor, eso podría ser arriesgado, no tenemos pruebas de que fuera él, eso podría perjudicar su posición en la organización.

- Que le den a la organización, Iván, es el hombre que amo el que está desaparecido, no voy a permitir que ocurra lo mismo que hace diez años, ni aunque muera en el intento.

Conocía su dolor, lo había visto de cerca.

- Will, vamos a casa de la familia Jhonson.

Intenté convencerlo de todas las maneras posibles, incluso apelé a nuestra amistad.

- Dimitri, por favor, no lo hagas...

Era de esperar que no me escuchara.

Estábamos en las puertas de la mansión Jhonson, no tardamos mucho en ser recibidos por el Jhonson mayor.

Notando la tensión en la mirada de todos, el hombre no tardó en querer saber qué estaba pasando.

- Señor Romanov, debo decir que estoy sorprendido, pero es un verdadero placer recibirle aquí.

- ¿Dónde está su hijo?

- Bueno, no lo sé, tal vez en el despacho...

Dimitri hizo una señal a sus hombres para que buscaran a David, el padre se asustó como era de esperar.

- Señor Romanov, ¿puede decirme qué está pasando?

Con toda aquella confusión, apareció David, en cuanto lo vio, Dimitri se abalanzó sobre el hombre y lo estampó contra la pared gritando como un loco.

- ¿Dónde está, desgraciado? ¿Dónde lo has escondido? ¡Habla o juro que te mato, maldito!

- ¡Estás loco! ¿De qué estás hablando?

- ¿Dónde está Malik? ¿Dónde está mi marido?

- ¿Cómo que dónde está? ¿No está contigo? ¡Es tu marido, maldita sea, deberías cuidar de él!

Dimitri se quedó helado, sabía que David estaba diciendo la verdad, si no era David, ¿quién era?

Dimitri tiró a David al suelo como si nada y salió hacia la puerta, seguido de los gritos y amenazas de David, diciéndole que era un mal marido. Se le veía la desolación en los ojos, y mi corazón se encogió por él.

Cuando llegamos a la mansión fue directo a la habitación de Malik y se encerró allí dentro.

Iba a mi habitación cuando vi a Tiago salir a hurtadillas de la mansión, sentí curiosidad y lo seguí, fue a la calle, cruzó y se metió en un coche, había un hombre allí, creo que de mi edad, Tiago se arrojó a sus brazos y lloró mucho, el hombre le acariciaba el pelo, le besaba la mejilla y le frotaba la espalda con cariño, acunándolo en sus brazos como si fuera un bebé.

No me gustó eso, no me gustó nada.

Lo que vi me incomodó tanto que no pude dormir recordando la escena del chico siendo abrazado de esa manera.

¡Qué demonios! ¡¿Cuándo vamos a tener un poco de paz por aquí?!