isabell cansada de este mundo de sangre y muerte, quiere salir de allí, por lo que decide dejar ese mundo y comenzar una nueva vida. una noche la llama para realizar su último trabajo donde le ofrece una cantidad que no puede rechazar pero lo que ella no sabe es que ese último trabajo le cambiara la vida por completo.
NovelToon tiene autorización de Daniella cantillo para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
capitulo 1
Hola, mi nombre es Isabella García. Tengo 21 años, soy de piel trigueña, cabello morado y ojos miel. Mi estatura es de 1.66 m. En el bajo mundo me conocen con el alias 'Ángel', pero de ángel no tengo ni un pelo, o tal vez como el ángel de la muerte. Estoy en una prisión de alta seguridad esperando mi extradición, pues me consideran de alta peligrosidad y con rastro de psicópata.
Quieren confirmar que estoy enferma de la mente para poder enviarme a otra ciudad para ejecutarme. Por eso hoy vendrá un psicólogo o un psiquiatra, la verdad no lo sé y tampoco me importa. Solo me alegra que vengan a visitarme, ya que tengo meses sin salir de esta celda, pues me tienen aislada de las demás reclusas y no tengo con quién hablar. ¿Saben por qué? -una sonrisa- Pues porque yo maté a tres reclusas. Ellas pensaron que sería su esclava, y yo solo les dejé claro a ellas y a todas las reclusas que yo soy la que mando en esta cárcel, y la que se atreva a meterse conmigo lo pagará con su miserable vida.
Cada día que estoy en esta maldita celda pienso en todo lo que viví y en él. Ahora les contaré por qué estoy aquí. Soy una asesina a sueldo, o como dicen en mi país, soy una sicaria. Bueno, eso sonó feo, más bien soy una chica que elimina la basura que le estorba a las personas que me contratan y me pagan por hacerlo. Mato a personas, pero créanme que no son unas santas palomas. Muchos de ellos son políticos corruptos, narcos y empresarios.
En mi trabajo tengo cinco reglas:
No mato a niños.
No mato a inocentes.
No hago preguntas.
No me enredo con el cliente.
No averiguo la vida personal ni me mezclo con la víctima.
Soy muy astuta, no dejo huellas en ninguno de mis trabajos. Me gusta ser detallista, siempre estoy adelante de todo. En mis tiempos libres realizo limpieza social, ya saben, elimino a violadores, vendedores de drogas y proxenetas. Ahora ustedes se preguntan por qué, siendo tan profesional en lo que hago, me agarró la policía. Porque rompí una de mis malditas reglas.
-Suena los barrotes de la celda. Guardia:-
¿Hablando sola?
-me levanto de la cama y la observó-
Sí, después me vuelvo loca si no hablo con alguien. -Sonrío de manera burlona.-
Acércate.
-Con mal gesto en su cara, abre la celda-
Tienes visitas.
¿Sí, de quién?
De un psicólogo. Camina, que no tengo todo el día.
-Se acerca a Isabella para colocarle las esposas.Camino por el pasillo hasta llegar a la oficina de la directora. Los guardias tocaron la puerta.-
Pasen. Isabella, siéntate. Quiero que te comportes y le respondas todas las preguntas que te realice el psicólogo.
Buenos días, Isabella, ¿cómo estás?
- lo miro de arriba a abajo-
Muy bien. -me muerdo el labio-
¿Y tú?
Estoy muy bien, gracias. Te comento, el día de hoy me encuentro en este lugar para hacerte unas preguntas para poder sacar un diagnóstico, pero primero me gustaría que me contaras tu historia.
- arqueo mi ceja-
¿Mi historia? ¿Para qué?
Quiero entender por qué eres así, poder hacerte preguntas para poder llegar a un diagnóstico.
-Lo miro con duda-
Está bien, pero con una condición: que estemos solos los dos y que me quiten las esposas.
-Alzando sus manos y haciendo un puchero.-
- veo que el psicólogo Sonríe-
Está bien.
¡NO! Es un peligro para usted, ella no está bien de la cabeza.
-sonrió - Tranquila, directora, que a este papacito no le haré ningún daño.
-Le guiña el ojo al psicólogo-
Hágalo, directora, yo me hago responsable.
-observo dudosa a la directora, suspira-
Está bien, pero será por su propia responsabilidad.
-La directora mira a la guardia-
Quítale las esposas
-Camina hacia la puerta y me observa-
Compórtate y no trates de hacer alguna estupidez porque te costará muy caro.
-Se retiran de la oficina.-
Ya que estamos solos, Isabella, ahora cuéntame tu historia.