El cielo no puede ser mas azul que ahora, ni la sangre mas espesa y roja, asi como un cadaver no puede oler a rosas.
Mori cuando apenas comenzaba a vivir mi vida, aunque no puedo decir que tenia una gran vida, pero al final del dia me pertenecia, era mia.
Las circunstancias del mundo en aquel entonces, no eran las mas favorables para nadie, las naciones estaban en constante disputas y un solo error basto para desatar la gerra.
Supongo que de alguna maner deberíamos de estar agradecidos por seguir vivos, pero el ser humano siempre se lamenta por lo que no tiene, maldice por lo que le quitaron y pocas veces agradece por lo que le ha sido dado.
El mundo parece mas grande ahora que en ese entonces, ¿Y como no? si quedan muy pocos sobrevivientes.....
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Doluma
Me detengo en seco, mi visión se aclara poco a poco y no recuerdo en que momento me transforme, miró mis garras y todo a mi alrededor es de un rojo intenso.
Respiró entrecortada con mucha rapidez, me encuentro justo en medio de un poblado, los cuerpos de los infectados que maté se esparcen por todos lados.
La luna está en lo alto del cielo, lo que indica que ya es más de media noche. Brilla con mucha fuerza esta noche de manera que no deja sobras a su paso.
Todo a mi alrededor parece dar giros interminables, siento los ojos pesados y un terrible cansancio en mi cuerpo que amenaza con desplomarse.
Mis garras se retraen dándole paso a mis dedos, miro las estructuras derrumbadas de las casas, los restos de autos comidos por el óxido y por el paso de los años.
Comienzo a caminar entre los cadáveres, no sé en donde estoy ni como es que llegué hasta aquí, ni porque la carnicería que deje a mi paso.
Aunque bueno, la última parte tampoco es que sea un misterio. Ya que mi trabajo consisten en aniquilar a esas cosas.
Mientras vuelvo sobre mis pasos, recuerdo la carretera por donde corría y recuerdo el olor de la sangre que me llegaba desde lejos, así como el azul del cielo.
Recuerdo haber tenido miedo y desesperación, después de eso todo es negro. No hay recuerdo alguno, ni siquiera de cuando me transforme o el porqué lo hice.
Comienzo a buscar entre los cuerpos algún rostro que me sea familiar, quizá pueda encontrar a alguno de los solados de antes, entre los muertos.
-¿Perdiste el juicio?- escucho la voz de SARAM y ahogó un grito.
-Estos cuerpos huelen a podrido, han pasado seis días desde que vimos a esos soldados, si esta gente fuera de ellos. ¿Crees que su olor sería esté?.- pregunta y noto que me oculta algo.
-¿Qué fue lo que paso?-comienzo a preguntar en voz alta, pues mis nervios están alterados y el silencio no ayuda.
-No recuerdo nada de lo que estuve haciendo hasta hace un momento, pero lo que si recuerdo es que tú me dijiste que ROJA estaba cerca y un olor a sangre se podía percibir en el aire.
SARAM guarda silencio por un momento y luego habla.-Parece que perdimos la conexión con ROJA y entre nosotras, todo indica que me quede dormida. - dice seria y me quedo sin aliento.
-¿Cómo es eso posible? ¡Tú jamás duermes!-digo entre gritos sosteniendo mi cabeza.
Cierro los ojos, me siento asustada y preocupada al mismo tiempo pues esto no me había pasado antes.
-¡Encuentra la ahora!-demando con voz gruesa y sin emoción.
Mi visión es negro y rojo, mis músculos están tensos, mi mal humor crece por cada segundo que pasa. Siento un ligero temblor en mi cinturón, SARAM y las otras están inquietas.
-¡Ahora!-demando con furia y ellas junto conmigo, temblamos con miedo.
¡Mi Demonio a despertado!
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Kebec
Hace dos horas que llegamos, no han llegado más zombis lo cual representa un gran alivio. Maya sigue inconsciente, afortunadamente el pequeño botiquín hechizo que le obliga a Saúl a cargar a todas partes, ayudó para curar sus heridas.
La carne se ve algo expuesta, pero ayuda mucho que Maya sea un mutado de clase tres, ya que una de sus cualidades es la sanación, seguramente esa descarga abría matado a cualquiera de los otros.
Aún no logramos averiguar como hechar abajo ese escudo, la niña sigue en la misma posición. Aunque por lo que nos contaron los demás, esa pequeña está inconsciente desde mucho antes que nosotros llegáramos.
Sin embargo, su fuerza es muy grande, ya que no ha dejado de vigilar ni un segundo, en su pequeña mente solo sabe que debe proteger a sus amigos y se está exigiendo demasiado.
Cualquiera que se acerque recibe una descarga eléctrica, ella lanzó una caja después de lo que le paso a Maya, esa barrera le dio una descarga de modo que la partió y quemo e diferentes secciones.
Desconozco de donde salió esa arma, Miguel estuvo haciendo preguntas. Esa pequeña en un mutado de nivel cuatro, por la sorpresa de su rostro todo indica que nunca había visto a un mutado de ese nivel.
Mucho menos a uno tan joven.
Dicen que la espada llegó con Roy, pero el Capitán nunca les dijo de donde salió y no podemos preguntarles, ya que los únicos que saben de donde salió estan muertos o inconscientes.
Hay algo extraño con esa espada, ellos no nos dijeron todo lo que saben. Tengo la sensación de que solo nos contaron una parte, dicen que cuando alguien intenta tocarla, les da descargas, que normalmente es más pequeña y no saben como es posible que la niña pudiera usarla.
Miró al cielo como si este tuviera respuestas que darme, esa sensación de que algo no está bien la tengo clavada en el pecho desde que llegamos.
-Si no la despertamos, esa pequeña morirá pronto- su voz es gruesa y profunda, honestamente le queda bien.
-¿Alguna idea?-pregunto, pues sé que la niña está agotando sus fuerzas, los latidos de su corazón son cada vez más débiles.
-Podemos intentar penetrar el escudo con nuestras garras y separarla de esa extraña espada.-miró en dirección a la pequeña, ella tiene razón.
Debemos separarla de esa espada, esa cosa está absorbiendo el poder vital de la niña. Asiento con la cabeza una vez y me enderezo para seguirla.
-¡Grrrr!-un gruñido se escucha provenir desde el cielo y ambos levantamos la cabeza.
En el techo aparece un agujero enorme seguido de una silueta, del tamaño de un gorila gigante. Lo vemos descender y sentimos la tierra temblar bajo nuestros pies.
La luz de las lámparas y la luz de la luna que ahora se cuela por el boquete que dejo esa criatura frente a nosotros, nos permite tener mejor visión.
Nunca vi nada tan espeluznante, su cuerpo es casi blanco, sin piel, ni pelo, solo es una especie de esqueleto muy bien dotado.
Es tres veces el tamaño de un gorila, pero no llega a tener la altura de una mole, esa cosa camina hasta la barrera y ruge haciendo que los nervios se me pongan de punta.
Ella se lanza al ataque cuando mira que esa criatura levanta su mano para tocar el escudo, yo no me muevo, solo espero que la descarga o alcancé, pero para mi sorpresa su enorme mano comienza a cruzar sin problemas.
Jadeó sorprendido y en el acto mis garras salen, me lanzo al frente para detenerlo, ella intenta clavar sus garras en esa cosa, pero antes de que lo toque, esa cosa se voltea y la atrapa del cuello.
La sostiene en alto y le gruñe con furia, en la cuenca de sus ojos solo se ven dos puntos rojos que me dan escalofríos, nunca antes había visto un zombi igual a este.
¿Acaso comenzaron a evolucionar? El compañero de ella, se lanza contra el enorme monstruo frente a nosotros y me uno a una pelea que nunca llega a ser tal cosa.
Pues la gigante bestia nos lanza ala mujer que tenía antes del cuello. Luego se gira para seguir atravesando el escudo con su enorme mano.
Nos levantamos tan rápido como podemos, Miguel y Patricio han disparado un par de veces, pero dejaron de hacerlo al ver que las balas rebotan.
-Maldita cosa- gruñe ella y comienza a transformarse.
Nosotros hacemos lo mismo, ya que es evidente que este zombi no es como el resto de sus amigos.
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