Rompí sueños e ilusiones por miedo al tiempo...¡tomé malas decisiones y terminé llorando lágrimas de sangre al reconocer la magnitud de lo que perdí!
Pero la buena providencia me da una nueva oportunidad.... ¿Podré curar su lastimado corazón, y formar la familia que desde antes debí haber iniciado con ella?
¡Los invito a leer mi historia!
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CAPÍTULO XXIV PROPUESTA
Luego de que Richard recibiera el regaño de Miranda, más lo que le había preparado y literalmente obligado a comer, bajo la mirada risueña de su hijo… los tres se sentaron en esta oportunidad, en el sofá de la sala donde Richard le propuso a su hijo, presentarlo a sus padres, tíos y primos, en un almuerzo familiar.
. - ¿Qué opinas hijo? – le pidió su opinión, pues no quería obligarlo a algo donde él no se sintiera bien.
. – Si me gustaría mucho conocer a los abuelos y tíos, pero… - El chico hizo silencio y taciturno bajo la cara a sus manos. Miranda al verlo entendió que algo inquietaba a su hijo y se acercó a él.
. - ¿Qué sucede mi amor? – Ella tomó sus manos que notó abría y cerraba, era algo que hacía cuando estaba intranquilo - ¿Qué te inquieta Jonathan? Dime mi amor…
. – No tengas pena de expresar lo que te incomoda hijo, lo menos que quiero es presionarte – Lo alentó Richard.
El chico los miró y asintió…
. – No quiero ir solo… - Expresó con temor…
. – Tu papá estará contigo mi amor… - aseguró su mamá, pero eso no lo iba a tranquilizar.
. – Si lo sé, y disculpa papá... – Dijo mirándolo apenado, más él entendió su recelo y asintió, luego el chico volvió su mirada hacía su mamá - Pero me gustaría que tú me acompañaras mamá…
Esas palabras dejaron ahora a Miranda en shock, No, pensó, ella no podía acompañarlo, sería demasiado incomodo presentarse no solo en casa de los padres de Richard, sino también donde estaba su esposa… no podría, claro que no.
. – Hijo, lo lamento, pero en esta oportunidad no podré estar a tu lado…
. - ¿Por qué mamá? – Le preguntó casi desesperado el chico - Y lo siento mucho, pero si no puedes acompañarme no iré…
. – ¡Jonathan! – lo reprendió su madre ante el tono de impertinencia que su hijo usó… - ¿Qué te ocurre?
. – Lo siento ma – Se disculpó el chico, dominado por la vergüenza y un temor injustificado que tenía - Es solo que considero que me sentiré cómo un hámster cuando llega a la camada… perdido y desubicado, ¿Si me entiendes?
Miranda volteó los ojos y sonrió al escuchar la analogía con que su hijo explicó sus sentimientos, y Richard que hasta ahora estaba al margen también sonrió… pero ambos en su sensatez lo entendían.
. – Es válido lo que dices amor, pero no es posible que yo pueda estar contigo en esto, y es importante para tu papá que lo acompañes…
. - ¿Por qué no podrías acompañarlo Miranda? – Quiso saber Richard, antes de que su hijo hablara, tenía una idea, más quería escucharla para confirmar si estaba especulando o tenía razón.
Ella se sorprendió ante su irracional consulta, preguntándose si es que le estaba fallando el sentido común ¿o qué?
. - ¿Cómo me preguntas eso? – le cuestionó ahora ella – ¿Sabes lo incomodo que sería para tu esposa, que lleves además de tu hijo a la madre a almorzar en su casa? Yo no podría incomodar de ese modo…
Jonathan miró a su madre entendiendo su punto y ambos miraron a Richard.
. – Yo no tengo esposa Miranda… - Soltó Richard dejando tanto a su hijo como a Miranda estupefactos y mirándose entre ellos, ninguno de los dos pudo expresar palabra, más Miranda luego lo observó buscando aflicción en su mirada, ante la pérdida de su matrimonio sea por la circunstancias que sea, pero no vio nada, él estaba completamente impávido, lo que la confundió y causó mucha curiosidad, aunque lo quiso evitar.
. – Ummh… lo siento – fue lo que pudo formular como una forma de darle consuelo suponía.
. – Estoy bien Miranda… - Más que bien, si supieras que lo que más me duele es haberte dejado por creer en ese risible matrimonio, pero no dijo nada más, pensaba que en algún momento que las condiciones estén dadas le contará – No hay nada que te impida acompañar a nuestro hijo…
. – ¿Ves mamá? Por favor sí… deseo mucho conocer a los abuelos…
Miranda sabia de la ilusión de su hijo por los abuelos, lo manifestaba cada vez que iban al cementerio y lamentaba no tenerlos vivos.
. – No lo sé, yo…
. – No hay problema Miranda, serás bienvenida – la interrumpió Richard para ofrecerle la tranquilidad que él consideraba ella necesitaba… pero no fue así, ella realmente no quería asistir a esa reunión, sabía que se iba a sentir como pez fuera del agua o como decía su hijo con los ratones finos. Consideraba que a ella no le correspondía para nada compartir con esa gente. Sin embargo, la insistencia de su hijo, la convenció.
. – Solo iré esta vez por ser la primera, ya luego tu tendrás que defenderte… - le señaló a su hijo y este feliz se lanzó en sus brazos, provocando que ella volteara los ojos por su manipulación, pero abrazándolo con amor.
. – Gracias Miranda – le agradeció también Richard, y ella asintió.
. – Bueno creo que ya es hora de despedirse, mañana hay actividades académicas pendientes…
Richard sonrió por la firmeza en la voz de Miranda y sabía que iban más dirigidas a él que a su hijo…
. – Sí, mañana será otro día hijo, ya lo sabes – lo acercó a él para abrazarlo - Te amo, deseo que salgas muy bien en tu exposición y nos vemos a medio día ¿Sí?…
. – Si papá, yo también te amo. Nos vemos mañana.
Richard besó su frente y se acercó a Miranda, pero ella tomó a su hijo y lo puso de barrera entre los dos, pegando la espalda de él a su cuerpo y abrazándolo para también ocupar sus manos.
Richard sonrió ante su estrategia y su hijo levantó la cabeza para ver a su madre…
. – Hasta mañana Miranda… – Él igual no vio como un impedimento a su hijo y se acercó por su lado y le plantó antes de que ella pudiera esquivarlo, un beso en la mejilla – Descansa chiquilla – le dijo suavemente alterando las emociones de la chica. Y ella solo pudo lanzarle una mirada asesina que lo hizo sonreír.
Ambos lo acompañaron a la salida y lo observaron irse…
. – Debimos invitarlo a quedarse mamá es muy tarde…
Miranda miró a su hijo incrédula de lo que escuchaba…
. – Tampoco te pases criatura… - Su hijo se rio y ella también – No es tan tarde para él, más si para ti querido, así que a lavarse los dientes y a dormir – ella le da una nalgada empujándolo en dirección al baño – pasaré por tu habitación en seguida…
Su hijo obedeció mientras ella iba a organizar la cocina, en tanto lavaba las cosas que había utilizado antes, pensó en la reacción de Richard al tomar la bebida que le ofreció y como la disfrutó como si fuera el mejor manjar que había probado alguna vez... pues si hubo una vez en la que le encantaba igual tomarla, tanto que siempre le pedía que se la hiciera, por ello no faltaba yogurt en casa…
Miranda se sonrió, pero luego se negó a complacerse de esos recuerdos…
. - ¿Por qué siempre hay que recordar el pasado? Si, se la respuesta… Es importante recordar el pasado porque nos ayuda a comprender cómo y por qué hemos llegado a donde estamos hoy.
¡No puedes olvidarlo Miranda…!