El Amor De Sofía Y Pedro

Johnny se quedó viendo con mucha atención el látigo en mis manos. Y, cada uno de los juguetes sexuales que llevaba.

Me puedo imaginar lo que está pasando por su mente en este momento. Lamentablemente, para él, nada será como en su sucia cabeza.

____ ¿Te gustan los juegos rudos?... ____ Usé una voz en encantadora.

____ Me fascinan. Ya verás cuando estés debajo de mí, voy a hacer que grites de placer.

No puede evitar reír de sus palabras. El único que va a gritar dentro de esta habitación será él, pero, no de placer, sino que de dolor.

Fui de nuevo a la mesa, y comencé a bailar. Me encantaba ver a este idiota babear por mí. Mis manos se movían mostrando cada uno de los juguetes, en especial mi mejor arma.

____ ¡Esto me comienza a gustar demasiado!... ____ Dijo Johnny, sin alejar la mirada de mí.

Me detuve, y puse mi pie en el pecho de Johnny, tal y como lo vi en una película de acción...

Johnny me dio una botella de vino, para que la dejara caer por mi pierna hasta su boca. Lo hice, volviendo totalmente loco a este idiota.

____ Vas a divertirte mucho.

_____ Voy a someter tu alma a mí ____ Respondió bajando de la mesa.

Me acerqué a la puerta, y le puse seguro. Para asegurarme de que nadie vaya a entrar y estropear mi juego.

Johnny soltó los primeros botones de su camisa, dejando al descubierto su pecho.

Caminé de nuevo hasta donde estaba el idiota sentado. Le di la vuelta quedando detrás de él, coloque una venda en sus ojos, para evitar que viera algo.

Al comienzo se negaba a ponérsela, sin embargo, a los pocos segundos, la idea le pareció bastante innovadora.

Coloqué las esposas en sus manos, para impedir que me toque. Di de nuevo la vuelta y me senté en sus piernas, para, después, empezar a desabrochar los botones de su camisa.

___ ¡Eres una diosa!... ___ Mencionó Johnny, con la voz cada vez más excitada.

Pase mi lengua por su mentón, hasta llegar a su oído, allí pasando mis labios por su oreja. Hasta que dije estas palabras.

_ El juego va a comenzar.

 Le quité por completo la camisa a Johnny, y agarré con fuerza el látigo. El sonido era hermoso, cada vez que jugaba con él...

El primer latigazo cayó en el torso de Johnny. Lo hizo gritar de dolor por un segundo. En toda su cara se podía notar el dolor que sintió al ser golpeado.

____ ¡Estúpida!...

____ ¡No me golpees!...

No me importaron sus gritos, me acerqué a él y colocó una cinta en su boca para evitar que grité.

Al darse cuenta de que no era un simple juego, Johnny se comenzó a mover violentamente, para todos lados, intención de soltar sus manos.

______ Cada vez que lo intentes golpearse sin piedad tu pecho.

El segundo latigazo cayó en su pecho, sin ninguna piedad. Johnny apretó sus manos con fuerza, al no poder gritar de dolor.

____ Te está gustando el juego, mi amor.

De nuevo cayeron varios latigazos más en su pecho, hasta que fue saliendo sangre por las heridas que estaba causando.

La cara de Johnny estaba pálida de dolor, las uñas de sus manos se clavaron en las Palmas, ocasionando que le saliera sangre.

Me acerqué a Johnny, para quitar la venda de sus ojos. Al ver el miedo reflejado en su mirada, me sentí inmensamente feliz.

Johnny comenzó hacer ruidos extraños. Me tenía mucho miedo, al acercarme a él, clavé mis uñas con fuerza en su rostro.

____ Escuchame bien, idiota... Voy a hacerte varias preguntas, de ti depende si sales con vida de esta habitación.

Johnny abrió los ojos por completo, se negaba a escucharme, y seguía haciendo ruidos extraños para llamar la atención del hombre afuera de la habitación.

Metí mi mano, debajo de la Minifalda, que llevaba puesta. Saqué mi daga y sin ninguna piedad la clavé en la mano de Johnny.

Después de escuchar que Rosa trata de matarme, no voy a tener piedad con nadie que me quiera hacer daño.

En pocos segundos, la sangre comenzó a salir de la mano de Johnny. El hombre estaba rojo, no podía gritar ni hacer ningún ruido para ser rescatado.

Coloqué mi mano de nuevo en la cara de Johnny, mis uñas se clavaron en su piel, más profundo.

La mirada del hombre reflejaba un inmenso miedo. Su cuerpo no dejaba de temblar, parecía una rata, a punto de ser devorado por un inmenso gato.

_____ Esto no es un juego, te daré una última oportunidad de hablar, si no lo haces, te prometo que tu muerte será recordada, no por la manera en que moriste; sino por ser el amante de Rosa Wloq.

Johnny estaba atónito, sin poder creer lo que he dicho. Por su mirada, me puedo dar cuenta de que no se esperaba algo como esto.

Al verlo manso, como a un perrito. Le quité la cinta de los labios, y coloqué la daga en su cuello para evitar que gritara.

____ Dime todo lo que sepas, ahora. ___ Le ordené.

____ ¿Quién eres?. No eres una simple bailarina.

____ Quién te envío.

____ ¿Fue Pedro?...

___ ¿Damián?... ____ Johnny estaba desesperado por saber el nombre de la persona que me envió a matarlo.

____ Quien hace las preguntas aquí soy yo, cariño.

_____ Y, te queda muy poco tiempo para contestar...

____ Comienza a decirme, por qué, Rosa Wloq, quiere matar a la hija mayor de Ernesto Montenegro.

Johnny tragó saliva, moviendo su cabeza continuamente.

____ No, puedo contarte esto. ¡Rosa me matará!...

___ No.

____ Ya estás muerto. ____ Corté un poco del cuello de Johnny, para lograr hacerlo hablar.

Al sentir la sangre correr por su cuello, Johnny, me detuvo...

____ ¡Está bien!...

____ ¡Está bien!...

____ Rosa es una mujer muy poderosa, y cruel. No sé el motivo que tiene para desear eliminar a la hija mayor de Ernesto Montenegro.

_____ Me ordenó hacer algunos negocios con ella y llevar a la quiebra su empresa de moda. Sin embargo, las cosas no salieron como ella lo planeó.

____ Rosa ha tomado la decisión de matarla, en poco tiempo.

Le di un fuerte golpe con el puño cerrado, a Johnny quería desahogarme un poco.