Santino al fin encontró a quién amar, pero todos ya habían decidido lo que él debía sentir por aquella mujer, al final él era el hombre del corazón de hielo, en el que solamente había amor para la familia.
NovelToon tiene autorización de Roxane Enriquez para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Veinticuatro
Era fin de semana, Denisse estaba sobre la cama sin levantarse aún, la noche antes había hablado con su padre Harry y su hermano Lucas bastante rato, y después estuvo hasta tarde con su padre David y con Ciara, a quienes no les importó el cambio de horario para estar con ella al teléfono y contarle mil cosas de su pequeño, lo extrañaba, pero sabía que el martes ya lo tendría con ella.
A Santino no lo había vuelto a ver, el día que llegaron el hombre le dijo que estaba en su casa, que podía escoger la habitación que quisiera, que él se iba pues tenía trabajo, y por la puerta que habían entrado hacía sólo minutos lo vio escapar sin que ella pudiera ni preguntar donde estaba la cocina, por suerte allí se encontró a una señora regordeta muy agradable que le explicó todo de la casa y le dijo que ella venía a encargarse de la limpieza y las comidas, cosa que agradeció la chica, pues con todo el trabajo que iba a tener una ayuda no le venía mal.
Pero Santino no estaba muy lejos de ella, solamente en la casa de el frente, esta otra propiedad el mafioso la utilizaba para enmascarar su lugar de residencia y ahora para estar cerca de Denisse sin estar con ella, y la casa principal estaba plagada de pequeñas cámaras que el hombre usaba para ver a la chica sin que ella supiera, además de que gracias a la pared de cristal blindado negro que tenía en su habitación, podía verla salir en las mañanas y alguna vez la vio regresar en las tardes.
La chica se levantó sin deseos, como estaba sola no se cambió para bajar a hacerse algo de desayuno, Carmen, que era la señora regordeta, no vendría hasta el lunes, y descalza y con un pequeño pijama, se fue a la cocina.
Entró mirando directamente a la nevera, y la abrió buscando algo para hacer.
- Buenos días- escuchó una voz grave a sus espaldas y Denisse quiso entrar en la nevera y cerrar la puerta recordando el pijama que tenía puesto, respiró y se giró sobre el lugar en el que estaba parada para ver a Santino vestido como si fuera a ir para la playa, sentado en una esquina de la mesa con una tasa con café entre las manos.
- Perdona como estoy vestida- le dijo sin contestar el saludo- Es que no esperé que estuvieras aquí.
- Llegué hace un rato y he estado esperando que te despertaras para llevarte con mi abuela, tiene preparada una parrillada con la familia para darte la bienvenida.- la chica adornó su cara con una sonrisa y el apretó tanto la tasa para evitar ir a besarla que no la rompió de milagro.
- Pues espera un momento más- le dijo moviéndose rápidamente y con una alegría como si fuera una niña- Voy a bañarme y bajo enseguida.
- Tómate tu tiempo, no te preocupes, yo seguiré aquí cuando regreses.- y ella corrió escaleras arriba.
Un rato después ella volvía vestida con un vestido de verano que la hacía ver angelical.
- Vamos ya- le dijo al hombre que se encontró donde mismo lo había dejado, con la misma tasa entre sus manos.
- Todavía, desayuna primero.- le dijo indicando dos platos sobre la meseta, uno con fruta y otro con pan y bacón y un vaso con un jugo de naranja.
La chica tomó los platos y los llevó a la mesa y regresó por el vaso y miró al hombre que no parecía haberse movido ni un centímetro de su lugar, sin embargo había hecho un desayuno con todas las de la ley para ella.
Denisse comió en silencio, intentando no mirar a Santino, sin embargo no dejó de sentir la mirada del hombre ni un instante sobre ella mientras seguía con la tasa de café en las manos, aunque no la levantó ni una vez para darle ni siquiera un sorbo.
- Ya regreso- le dijo al terminar.
- Te espero en la puerta- y al levantarse ambos al mismo tiempo, quedaron más juntos de lo que hubiera querido ninguno de los dos y ella sintió las manos del hombre tocar su cintura y el plato que llevaba en las manos estuvo a punto de caer, y por si fuera poco lo escuchó aspirar su pelo con fuerza antes de soltarla y separarse.- Es hora de irnos- y la dejó allí sin saber como volver a moverse.
Llegaron a la casa principal de los Parisi, al lugar donde había comenzado todo aquel día cuando Angelo se apareció con lo que parecía ser una niña delicada y mal vestida y que les mostró a todos que era un demonio disfrazado.
Allí ya la esperaba casi toda la familia, ya conocía a muchos, cuando supieron de su existencia no habían demorado en aparecer para darle la bienvenida y hacerle ver que ya era parte de ellos y los que le quedaba por conocer la recibieron como si ella hubiera estado allí toda la vida, y para hacerla sentir mejor en la casa estaban Mattia y Jack.
Después de tantos abrazos y cariños Denisse necesitó agua y cuando lo dijo fue arrastrada por una de las trillizas de Aidan hasta la cocina, según ella para que conociera mejor la casa y se moviera con familiaridad por allí, y al regresar vio algo que le hizo dar un vuelco al corazón, Santino tenía a una chica hermosa agarrada de su cuello, mientras él le sonreía y ponía un mechón de pelo detrás de su oreja, y no lo pensó ni un instante, se giró y regresó otra vez a la cocina.
- Al fin te encuentro.- le gritó aquella chica a Denisse y sin que ella la viera venir ya la tenía encima abrazándola- Déjame mirarte- le dijo separándose un poco de ella- Si que eres tan linda como te describió Santino, huy, que alegría por fin conocerte- y otro abrazo que hizo que la pelirroja se removiera incómoda- Perdona, Santino siempre dice que no estoy bien de la cabeza- y río ella sola- Soy Lily, la hermana más pequeña de Santino.
- ¿Hermana? No sabía que David y Ciara tuvieran más hijos.- le dijo Denisse sin entender muy bien aquella vorágine de palabras que salían de la boca de la chica que tenía enfrente.
- Oh no, no soy hija de ellos, yo soy la hija de Luciano, y Luciano es el padre biológico de Santino, cuando Ciara supo que estaba embarazada mi padre y ella ya estaban separados y ella comenzaba una relación con David, que fue el único padre que co_no_ci_ó San_ti_no - la chica comenzó a arrastrar las palabras poco a poco al percatarse de la cara que tenía Denisse y no terminó de decir todo lo que tenía previsto- Dios, Santino tiene razón, un día alguien se iba a desmayar de escucharme, toma agua, no te caigas por favor o no volverán a dejar que me acerque a ti.
- No te preocupes, estoy bien, solamente necesito un poco de aire, y estar sola un momento, déjame salir a la terraza, te juro que no me pasa nada.
- ¿Segura? No quiero que te pase nada por mi culpa.- volvió a decirle la asustada chica.
- Te lo juro, y no te preocupes, tú no eres culpable de nada, me agradó mucho conocerte.- Denisse vio a Lily sonreir y caminó rumbo a la terraza.