¿Aprendiendo A Domarla?

Denisse se desesperó internamente, pero sonrió conmovida en el exterior.

- ¿Solos tú y yo?

- Si.

- ¿Qué pasa con mi familia? - preguntó con tristeza.

- ¡No los necesitas! - dijo un poco agitado.

- Solo quiero que ellos sepan que estoy bien.

- ¡No, no insistas! - gritó.

Denisse apretó su puño debajo de las sábanas, enfrió su cabeza, tenía que ser lista en este tipo de situaciones.

- Tienes razón, solo te necesito a ti, nadie importa. - dijo más calmada.

Cobra la miró y se sintió inmensamente feliz.

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Antonio estaba angustiado, fue solo un día en que no le prestó atención a su amada y pasaba esto, se culpaba así mismo.

Manejó a toda prisa a casa de los Ortega, al llegar había mucha gente moviendo cosas en toda la casa, en especial los teléfonos y computadores.

- ¡Antonio! - gritó Jazmín.

- ¿Aún nada?

Jazmín lo miró con tristeza. - No.

Antonio se desesperó aún más, intentó ir con Raúl y con los demás, pero Jazmín no lo dejó.

- Necesito decirte algo.

- ¿Qué sucede?

- Hay una chica que imita a Denisse, esa chica estuvo insistiendo para que Denisse la acompañará una y otra vez, yo siento dentro de mi corazón que ella tiene algo que ver. - se mordió los labios dolorosamente.

- No te preocupes, investigaré sobre esto. - la tranquilizó.

Durante todo el día nadie llamó a casa de los Ortega, como ellos pensaban, esto angustió más a todos.

Antonio no pudo más y se levantó casi de un salto, con manos temblorosas sacó su teléfono e hizo una llamada.

- ¿Mayor?

- ¿Qué quieres? - dijo de mal humor.

- Necesito su ayuda para encontrar a alguien. - dijo ansioso.

- No.

- ¡Pero!

- ¿No haz escuchado? No tienes permitido hacer pedidos, no tienes permitido actuar por tu cuenta o pagarás caro tus acciones. - colgó cruelmente.

Antonio estaba desesperado, todos le había dado la espalda por culpa de aquellos que lo habían traicionado, ahora ya no importaba, lo único que le importaba en esta vida era su amada y nadie más.

Así que salió de la casa y fue a investigar por su cuenta.

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Denisse no podía creer que ya hubiera pasado una noche en casa de ese hombre, esperando que su familia la encontrará.

- Buenos días. - saludó Cobra felizmente.

- Buenos días. - saludó Denisse rígidamente.

Cobra le llevó a Denisse un delicioso desayuno, ambos desayunaron en tranquilidad, hasta podría decirse que con un toque de armonía.

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Antonio había llegado muy temprano a la escuela de Denisse, esperaba ver a Adela y seguir sus pasos, cuando Jazmín le dijo sobre la chica que imitaba a Denisse se lo pudo imaginar fácilmente de quien se trataba.

Pero para su mala suerte Adela no se presentó a clase, lo que él no sabía era que Adela estaba adolorida y enferma por culpa de Cobra.

Antonio estaba frustrado, regresó a casa de los Ortega cabizbajo, justo en la entrada estaba Ismael.

- Te estaba esperando.

- ¿Qué pasa? - Antonio sintió un agujero en su estómago.

- Hay algo que debes saber.

- ¿Qué es?

- Tu sabes que Denisse estuvo en una escuela extranjera ¿Cierto?

Antonio avergonzado asintió.

- Bueno, antes de que se fuera al extranjero pasó algo que ella no sabe.

Antonio tuvo un mal presentimiento.

- Tenía un acosador muy peligroso, así que decidimos entre toda la familia mandarla lejos sin que ella estuviera de acuerdo.

Antonio lo miró fijamente esperando que siguiera.

- Cuando vino la chica copia, ella mencionó un nombre, el nombre de Enrique, lo curioso es que ese es el mismo nombre de aquel acosador de aquel tiempo.

Antonio se levantó abruptamente. - ¿Qué?

- Parece que ese sujeto jamás se rindió.

El corazón de ambos se encontraba ansioso y angustiado.

- ¿Qué sabes de él?

- Tiene un alías " Cobra" y maneja un lugar de reputación dudosa.

- ¿Cobra? - le parecía familiar.

- Si, parece que él la tiene.