Las Piezas De Un Rompecabezas

Ivan.- Prepara tus cosas, nos iremos el fin de semana.

Sergei.- Ok padre, por cuanto tiempo.

Ivan.- Dejamos esta ciudad, no volveremos, tienes que resolver los asuntos en la escuela, por eso te doy estos dos días para hacerlo.

Sergei.- No padre, por favor no me puedo ir, no, esta vez no, por favor permíteme quedarme.

Ivan.- Porque.

Sergei.- Falta poco para el fin de año escolar, y solo me faltara uno para concluir, esta escuela es buena, y.. y..

Ivan.- es eso, o es porque te has estado divirtiendo mucho últimamente.

Sergei.- Padre, que dices.

justo en ese momento me lanzó varias fotos, éramos Rodrigo y yo, besándonos, tomados de las manos, platicando.

Ivan.- No me tomes por tonto Sergei, se lo que has estado haciendo y me repugna, no puedo creer que mi hijo sea un marica, justo en este momento desearía decir que no eres mi hijo pero lamentablemente no puedo, así que ya lo dije, prepara tus cosas, y concluye todo lo que tengas.

Sergei.- No padre, no me iré

Ivan.- Perfecto, veo que así serán las cosas, no pensé que fueras tan idiota, y olvidaras lo que tengo en mis manos,

Justo cuando dijo eso un sudor frio recorrió mi columna, como no había pensado antes que utilizaría esta carta, sabía lo que venía ahora.

Ivan.- entonces te importa mas ese joven que Ania, ok en este mismo momento la mandare al otro lado del mundo, donde no la puedas volver a encontrar.

Sergei.- Noo, no, por favor ( con lagrimas en los ojos) no me la quites, hago lo que quieras, pero por favor no le hagas nada.

Ivan.- entonces decide, te quedas aquí con ese chico, que seguramente solo te esta utilizando o te vas por las buenas y te quedas con Ania.

Sergei.- yo… yo, ire.

Ivan.- Buena decisión y espero que pronto te corrijas, no permitiré que manches mi apellido con tus tonterías, y esta de mas decirte que ella ya no esta en el mismo lugar, la movimos por seguridad, y no la podrás ver en un buen tiempo, hasta que este seguro de que te corregiste.

Esta es la decisión mas difícil que he tomado en toda mi vida, cuando mi padre salió del despacho dejándome ahí solo, me derrumbe, caí de rodillas y comencé a llorar como nunca antes, tenia que dejar a Rodrigo, el amor de mi vida, no lo podría ver nuevamente, esto me estaba matando, pero lo que me tenia peor era como se lo iba a decir, tenia que hablar con el.

A pesar de que ya era tarde decidí salir de mi casa, o debería decir de la prisión y fui a casa de Rodrigo, esa casa que fue testigo del amor que nos tenemos, en donde fui feliz, en donde dejaría mi corazón, y en donde tendría que destrozar a mi pequeño.

Narra Rodrigo.

Este día a sido muy especial nuestro festejo de aniversario simplemente tomo un rumbo demasiado excitante, Sergei fue tan delicado conmigo, pero a la vez lleno de pasión, cada toque, cada beso, cada embestida que me daba me demostraban el amor que me tenía, solo de recordarlo me dan ganas de repetir, pero lamentablemente ahora el estaba en su casa y yo tenia que ocupar mi mente en algo más productivo, no podía pasarme la vida caliente, así que decidí tomar un baño y ponerme a trabajar.

Al abrir mi correo encontré un par de trabajos que requerían de mi atención, recuperación de datos y nuevamente otro cornudo quería verificar si su esposo le era infiel, casi el 90% de los casos que me mandaban para validar eso es porque ya estaban seguros de ello y solo querían que les dieran la estocada final para terminar de matar su amor.

Ya era pasada la media noche cuando estaba leyendo un tercer correo que capto mi atención, me solicitaban ayuda, de vez en cuando me llegaban correos de un detective solicitando ayuda, estos trabajos no eran tan bien pagados, pero los hacia porque no me gustaba que los malos se salieran con la suya.

Cuando estaba por comenzar escuche una voz llamándome.

Sergei.- Sigues despierto amor.

La voz que escuche era la que mas deseaba, pero algo estaba mal, se escuchaba bastante descompuesta, incluso diría que estuvo llorando.

Rodrigo.- Amor, pasa algo.

Me ignoro la pregunta

Sergei.- No crei encontrarte despierto a esta hora, pensé que tendría que conformarme con verte dormir, realmente eso habría bastado para mi.

Rodrigo.- Sergei, todo esta bien.

Sergei.- tenemos que hablar, ven.

Rodrigo.- que sucede, estuviste llorando, que pasa.

Sergei.- mi padre.

Rodrigo.- le paso algo

Sergei.- se entero de lo nuestro.

Rodrigo.- pero como

Sergei.- No lo se, creo que me seguían y no lo note, tiene bastantes fotos nuestras

Rodrigo.- No puede ser, ahora que vamos a hacer, podemos hablar con el, tratar de razonar.

Sergei.- Es imposible,

Rodrigo.- No nos podemos dar por vencidos, tiene que entender que nos amamos.

Sergei.- Lo siento, me voy.

Rodrigo.- Que estas diciendo, amor por favor no juegues así.

Sergei.- No estoy jugando

Rodrigo.- por favor dime que no es cierto

Sergei.- Nos iremos de la ciudad, me lo dijo, por eso me pidió que fuera a casa.

Rodrigo.- No nos puede separar, no lo permitiremos, quédate

Mientras lloraba me aferraba a su cuerpo desesperadamente

Sergei.- No puedo, no puedo.

Rodrigo.- No me amas, acaso todas tus palabras de amor fueron mentira, tus promesas, los planes que teníamos, nuestros sueños, todo eso no importa, yo no te importo.

Sergei.- Te amo, te amo con todo mi corazón, eres el motor de mi alma, la luz de mis ojos, el motivo por el que cada mañana dibujo una sonrisa en mis labios, sin ti una parte de mi morirá, ya nada tendrá sentido.

Rodrigo.- Entonces, porque, porque no puedes quedarte, porque me dejas, porque no quieres luchar por esto que tenemos, porque me dejas como si no valiera nada, dime, por favor, dimelo.

Sergei.- me amenazo.

Rodrigo.- ¿Que?, ¿como.? ¿Con que?

Sergei.- te lo dire, ya es tiempo, y espero que después no me odies.

Rodrigo.- dime.

Sergei.- Hace un par de años yo tuve una novia, éramos algo imprudentes, sentíamos que el mundo nos pertenecía, en esos momentos no me tenían tan vigilado como ahora, cuando cumplimos los 17 ella quedo embarazada, mi padre se enteró, estaba colérico, pero a pesar de eso dijo que la sangre es la sangre y no haría nada por separarnos, lleve a Tanya a mi casa, y poco tiempo después nos casamos.