CATARINA: LA ÚLTIMA NIÑERA

“No llores, no es tu culpa”, estas palabras resonaron en la mente de Catarina, estaba soñando con sus padres, en el sueño, Catarina estaba sentada en el sofá de la sala, mirando una foto de sus padres en su celular, entonces, de la nada se le aparecieron, diciendo algunas cosas raras, Catarina le pedía perdón, pero siempre escuchaba lo mismo: no llores, no es tu culpa.

—Oye Catarina, despierta – dijo Amélia mientras sacudía suavemente el cuerpo de Catarina, quien estaba acostada, estaba sudada y pronto despertó con los ojos llorosos.

—Creo que debes seguir adelante, la muerte de mi Cintia y Levi realmente es algo muy triste, pero fue una fatalidad, solo hay un culpable y no eres tú – dijo Emília y luego abrió la ventana.

Catarina no dijo nada, todavía intentaba esconderse de la luz del sol que invadía la habitación, luego de que sus ojos se acostumbraran a la luz, Catarina corrió al baño, hizo su higiene matutina y se duchó.

Catarina al regresar a la habitación frunció el ceño al darse cuenta que Amélia le había separado un conjunto de ropa, antes de que Catarina expresara su opinión, Amélia le dio una sonrisa y dijo:

—Vi que lavaste tu traje, seguramente ibas a usar esa cosa otra vez, así que elegí este conjunto para ti, hace tiempo que no lo usas, te ves hermosa con esa ropa – dijo Amélia para luego salir rápidamente del habitación, ella quería darle a Catarina algo de privacidad, en lo que a él respectaba, solo le dio una media sonrisa y luego comenzó a vestirse.

Una vez lista, Catarina se miró al espejo e incluso le gustó lo que vio, pero aun así pensó que el outfit era exagerado para la ocasión.

—Solo espero que nadie diga que estoy tratando de seducir al jefe jajaja-dijo luego tomó la bolsa que contenía los documentos, la bolsa con el regalo y también tomó su celular para luego salir rápidamente de la habitación.

En la cocina, Catarina encontró a Ygor y Amélia, miró a su hijo y le dijo:

—¿Mi príncipe se cayó de la cama hoy?- preguntó Catarina mientras se sentaba muy cerca de su hijo, tomó a Ygor de la silla donde estaba sentado y lo colocó en su regazo y lo abrazó fuerte.

(Ígor Bonnet, 5 años)

Ella siempre lo despertaba, pero hoy no era necesario, el niño ya se estaba preparando para ir a la escuela.

—Oye señorita, ¿dime quién es el hombre de tu vida?- preguntó Ygor sonriendo mientras acariciaba el rostro de su madre. Catarina se desmoronó por completo y sonriendo, pronto dijo:

—Eres tú, mi amor, dijo Catarina y luego besó la mejilla de Ygor.

Entre mucho amor y palabras amables, preparan rápidamente el desayuno, Amélia se queda en casa, mientras Catarina e Igor se van, Catarina deja a Ygor en la escuela y luego se dirige a la sede del grupo Gorki.

“¿Podré realizar la tarea?” Preguntó Catarina al ver a lo lejos a un hermoso niño en silla de ruedas, por su bien confeccionado traje, Catarina estaba segura que era el hijo del señor Gorky.

(Luca Gorki, 5 años)

Se quedó un rato en la acera, tal vez se estaba preparando mentalmente para ser despedida nuevamente, tiempo después Catarina finalmente ingresó a la empresa, una vez más, Regina estaba en la recepción esperando a los candidatos y al ver a Catarina abrió una amplia puerta. sonrisa, la joven le devolvió la sonrisa y dijo:

—Buenos días señora Regina, aquí está el regalo que me pidieron, espero que le guste al pequeño—dijo mientras le entregaba una bolsa a Regina, sin olvidar mirar en dirección a Luca, quien estaba en un rincón mirando todo en compañía de 2 guardias de seguridad.

Al recibir el regalo traído por Catarina, Regina echó un vistazo a la frágil bolsa y luego sonrió amargamente, “no será esta vez”, pensó, ya imaginando que a Luca no le gustará ninguno de los regalos.

Después de un rato, Regina pidió un momento de atención y dijo:

—Buenos días a todos, hoy es la tercera y última etapa de esta prueba de selección jajaja. Bueno, le pido que se quede aquí y espere un momento, vámonos señor Luca - dijo Regina y luego caminó hasta la mesa que había allí, tomó las 5 bolsas que contenían los regalos y luego se dirigió al piso sesenta, donde está la oficina de Andrey.

Los guardias de seguridad empujaron la silla y siguieron a Regina.

—Espero que el señor Andrey desista de esta idea de contratar una niñera, puedo arreglármelas solo, dijo Luca llamando la atención de Regina que caminaba un poco más adelante.

Cuando entraron al ascensor, Regina se agachó junto a Luca y le dijo:

—¿Viste a esas 5 mujeres de ahí abajo? Entre ellos, hay una linda niña que será una gran niñera y espero sinceramente que elijas su regalo, sinceramente estoy cansada de pasar por esto todos los meses también - dijo Regina para luego besar la frente de Luca, él simplemente lo odió, limpió el logo por odio, pero terminó guardándose silencio, porque no quería prolongar esta conversación.

Resulta que las niñeras anteriores llegaron al trabajo ya pensando en seducir al jefe, usando ropa de escándalo y perfumes muy fuertes, lo que terminó enfermando a Luca porque era alérgico, una vez una de ellas dejó a Luca en un pañal desechable todo día, simplemente porque era demasiado vago para ayudarlo a ir al baño, desde entonces Luca odia a las niñeras y todos los que vinieron después de esta desafortunada mujer fueron maltratados por Luca y como resultado las mujeres ni siquiera pudieron soportar el período de prueba de 15 días.

Pronto llegaron a la oficina de Andrey, Regina tocó suavemente la puerta y luego entró.

—Buenos días señor Andrey, Luca está aquí para elegir el regalo que tiene delante según lo acordado – dijo Regina y luego se alejó de la puerta para que Luca tuviera más espacio para entrar al lugar.

Los ojos de Luca se encontraron con los de Andrey, pero este bajó la cabeza evitando mirar a su hijo, al ver esto Luca esbozó una sonrisa amarga y no dijo nada.

—Sigamos con esto, tengo mucho trabajo que hacer —dijo Andrey con arrogancia, tratando de disimular lo que allí estaba pasando.