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LA DINÁSTIA DE LA SERPIENTE

LA DINÁSTIA DE LA SERPIENTE

Status: En proceso
Genre:Mujer poderosa / Mafia / Secuestro y encarcelamiento / Traiciones y engaños / Matrimonio entre clanes / Mujeriego enamorado
Popularitas:13.6k
Nilai: 5
nombre de autor: Yazz García

Los Moretti habían jurado dejar atrás la mafia. Pero una sola heredera bastó para que todo volviera a teñirse de sangre. Rechazada por su familia por ser hija del difunto Arthur Kesington, un psicopata que casi asesina a su madre. Anne Moretti aprendió desde pequeña a sobrevivir con veneno en la lengua y acero en el corazón. A los veinticinco años decide lo impensable: reactivar las rutas de narcotráfico que su abuelo y el resto de la familia enterraron. Con frialdad y estrategia, se convierte en la jefa de la mafia más joven y temida de Europa. Bella y letal, todos la conocen con un mismo nombre: La Serpiente. Al otro lado está Antonella Russo. Rescatada de un infierno en su adolescencia, una heredera marcada por un pasado trágico que oculta bajo una vida de lujos. Sus caminos se cruzan cuando las ambiciones de Anne amenazan con arrastrar al imperio que protege a Antonella. Entre las dos mujeres surge un juego peligroso de poder, desconfianza y obsesión. Entre ellas, Nathaniel Moretti deberá elegir entre la lealtad a su hermana y la atracción hacia una mujer cuya luz podría salvarlo… o condenarlo para siempre.

NovelToon tiene autorización de Yazz García para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

No estoy preparado para esto

...NATHANIEL DEVERAUX ...

El auto avanzaba en silencio. Eliana, sentada a mi lado con una pancita ya evidente, intentaba romper el hielo.

—He estado pensando en algunos nombres para la bebé —dijo con una sonrisa suave, acariciando su vientre.

Yo no respondí. Miraba fijo al frente, con el ceño fruncido, los dedos tamborileando sobre el volante. No podía con esto. No quería estar aquí.

Cuando llegamos, el obstetra —médico de la familia Deveraux desde hace años— nos recibió con una cortesía impecable y nos condujo a un área privada.

Eliana parecía impresionada.

—Vaya, esto se ve muy lujoso…es muy diferente te a los otros hospitales.

Yo solo asentí sin mirarla.

Primero vinieron los chequeos rutinarios. Presión, peso, preguntas médicas. Yo permanecí de pie, un metro detrás de ellos, como si no formara parte de todo esto. Tenia unas ganas inmensas de preguntarle a la doctora si, Eliana todavía tenía tiempo para abortar. Pero recuerdo que…discutí con ella hace unos días, sobre esto y ella con una postura firme me dijo que no le quitaré a su hijo, sea o no sea de mío. Así que estoy respetando su decisión.

Se lo que están pensando…podré ser el peor hombre, pero tampoco soy un hijo de puta…no puedo obligarla para mi beneficio. Es su cuerpo.

Pero ahora esa decisión me estaba afectando.

Después llegó la ecografía. La habitación se llenó del sonido del monitor y del corazón acelerado de ese bebé. Quise preguntarle a la doctora si faltaba mucho, si Eliana podía salir apenas terminara, pero entonces ella habló:

—Felicidades, señor Deveraux. Es… una niña.

Sentí que algo me golpeaba en el pecho. Una niña. Mi hija. Por primera vez desde que llegué, mi interés se avivó, mis pies se movieron solos y me acerqué al monitor. Ahí estaba: pequeña, borrosa, pero con un corazón latiendo tan rápido que me hizo un nudo en la garganta.

—Es… ¿en serio? —pregunté en voz baja, sin apartar la mirada.

—Sí —respondió la doctora sonriendo—. Es una niña sana.

Tragué saliva. Me removí inquieto, sentí un calor raro en la nuca y, sin pensarlo, me levanté de golpe.

—Perdón, necesito un momento… —murmuré y salí al pasillo, cerrando la puerta tras de mí.

...⚜️...

El camino de regreso fue en silencio. Apenas entramos a casa, Eliana se giró hacia mí con sus manos en el vientre.

—¿Estás bien? —me preguntó con voz suave, notándome tenso—. Estás… raro.

Me pasé las manos por el cabello, frustrado.

—¿Cómo quieres que esté después de todo esto? —dije con un bufido amargo—. Tenía la fe de que ese hijo no fuera mío… pero ¿cómo es posible? Yo nunca lo hago sin protección y mucho menos con una… —me detuve en seco, arrepintiéndome de lo que iba a soltar.

Eliana me miró herida, pero aún así respondió con firmeza:

—Recuerda que soy bailarina, Nathaniel. Solo una bailarina. Yo no ofrezco otros servicios, es la política del bistró. El que se encaprichó con acostarse conmigo fuiste tú, y así ha sido durante mucho tiempo.

Apreté los dientes.

—Pero ¿cómo es posible, Eliana? Se supone que debías estar planificando.

Ella meneó la cabeza, bajando la mirada.

—Las dejé hace un tiempo… me daban demasiados problemas.

La rabia me recorrió entero.

—¿Tú planeaste todo esto de casualidad? —la señalé con el dedo, incrédulo—. ¿Lo hiciste a propósito? Porque, créeme, sigo sin creer que esto esté pasando, Eliana. ¡Carajos!

Ella me miró con los ojos brillando, las lágrimas cayendo sin poder controlarlas. Nada que ver con su actitud arrolladora de siempre. El embarazo la tenía el doble de sensible y ahora estaba… vulnerable.

Solté un suspiro cansado al verla así. Me acerqué despacio, pasándome una mano por la cara antes de hablar.

—Mira… perdóname. No debí decirlo de esa manera. La noticia me cayó de golpe, ¿entiendes? Yo no creo estar preparado para ser papá. No así. No en esta situación.

Me quedé mirándola, con la voz más baja solté.

—Lo que menos quisiera es dejar descendencia para esta maldita familia. Pero ahora… —tragué saliva—, ¿sabes cómo crecerá mi hija? Con complejos, porque sus padres nunca estarán juntos. Y peor aún, con el pasado de los dos encima. Aunque no lo creas, eso me preocupa, Eliana. Mucho.

Ella se secó las lágrimas con el dorso de la mano, respirando hondo antes de hablar.

—¿Sabes qué, Nathaniel? —dijo con un hilo de voz, aunque firme—. No la llames “tu hija” si vas a renegarla antes siquiera de nacer.

Sentí el golpe de esas palabras directo en el pecho. La miré, pero no pude decir nada de inmediato.

—Yo no planeé esto, no lo busqué, y si hubiera sabido lo que vendría… quizá habría hecho las cosas distinto. Pero ya está hecho. Y aunque a ti te pese —acarició con ternura su vientre—, esta niña es mía. Y la voy a amar aunque tú te sigas revolcando en tu odio y en tus malditos problemas familiares.

—Eliana… —quise interrumpir, pero ella alzó la mano, impidiéndome.

—Déjame terminar —su voz se quebró, pero no perdió la firmeza—. Tú no estás preparado, lo sé. Pero yo tampoco lo estaba. ¿Crees que no tengo miedo? ¿Crees que no pienso todas las noches cómo voy a criar a una niña sola, con la sangre de un hombre que ni siquiera sabe lo que quiere?

Me quedé inmóvil, tragando mi rabia y algo parecido a la culpa.

Ella suspiró con cansancio.

—No me importa si me odias, Nathaniel. Pero no me vuelvas a decir que planeé esto como una trampa. Porque si alguien aquí jugaba conmigo eras tú.—Frunció el ceño, con algo de tristeza—Y para que lo sepas, si no quieres estar presente, no lo estés. No te voy a obligar. Pero cuando esta niña nazca, no voy a permitir que crezca creyendo que su padre la rechazó antes siquiera de ver su rostro.

Se fue hacia las escaleras sin darme oportunidad de responder, dejándome solo con el eco de mis propios demonios.

Me pasé las manos por la cara, soltando un gruñido ahogado.

—Mierda… —susurré, golpeando la mesa con el puño cerrado—. ¿Qué carajos voy a hacer ahora?

Me quedé sentado con la respiración pesada, todavía digiriendo las palabras de Eliana.

El silencio de la casa me oprimía el pecho, hasta que escuché pasos firmes en el pasillo.

Cárter apareció en el marco de la puerta, con la tablet en la mano y cara de funeral.

—Señor… tenemos un problema.

—¿Otro más? —resoplé, reclinándome en el sillón, con un tono sarcástico que apenas cubría mi fastidio—. Suéltalo de una vez.

Cárter tragó saliva, dudando un instante antes de mostrarme la pantalla.

Era una portada digital, a todo color, con una foto: Antonella y yo besándonos, su cuerpo pegado al mío, mis manos sujetándola como si no existiera nada más en el mundo.

El titular era…el titular era la cereza del pastel:

“Beso apasionado sacude a la élite: Antonella Russo y Nathaniel Deveraux desatan rumores. ¿Están saliendo?”

Se me heló la sangre. Abrí los ojos de par en par, sintiendo cómo se intensificaba mi molestia.

—Dios… lo que faltaba —murmuré, llevándome la mano al cabello.

Cárter me miró con gravedad.

—Señor… esto ya está en todos los portales. Tiene que tener cuidado, incluso cuando vaya a correr, en el club.

Me puse de pie, dando un paso hacia la ventana, como si necesitara aire urgente.

—Ahora sí que ese mal nacido me va a matar… —susurré con una risa amarga, apretando los dientes.

Detrás de mí, Cárter esperó en silencio. Sabía que mi mundo acababa de volverse un polvorín.

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chica°mangaromantico
ESTO ES LO QUE MÁS AÑORABA LEER EN ESTA NOVELA, EL REENCUENTRO DE ISA CON SUS HIJOS Y CON LIAM. AUTORA POR FAVOR NO ME HAGA ESTO, actualizaaaaaaa /Sob//Sob//Sob//Sob//Sob/
chica°mangaromantico
Jummm. No me cae bien Antonella y nunca me caerá. Quién sabe y ese hijo no existe
Linilda Tibisay Aguilera Romero
que irá a pasar
Linilda Tibisay Aguilera Romero
tan bello Nate ojalá no tengas que arrepentirte
chica°mangaromantico
ACTUALIZA POR FAVOR
chica°mangaromantico
La historia de Isa y Liam es una de las que me quedo corta para hablar porque Liam la amaba tanto, tanto que decidió vivir en las sombras de Arthur.Pero que tengan este final no es justo para él ni para ella, ella sólo tenia miedo porque a ser sinceros Liam no la daba seguridad, se aparecia con puñaladas y se drogaba...Por eso creo que deben reencontrarse autora
Linilda Tibisay Aguilera Romero
si tú madre fue una cobarde pero vivió tanto tiempo en el infierno que no supo cómo salir
chica°mangaromantico
Los capítulos siempre acaban con suspense y yo desmayo
chica°mangaromantico
AUTORA PUEDE ACTUALIZAR MÁS POR FAVOR?
chica°mangaromantico
No sé si soy adivina pero yo ya lo sabía
chica°mangaromantico
Estoy segura de que este hombre está tramando y buena
Linilda Tibisay Aguilera Romero
si te están obligando Pero no eres tan inocente
Linilda Tibisay Aguilera Romero
Theo está fuera de control muy Moretti
Linilda Tibisay Aguilera Romero
cada vez más interesante muy Moretti todo un caos
Carmen Cañongo
será qué tiene un hijo y la están amenazando con ello?
Linilda Tibisay Aguilera Romero
hay Bella yo creía que eras inocente Pero como que no eres toda una arpia
Linilda Tibisay Aguilera Romero
bueno se que no es inocente Pero si la están presionando con al tampoco es tan culpable es obligada
Linilda Tibisay Aguilera Romero
pobre Nat el de verdad quería algo serio con Antonella Pero ella no confía en el
Linilda Tibisay Aguilera Romero
hay Antonella como se te va a ocurrir inventar que estás embarazada
chica°mangaromantico
Autora por favor quiero más caps
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