Julia jamás se imaginó lo caprichosa de la vida aquella noche. Un grupo de borrachos la persiguen, se esconde en el auto de un extraño provocando su ira. Como cereza del pastel, presa del miedo se lanza a los brazos de aquel hombre que sin saberlo convertirá su vida en un carrusel de descontrol. ¿Quieres saber en que termina? Entonces sumérgete en este intrigante relato, en donde los caprichos del destino están a la orden del día.
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Capitulo 19
Rencuentros del pasado****
Lo que parecía ser un escolta, se bajó del asiento delantero de la limosina negra, y abrió de manera muy formal la puerta del asiento trasero, dejando a todos aún más curiosos por saber quién era la famosa estrella.
De repente salió una elegante mujer, alta, esbelta con un largo cabello dorado cenizo. Se acerco al tumulto de gente, y al quitarse sus lentes no era otra más que Helena Quiróz, al verla me paralice al instante, ella… porque ella.
Helena estaba acompañada de su asistente y agente que se acercaron y saludaron cordialmente a todos. Estaban tan atontados mirando la belleza de la mujer mientras ella les habla con tanta amabilidad, dándole ánimos a todos. Respire hondo intentando dejar pasar este intenso sentimiento de desagrado hacia su persona, era la única que no parecía enloquecida por la super actriz Helena Quirós.
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Helena saludo a Mario que parecía hablar con todos los ayudantes del rodaje, les daba ordenes de algunas cosas y demás consejos, parecía realmente ocupado. Helena llamo su atención y con una sonrisa amistosa le dijo.
—¿Mario, querido como has estado? Me alegra que estemos de nuevo en un proyecto como este —indico animosa, para luego estrecharle la mano. El hombre permaneció serio, para meter sus manos en sus bolsillos y decir.
—Espero que, como actriz principal de este drama, actúes a la altura de tu categoría —Helena sorprendida de sus palabras, y sus bruscas maneras para decir las cosas. Sonrió con amabilidad por compromiso recordando todos los rumores que se decían de Mario Cárdenas. Un hombre arrogante y serio… Estaba claro que no le había gustado ni un poco saber que Leonardo era el inversionista de este drama, inversión que solo hizo por mí.
—No te preocupes Mario, actrices como yo hay muy pocas, o simplemente no hay. Hare un trabajo maravilloso —le guiñe el ojo dirigiéndome con mi representante mientras borra mi sonrisa de mi rostro, quien se cree que es ese aparecido.
¶
Al rato cuando los ánimos de la llegada de Helena se apagaron poco a poco, mi ánimo estaba por los suelos intentando de todas las maneras evitarla. Mi empleo estaba arruinado, yo que me había dado ánimos de esforzarme y hacer un buen trabajo como siempre lo intentaba, pero ahora no me sentía con ganas de no hacer nada. Una voz en mi interior me recordó que tarde que temprano me tendría que volver a rencontrar con ella, ¿Por qué tenía que dejarle que me afectara? De repente la gente empezó a murmurar con fuerza, otro auto había llegado y por su estilo parecía que otra famosa estrella había llegado. Al abrirse el auto la reconocí inmediatamente, era Emma Rojas una famosa actriz, pero no la conocía por sus hazañas en el mundo actoral, sino porque ella una vez me había ayudado en uno de mi trabajo. Ese día estaba repleto el bar de personas, y era mi primer día, estaba perdida y confusa. De la nada llego como un ángel amable, me sonrió y dijo.
»—Déjame echarte una mano —afirmo guiñándome un ojo. Sin saber que responderle, afirme con la cabeza en silencio. Tomo la bandeja de cervezas y las repartió por todas las mesas con una gracia y elocuencia mientras pedía disculpas por la demora. Ni siquiera un cabello de su cabeza se había alborotado, se veía una mujer tan capaz, y elegante que solo pude sentir una gran admiración por la persona tan maravillosa que veía«
Me alegraba saber que estaría trabajando codo a codo con una mujer tan brillante como ella, pero saber que la felicidad no era completa me amargaba. Mire disimuladamente a Helena y desee que mi trabajo no se estropeara, de verdad que quería esta oportunidad, pero parecía que la vida me lo volvía a poner difícil.
abrazo