Amor Sobre Ruedas

Había Sido la mejor noche para Valeria, no solo fue el premio, sino el hecho de haber montado una moto.

- Por fin una sonrisa.

- Se te agradece este detalle, hacía mucho tiempo no competía y no me montaba en una moto.

- Desde tu accidente.

- Lo sabes.

- Fui yo el que ganó esa noche.

Valeria volvió a esa noche, en la cual casi pierde la vida. Vio la moto que estaba a su lado, nunca pensó que ese hombre fuera James. Su cruel verdugo.

- ¿Por qué haces esto?, ¿qué ganas tú?.

- Ya te lo dije, quiero conocerte eres una mujer interesante.

- ¿Desde cuándo?

- Desde cuándo que.

- Té interesante por mí.

- Desde el mismo momento en que Axel, fue a pedir prestado, te voy a ser sincero. - Valeria sabía que las palabras que fuera a soltar James le iban a doler mucho. - Él quería mucho dinero estaba por montar un negocio o eso fue lo que me dijo, a cambio de...

- De mí.

- Sí, está era la mejor manera de estar cerca a ti, sabía que no eras de esas mujeres que se conquistan con flores, yo estaba perdido porque tú estabas enamorada de Axel.

Valeria no era más que una mercancía y un trofeo para los hombres, desilusionada dejo a James y se fue al hotel, su tiempo de diversión había terminado.

La noche era corta y el día se acercaba tenía que estar en buenas condiciones, lo que había pasado en la mañana no debía de pasar en la carrera.

- Sam todo está en orden.

- Si, el auto está en perfectas condiciones.

- Ok, el clima es seco el día de hoy, así que tendremos que tener mucho cuidado.

Y como era de esperar debido a las altas temperaturas, los monoplazas comenzaron a tener problemas con los neumáticos, degradación y sobrecalentamiento afectaron a todos y eso incluía a los tres.

Eso asia que los pilotos entraran a los pits más seguidos, en el box los mecánicos e ingenieros estaban listos para el cambio y tratar de romper el récord. No podían darse el lujo de demorarse.

Todo salió muy bien, Maik estaba concentrado y ganó la carrera, Lorenzo quedó de terceras y Alan ocupo el segundo puesto, pero como siempre los elogios fueron solo dirigidos a Maik.

Aunque Lorenzo no lo quisiera admitir él sentía bastante dolor, y Valeria lo veía en sus ojos.

- Te felicito.

- Llegue de terceras, tu hermano fue más rápido.

- Eres un buen piloto, siempre das lo mejor.

- Eso no es suficiente. - Lorenzo señala a sus padres, que están con Maik y con aquella mujer.

- Lo haces por ellos o por ti.

- Que quieres decir con eso.

- ¿Te gusta correr?. - Ella esperaría que la respuesta fuera rápida y sin ninguna vacilación. - Solo lo haces porque es el legado de tu padre.

- Patético no. Dejar tus sueños solo por tratar de encajar en la familia Rowan.

- No eres patético, solo necesitas confiar más en ti, y dejar de perseguir el sueño de otros.

Era la primera vez que Lorenzo, sentía que alguien lo entendía, mujeres y alcohol era lo que lo sacaba de su miseria.

Cómo decía Valeria el dinero no lo es todo, no compra la felicidad y tampoco amigos.

- Nos vemos pequeña, ahí una rueda de prensa a la que asistir.

Valeria asintió despidiéndose de Lorenzo, tenía que terminar de organizar las cosas, dentro de dos días iban a disputar el gran premio de Emilia - Romagna.

Era otro gran premio que debía conseguir Mike, Lorenzo por su parte quería ganar aquella carrera, estaba más que dispuesto a dejar a tras a su hermano, salir de su sombra.

- Vas a ir a la rueda de prensa.

- No somos bienvenidos.

- Y quién dice que no, además sin nosotros ellos no podrían hacer mucho.

- Nos echas muchas flores Sam.

- Vamos, será divertido.

- Ok.

Al terminar de organizar Sam y Valeria fueron a la rueda de prensa, ella apenas puso un pie en aquel lugar y su corazón se hundió.

- A penas terminé la temporada me casaré con actriz Gabriela Lauder.

Se podría ser más miserable en la vida, Valeria tenía un buen trabajo, amaba lo que hacía, pero se había enamorado nuevamente y por segunda vez, le habían roto el corazón.

Por eso Maik estaba tan distante de ella, porque se iba a casar con una mujer que estaba a su nivel y estaba aprobada por los padres.

Pero ella que podía esperar, nunca la iban a aceptar, sin dinero, sin reconocimiento no era nadie.

Ya no podía aguantar más, así que corrió y sus lágrimas también empezaron a correr por su lindo rostro.

- Ayer reías, y hoy lloras.

- Me sigues James. - respondió con claridad a pesar de tener un nudo en la garganta.

- Te vi saliendo de la rueda de prensa bastante alterada.

Las lágrimas no se detenían como si fuera la primera vez, recuerdos de cuando Axel la había dejado inundaron sus pensamientos, cuántas veces debía de sufrir, para por fin llegar a ser feliz.

- Vamos, sé lo que te va a animar. - una mirada de picardía mostró James.

- Otra carrera.

- Sí.

- Está bien.

Encerró sus sentimientos no iba a permitir que la vieran destruida, seguiría trabajando duro y dando lo mejor de ella. Algún día Maik le tenía que poner la cara ante ella.

Alejo todos los pensamientos tristes y nuevamente se fue con James, la misma moto de la noche anterior la esperaba.

Está vez el premio era más alto y ella iba por el, con lo que no contaba era que James también iba a competir.

- Si ganas te perdono la deuda. Y si yo gano aceptas una cena conmigo.

- No tengo mas opciones.

- Nop.

- Que gane el mejor.

la carrera empezaba y Valeria tenía que ganar está vez, no había una segunda oportunidad, si James era un hombre de palabra, ella ya no tendría una deuda y el dinero sería para ella. No viviría al límite al final del mes.

La carretera era en línea recta, hasta cierto punto, de ahí tendrían que hacer varios giros para volver al punto de partida.

Pan comido, y más para ella que sabía cómo manejar este tipo de carreras.

- YA.

Se escuchó el disparo y todos salieron, en ese momento solo existían ellos dos, jugando al gato y al ratón.