Renací en un mundo mágico para ser feliz
entre mis pociones...
El mundo mágico también incluye las novelas
1) Cambiaré tu historia
2) Una nueva vida para Lilith
3) La identidad secreta del duque
4) Revancha de época
5) Una asistente de otra vida
6) Ariadne una reencarnada diferente
7) Ahora soy una maga sanadora
8) La duquesa odia los clichés
9) Freya, renacida para luchar
10) Volver a vivir
11) Reviví para salvarte
12) Mi Héroe Malvado
13) Hazel elige ser feliz
14) Negocios con el destino
15) Las memorias de Arely
16) La Legión de las sombras y el Reesplandor del Chi
17) Quiero el divorcio
18) Una princesa sin fronteras
19) La noche inolvidable de la marquesa
20) Ni villana, ni santa
21) Salvando a mi Ernesto
22) Cartas para una princesa
23) Ya te olvidé
24) Dulce Prisión
** Todas novelas independientes **
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Cercania
Cuando llegaron a la mansion, Ursula seguía furiosa. Sus manos temblaban ligeramente y la respiración era rapida, y el duque lo notaba. Caminó a su lado con calma, sin decir nada al principio, observando como ella luchaba por calmarse. Luego, suavemente, empezó a hablar con ella.
Duque: Ursula… sé que estás molesta, pero quiero que me cuentes.. No tienes que cargar sola con esto.
Ella lo miró con los ojos llenos de rabia, pero también con cierta vulnerabilidad.
Ursula: mmmm
Duque: por favor háblame..
Ursula: es que ¡aaaaah! siempre.. siempre he tenido que pelear.. no es fácil trabajar para una mujer joven, y aunque mis hermanos están presentes, siempre me toca enfrentarme a malas personas. Siempre… por lo que he aprendido a atacar primero.
El duque asintió, escuchando atentamente, sin interrumpirla. Sus palabras estaban cargadas de cansancio, de experiencias duras, y también de esa determinación que siempre la habia definido.
Duque: Entiendo.. has tenido que ser fuerte desde siempre, y eso te ha enseñado a defenderte antes de que te lastimen. Pero aqui, conmigo y con los niños, no tienes que pelear sola. No siempre tienes que atacar primero.
Ursula bajó la mirada, procesando sus palabras. Por un momento, el furor que la consumia pareció suavizarse, reemplazado por un cansancio profundo y una sensación de alivio que no había permitido sentir en años.
Ursula: Lo sé… pero es difícil cambiar algo que has hecho toda la vida. Defenderse primero se ha vuelto un instinto.
Duque: No tienes que renunciar a ser fuerte.. solo debes aprender que no siempre necesitas pelear sola. Yo estoy aqui, y mientras yo esté, no tendras que enfrentar el mundo sin ayuda.
Ursula respiró hondo, dejando escapar parte de la tensión.
Ursula: Está bien.. Pero aun así… no voy a dejar que nadie más lastime a estos niños.
Duque: Lo sé.. Y yo te ayudaré a asegurarte de que eso nunca vuelva a pasar.
El duque vio que Ursula conversaba con mas calma, por lo que siguio preguntando, con suavidad, tratando de entenderla mejor..
Duque: Seguramente fue dificil ser talentosa y enfrentar tantas cosas..
Ursula asintio, mirando al suelo un momento antes de responder..
Ursula: Si… siempre me juzgaron por mi apariencia.. No era delicada como las otras mujeres, siempre decian que era demasiado brusca o diferente… asi que preferi concentrarme solo en lo que me gustaba hacer.
Duque: Entiendo… Has tenido que ser fuerte y seguir tu propio camino, a pesar de lo que los demas pensaban. Eso explica tanta determinacion y… tanta rabia contenida.
Ursula: Si… He aprendido que mi fuerza y mis talentos valen mas que las opiniones de otros. Y aunque ha sido dificil, no cambiaria lo que soy… porque gracias a eso puedo ayudar a quienes realmente lo necesitan.
Duque: Y yo estoy aqui para apoyarte en eso, Ursula. No tienes que enfrentar todo sola nunca mas.
Ella se puso incomoda por la cercania del duque y, apartando un poco la mirada, le pregunto por él.
Ursula: ¿Y tú… quien eres exactamente?
Duque: Soy el duque de la zona norte… uno de los cuatro jinetes del imperio.
Ursula lo miro, sorprendida pero sin perder la calma..
Ursula: Hace un tiempo… hice un brazalete de protección para la esposa del jinete del oeste.. para el jinete… al que le decian el demonio.
El duque levanto una ceja, impresionado y curioso, sin interrumpirla..
Ursula: No era algo sencillo… queria asegurarme que estuviera protegida..
Duque: Parece que tus habilidades no tienen limites.. No solo proteges a los niños… tambien a quienes estan en peligro en lugares que otros no se atreven a tocar...Cada vez que te conozco más, noto más tu calidez..
Ursula se sonrojo un poco, desviando la mirada, pero escuchaba atentamente.
Duque: Y también he notado algo… Nunca atacas a matar.
Ursula: Es cierto.. Ninguna de mis pociones esta hecha para matar… ese es mi limite. Nunca cruzaria esa linea.
Duque: Eso te hace aun más fuerte.. No solo tu magia y tus habilidades, sino tu forma de decidir lo que es correcto y lo que no. Esa es tu verdadera fuerza, Ursula.
Ursula: Siempre he creido.. que proteger no significa destruir. Podemos ser fuertes sin convertirnos en monstruos..
El duque asintio, acercandose un poco mas, respetando su espacio pero sin perder la cercania..
Duque: Y yo estoy aqui para apoyarte en eso… para asegurarme de que nunca tengas que cruzar esa linea sola.
Ella se sonrojo levemente y desvio la mirada, tratando de ocultar la mezcla de vergüenza y timidez que sentia.
Ursula: Mejor… trabajemos en crear mas brazaletes..
[realmente es hermosa… sonrojada y vulnerable, y aun asi fuerte.]
Sin decir nada más, ambos se dirigieron al laboratorio. Ursula comenzó a organizar las flores y pociones, mientras el duque se preparaba para ayudar con la parte de los brazaletes donde irian las pociones. La cercania de sus manos y la sincronía en su trabajo los hacía avanzar mucho más rapido de lo habitual.
Mientras trabajaban, el duque no podía evitar mirarla de vez en cuando, admirando cómo cada gesto suyo, incluso los más simples, reflejaban su determinación y ternura al mismo tiempo. Ursula, concentrada en su labor, apenas notaba las miradas, pero su presencia junto a él le daba una sensación de seguridad que no había sentido antes.
A medida que avanzaba la tarde, la pila de brazaletes terminados crecía, y con cada uno, tambien lo hacia la complicidad silenciosa entre ambos. Aunque Ursula seguía fuerte y decidida, el duque empezaba a ver que esa mezcla de fuerza y vulnerabilidad era parte de lo que la hacía única.
ya no puede hablar, que disfrute al duque
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