Isabel 3. Contigo No.

Ya han pasado 2 años desde aquel día, ese que se suponía que sería un Cumpleaños Feliz para la agasajada y una buena velada para sus invitados. Axel ya tiene casi 9 años y Sabrina 16; por razones muy obvias ya no les gustan celebrar sus cumpleaños y menos con tantos extraños para ellos.

Debido a la fractura del pie, Sabrina ya no pudo ni quiso seguir practicando Ballet, le costó bastante adaptarse e integrarse a la sociedad, ella es estudiante y no siempre las clases grupales se podían hacer en su casa y no era por ella, sino por sus compañeros que le hicieron la queja con la mayoría de sus profesores, aunque la mayor parte de sus compañeros y profesores saben por lo que ella y su primo pasaron, pero la empatía no funciona con todos, entonces Sabrina para no quedar mal y no tener problemas con ellos ni en sus clases desde ese momento siempre va acompañada de Lucas y 2 hombres más para su seguridad y mayor tranquilidad.

Para sus 15 años prefirió una reunión familiar, donde solo se coló su mejor amiga Rafaela y su familia, obviamente no podían faltar sus abuelos, la tía Marcia, tíos, tías y primos...

- Tía Marcia, gracias --Sabrina se abraza a su tía abuela Marcia, así le dice ella, pero sin que ella lo sepa-- Todo te quedo hermoso.

- Mi niña hermosa... Bueno, en realidad me hubiese quedado mejor con un poquito más de tiempo y de invitados.

- Así está bien, si apenas pude bailar el vals con estas zapatillas.

- Pronto te recuperarás mi princesa, ese pie quedará como nuevo, ya verás --Marcia le guiñe el ojo a Sabrina y la abraza de lado--

Sabrina aún asiste a su Terapia Psicológica, eso de tratar de que ese hombre dejara a su primo Axel y luego despertar aturdida en un cuarto un poco oscuro y con Axel a su lado que no reaccionaba para ella fue un episodio bastante traumático, se hizo la fuerte para que Axel no se asustara, pero en realidad ella tuvo el triple del miedo que el mismo Axel sentía.

El tiempo ha pasado; Maximiliano junto con su adorada esposa Jhoana están en su casa un poco más tranquilos, ver a sus hijos más relajados para ellos lo es todo. Fred ya se incorporó al trabajo, pero exclusivamente al cuidado de su niño Axel como le dice él.

- Mamá, Victoria se comió mi crayón. --dice Axel con lo que le queda del creyon en mano y Victoria se ríe con toda la boca con la total evidencia del delito-- Te dije que eso no se come ¿Te quieres enfermar? --Victoria le dice que no con la cabeza--

- ¡Victoria! ¿Hija, cuantas veces te he dicho que no te metas con eso? Las cosas de tus hermanos no se tocan. Ahora vamos a lavarte bien la boca.

- Mamá yo necesitaba justo ese color...

- Hijo disculpala, ella pensó que estaba jugando.

- No es juego, Victoria te puedes enfermar... --Axel le dice con autoridad, pero cuidando de no hablar tan fuerte--

- Familia ya llegué, Oh ¿Que paso aquí? --dice al ver la cara de Victoria toda colorida, le da un beso en la frente a Axel-- Por Dios Jhoana dale de comer a la niña.

- Mejor voy la lavarla, ya regresamos --le da un beso a su esposo y sigue con la traviesa Victoria a su habitación--

- Papá se volvió a comer mi crayón. Max hoy va a llegar muy tarde para que me preste los suyos y ese trabajo es para mañana.

- Quédate tranquilo hijo, ya vamos a resolver...

Después de aquella reunión con el jefe de la Policía el señor Rosales, Maximiliano quedo un poco inquieto por el bienestar de la bebé, entonces lo conversó con su esposa que no lo dejó ir solo en esa primera visita a la casa de abrigo y desde ese primer encuentro ellos siguieron visitándola, cubrían sus gastos y su cuidadora la llamó Victoria. Un mes después y antes de regresar a su casa, ellos tuvieron una conversación con sus hijos y decidieron adoptar a la bebé.

-Axel, Max necesitamos hablar con ustedes.

- Si ¿Papá pasa algo? --pregunta Max--

- ¡Bueno! --toma la mano de su esposa, no se había sentido tan nervioso en su vida, como esta noche frente a sus hijos-- Hijos, nosotros queremos consultarles algo muy importante para nuestra familia.

- Papá, mamá, nos están poniendo nerviosos. ¿Es algo malo?

- Axel, hijo... ¡Bueno! Tu papá y yo, hemos estando visitando una casa de abrigo... --ellos se miran a la cara, Axel y Max están algo confundidos-- Esa en un lugar donde viven algunos niños que no tienen padres, muchos no tienen la misma suerte que tuviste tu mi amor --ella toma la mano de Axel-- suerte de conseguir una familia que los lleve a casa y darle el amor de padres.

- Axel y yo no entendemos nada ¿Mamá que tal si eres un poco más directa? --Max mira a Axel--

- Lo que su madre y yo les queremos decir es que queremos darle la oportunidad a una nena de formar parte de nuestra familia.

- ¿Papá dijiste nena? --su padre asiente-- Es de verdad vamos a tener una hermana... --Max siempre ha querido tener una hermana, según él para cuidarla y protegerla, porque Axel no se deja. Ellos se aman, pero tienen ese espíritu sobreprotector--

- ¿Cuándo la vamos a conocer? --responde Axel con emoción--

- Hay algo muy importante que les queremos decir, antes de tomar la decisión definitiva.

- ¿Que es padre? --pregunta Max--

- No queremos tener secretos con ustedes, pero si tu mi amor dices que no --ella acaricia la mejilla de Axel-- entonces la seguiremos ayudando así como lo veníamos haciendo--

- No entiendo madre.

- Axel, ¿Recuerdas la señora que los recibió en su casa cuando lograron escapar?

- No he podido olvidarla madre, ella murió ese día... --Max se abraza a la espalda de Axel, él siempre le demuestra ese apoyo--

- No quiero que te pongas triste, mi amor.

- Ya estoy mejor mamá, la doctora dice que es bueno hablar de ese tema.

- ¡Bueno! Ella era la mamá de esa nena... --su mamá no suelta su mano--

- Axel, hijo si tú dices que no, nosotros vamos a respetar tú decisión, no queremos que te sientas obligado a compartir...

- Papá, mamá... --él tomó la mano de ambos, Max se sumo a esa union de manos--

- Hermano, yo te apoyo... Si tú estas bien, yo también lo estaré.

- Hijo, puedes pensarlo. No es necesario que nos des una respuesta, solo queremos que tu estés bien. --le dice con mucho cariño su madre, quien sabe que no puede poner sobre los hombros de su hijo ese peso, pero ellos tampoco quieren engañarlo y es mejor decir la procedencia de la pequeña antes de que se encariñen--

- Hijo, sabemos que no es tu responsabilidad, pero queremos contar con tu aprobación. Si tú no te sientes agradable con la presencia de la nena, entonces no haremos la adopción. Hijos mios quiero que sepan que ustedes son más importante que todo, si ustedes están cómodos nosotros estaremos tranquilos.

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