30 - ARMY- Melómana- Doramera y Loca.
Rosa conoció a su Bias por casualidad y sin creerse su propia historia estuvo con él.
- ¿Podrá una súper estrella mundial estar con una chica común?
- ¿Encontrará ella una manera de quedarse a su lado sin perderse en el intento?
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Capítulo 22. Ahí para ti.
Ambiente musical:(Solamente Tú- Pablo Alborán/ Amigos- Pablo Alborán y María Becerra)
- Somos un desastre Nuna – Dice Jimin estirándose al entrar a la cocina donde preparo café y le doy una taza. Yo solo asiento resignada.
- Al menos tienen conciencia – Nam sale del cuarto viniendo a buscar agua.
- ¿Dormiste muy mal? – Pregunto preocupada al verlo mover la cabeza de un lado al otro para estirar su cuello.
- ¿Tú que crees? – Arrugo la cara.
- Te llevo Nuna, tu apartamento me queda de camino.
- No olvides contestar el teléfono cuando te llamen. – Dice Nam
- Ok. Gracias por todo y disculpa lo malo – Me acerco y le doy un beso en la mejilla para despedirme. Él se petrifica y la cara de Jimin es un poema, con los ojos abiertos como platos y ahí caigo en el error que cometo.
- Perdón, perdón.
- ¡Nuna! aquí no puedes andar besando a nadie – Me reclama Jimin que no quita su cara de sorpresa y la sonrisa pícara.
- Lo siento, es que estoy en automático, se me había olvidado.
- Sé que es algo que hacen en otros continentes – Dice Nam para restarle importancia.
- ¿Cómo quieren que me adapte a todas sus normas, si me han tenido encerrada sola todo este tiempo? En serio lo lamento – Trato de borrarle el beso del cachete con el pulgar, pero él toma mi mano y me detiene.
- Nuna eres la reina de los abrazos. – Se burla Jimin en el camino de regreso.
- Claro que no, en mi país eso no es nada, es menos que nada.
- Creo que a Nam nunca le habían dado tantos abrazos y besos sin razón.
- Ay que vergüenza. – Cubro mi cara con ambas manos.
- Por cierto ¿Qué harás hoy?
- Ya que puedo salir, quiero ir a comer algo rico y a respirar aire fresco.
- Conozco un buen lugar para comer, vamos.
Afuera como que la comida sabe mejor, comemos muchísimo y hasta le mandamos a los demás chicos un delivery de gachas para la resaca. Jimin le toma fotos a la comida, me la muestra y la envía a un chat grupal escribiendo debajo “Comida con Nuna”. Después me deja en la puerta del edificio y se despide agitando la mano.
- Si quieres ir de compras o ver una película avísame.
Por primera vez la pecera ya no me parece tan horrible. Decido darme una ducha y llamar a JK
- ¿Ocupado?
- No en este momento, pero estoy en un set. Vi que comiste algo delicioso hoy.
- Si – continuo después de un silencio incómodo - Quiero disculparme por lo que te dije.
- Sé que estás molesta, creo que yo también lo estaría.
- Es que te extraño, este lugar no es lo mismo sin ti.
- Yo también quiero verte. Hoy te llevarán a Bam para que te cuide por la noche, él también te extraña.
- Muy bien, lo esperaré para ir a pasear.
- No olvides contarme como se porta nuestro hijo – Me saca una sonrisa - Ya debo volver – Se despide.
- Señor Bam vea muy bien el camino, que esta vez no podemos perdernos – Acaricio su carita y agita su cola emocionado.
Igual el Sr. Kim me hizo aprender un croquis de la zona y por donde debía ir sino quería que el mismo me acompañara todo el camino en persona.
El otoño se muestra cada vez más en el lugar, pero todavía la tarde es caliente, aunque no como cuando llegué, parece que fue hace mucho tiempo y solo ha sido poco más de un mes.
Disfruto mucho estar al aire libre y no tengo nada programado ese día, así que nos metemos en todos los parques comunitarios por los que pasamos, hay gente que usa este tipo de ejercicio para desconectarse y yo para conectar con el perrito, le voy narrando lo que vemos en español para que vaya aprendiendo el idioma. Cuando ya estoy cansada nos sentamos en un parque un poco retirado de la vía, es muy bello, hay gente mayor usando las máquinas deportivas y solo algunas personas caminando.
- Mira Bam, vienen muchos amiguitos para saludarte – Digo al pasar un paseador de perros y sostengo firme la correa de la pechera cuando el animalito se agita.
- ¿Ahora hablas sola? – Giro la cabeza en dirección de la voz. Es Nam que está sudado en ropa deportiva con un suéter manga larga con capucha, pasamontañas y tapa boca negro a juego.
- Para nada, tengo un maravilloso oyente – Acaricio a Bam - ¿tu acostumbras a ejercitar por aquí?
- Siempre que puedo, sobre todo de noche.
- Podemos entrenar juntos si quieres.
- ¿Contigo? Tienes las piernas muy cortas, me retrasarías.
- Se que puedo correr más rápido que tú. Hagamos una carrera hasta los juegos – Me pongo de pie riendo, lo empujo y salgo corriendo antes que él, me sigue y detrás se viene el juguetón Bam.
- Eres una tramposa
- Digamos que fue empate o que ganó Bam, no seas mal perdedor.
- Tú haces trampa. Mejor vámonos ya.
- Oye te invito un trago.
- Es lo menos que puedes hacer después de hacerme dormir en el sillón de mi propia casa.
- Dime la verdad ¿me pasé dormida a la cama?
- Si, eres sonámbula.
- No es cierto, cuando logro dormir parezco una piedra.
- Por eso eres tan cabeza dura. – Me da unos golpecitos
Estos días aprendí, que no soy una isla, solía creer que podía hacerlo todo sola, sin ayuda sin pedir nada a nadie; quizás algunos crean que puedan, pero se pierden de la magia que es tener un amigo. En eso se ha convertido Nam para mí, poco a poco ha pasado a ser mi entrenador personal, traductor e intérprete, consejero y compañero de copas y de karaoke.
La salida de JK se ha extendido y ya lleva mes y medio viajando, hablamos todos los días y lo extraño con locura, pero ya no me ahogo en la espera como antes, hasta pasó su cumpleaños en el extranjero y solo puede felicitarlo por mensajes porque estuvo ocupado. En cambio, a Nam si pude hacer una fiesta al más puro y sabroso estilo suramericano, con torta, piñata, regalos, canción larga de cumpleaños y mucha comida, no podía permitir que solo comiera sopa de algas e hiciera un live.
- ¿Hoy es en mi casa o en la tuya? – Le pregunto a Nam al teléfono.
- En la mía. Vienen también Hoseok y Suga.
- Listo.
- Trae comida, quiero empanadas.
- Abusas de mi confianza. Nos vemos antes.
- Hola linda Rosa- Saluda Hobi con cariño - Traje la botella de Makgeolli que me pediste.
- Gracias solecito. Solo falta Suga para poder empezar.
- Déjame te ofrezco algo para picar antes.
Voy hasta la cocina y sirvo la comida que traje en bandejas para todos.
- Kim Namjoon, ¿Dónde está la salsa que traje el otro día? – Busco en la nevera.
- Me la comí.
- ¿Cómo te la vas a comer si era un montón?
En poco tiempo suena el timbre, entra Suga y comenzamos nuestro religioso sábado de póker.
-Te agradezco no hagas trampa – Me reclama Nam cuando reparto las cartas.
- Anda juega rápido que tengo ganas de dormir temprano hoy – Le digo en su turno.
- Hoy no te quedas en mi casa. Te vas así tenga que llamar al Sr. Kim o a la Sra. Park para que vengan por ti.
- No, sabes que bebiendo no me puedo ir. Además, aquí duermo más horas que allá y mañana tengo clases.
- ¿Y qué? No has aprendido nada de todas maneras.
- Deja de meterte conmigo y juega – Lo golpeo en el brazo.
- ¿Qué? ¿qué nos miran ustedes dos? – Le pregunta Nam a los chicos.
- Actúan como pareja – Suelta Suga como si nada.
- ¿Ah? No – Reacciona él.
- Si nos ven bien, somos como hermanos.
- Veo bien y no me parece – Dice Hobi tomando un sorbo de su trago.
- Vinieron a jugar o a inventar historias. – Se molesta Nam.
En unas horas terminamos el juego y aprovecho para ir al baño, vuelvo a la sala para despedirme de los chicos y sin querer escucho lo que hablan.
- Prácticamente vive aquí, el cuarto de huéspedes es de ella. – Dice Suga seriamente
- Eso no es cierto, se queda solo cuando bebe.
- Claro, porque si no tú te quedas en su casa.
- Se ve raro hermano, y legalmente es la esposa de nuestro amigo - Agrega Hobi antes de irse.
- Nos despides de ella- Termina Suga.
Me quedo pegada a la pared, pensando en las palabras que dijeron, cuando Nam se asoma por el pasillo y me ve con el ceño fruncido.
- ¿Qué haces ahí?
- Disculpa, no quería escucharlos. Será mejor que me vaya a casa.
- Ya es muy tarde y JK sabe que te quedarás aquí.
- ¿Nam está mal que seamos amigos? – Estoy pensativa, acostada en el sillón de su cuarto sosteniendo el libro habitual entre los dedos. - Porqué yo te quiero mucho y eres la única persona que me conoce realmente aquí.
- No está mal. No los escuches.
- Nam
- ¿Qué?
- Gracias por estar ahí cada vez que te necesito. Este último mes ha sido llevadero prácticamente por tu ayuda, así que espero poder estar a tu lado en el futuro, y que nunca te sientas solo.
/Facepalm/ No me cuadra, pero cuadra.