La vida de Valeria da un giro inesperado cuando descubre la infidelidad de su novio, Alex. Desolada y herida, decide marcharse sin decir una palabra, buscando refugio en la casa de su amiga. Alex, al darse cuenta de su ausencia, se embarca en una búsqueda frenética para encontrarla, convencido de que puede reparar su relación. Sin embargo, su mejor amiga, Claudia, está decidida a proteger a Valeria del dolor que su ex le ha causado y se niega a revelar su paradero.
A medida que Alex se enfrenta a obstáculos y a la interferencia de su amante, Valeria comienza a redescubrirse y a sanar. Pero cuando el amor verdadero está en juego, las decisiones del pasado pueden amenazar el futuro.
NovelToon tiene autorización de Lina Garizao para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capitulo 23: Alex se rompe
**La habitación estaba sumida en un silencio sepulcral** cuando Alex se dejó caer en el sofá, mirando sin ver el techo. El mensaje de Claudia seguía resonando en su cabeza, cada palabra golpeando su mente como una sentencia. Valeria lo había perdonado, pero no iba a volver. **No había vuelta atrás.**
**Los pensamientos se arremolinaban en su mente,** repasando todo lo que había pasado en los últimos días. El engaño, las mentiras, la traición... Pero algo no cuadraba. Todo había empeorado desde aquella tarde en que fue a ver a Sara. Fue después de eso que todo pareció colapsar. **¿Y si ella...?**
**Un impulso lo sacó del sofá.** No podía quedarse ahí sin respuestas. Necesitaba saber si Sara tenía algo que ver con la decisión de Valeria. Si ella había estado detrás de todo. Si había jugado con él una vez más. **Sin pensarlo dos veces, salió de su departamento y se dirigió directamente hacia el de Sara.**
Cuando llegó a su puerta, **golpeó con fuerza**, su pecho acelerado por la ira y la desesperación. No pasó mucho tiempo antes de que Sara abriera, con una expresión que oscilaba entre la sorpresa y el nerviosismo.
—*Alex, ¿qué haces aquí?* —preguntó con una sonrisa tensa, pero él pudo ver en sus ojos que algo estaba mal.
**Él la miró fijamente,** su mandíbula apretada, sus puños cerrados.
—*Tú lo sabías,* —le espetó, sin preámbulos—. *Tú sabías que Valeria me dejaría. Tú le enviaste esas fotos, ¿verdad?*
**Sara retrocedió ligeramente,** pero el destello en su mirada lo confirmó antes de que siquiera abriera la boca.
—*¿Fotos? No sé de qué hablas,* —intentó esquivar la acusación, pero la culpabilidad ya estaba escrita en su rostro.
**Alex sintió cómo la furia lo consumía.** Todo lo que había intentado arreglar, todo lo que había hecho para encontrar a Valeria, se había arruinado por culpa de la mujer que tenía frente a él.
—*No juegues conmigo, Sara,* —gruñó, dando un paso hacia ella—. *Lo sé todo. Me tendiste una trampa, ¿verdad? No soportabas la idea de que yo quisiera recuperar a Valeria, y te aseguraste de que no lo lograra.*
**El miedo en los ojos de Sara se mezcló con una fría determinación.** Finalmente, bajó la máscara.
—*¿Y qué si lo hice?* —admitió, su voz tan afilada como una daga—. *¿De verdad pensaste que te dejaría ir tan fácilmente?*
**Alex se quedó paralizado.** Allí estaba la verdad. Sara lo había manipulado, lo había usado, y ahora, por su culpa, había perdido a la mujer que amaba.
**La culpa y el dolor se unieron en su pecho**, oprimiéndolo con tal fuerza que sintió que se rompería en mil pedazos. Había sido un tonto. Había caído en la trampa, y ahora estaba pagando el precio.
**Sara se cruzó de brazos, mirándolo con arrogancia.**
—*Valeria nunca volverá contigo, Alex,* —dijo con desdén—. *Ella ya se ha ido. Y tú... bueno, tú siempre tendrás a alguien que te quiera de verdad. A mí.*
**Pero esas palabras no le ofrecían consuelo, sino repulsión.** Alex ya no veía en Sara a la mujer con la que había cometido su error, sino a la persona que había destruido cualquier posibilidad de enmendarlo.
Sin decir una palabra más, **dio media vuelta y se fue**, dejando a Sara en la puerta. Sabía que lo que había hecho estaba mal desde el principio, pero ahora entendía cuán profundas eran las consecuencias de sus acciones.
**Alex se rompió esa noche.** Todo lo que alguna vez pensó que tenía, todo lo que alguna vez creyó ser, se había desmoronado.
**Mientras Alex caminaba bajo la fría luz de la luna,** la sensación de vacío en su pecho solo crecía. Cada paso que daba se sentía como un recordatorio de lo perdido, de las decisiones que lo habían llevado a este punto. **El aire nocturno no lograba calmar la tormenta en su interior.**
**Recordaba claramente el día que todo había comenzado a desmoronarse.** Las sonrisas de Valeria, su risa contagiosa... y cómo poco a poco había permitido que Sara se interpusiera entre ellos. Había sido débil, había caído en la tentación, y ahora todo lo que alguna vez había amado estaba fuera de su alcance.
Se detuvo en seco, **mirando el horizonte,** donde las luces de la ciudad parpadeaban como si nada en el mundo estuviera mal. Pero para Alex, todo estaba destrozado. Su vida ya no tenía sentido sin Valeria. Y lo peor de todo es que él mismo había provocado su propia destrucción.
**"Lo arruiné", pensó con amargura.** Era un pensamiento que lo había estado persiguiendo desde que Valeria se había ido. Cada vez que intentaba pensar en una solución, el peso de sus errores lo hundía más. Ahora que sabía la verdad sobre Sara, las piezas encajaban... pero también confirmaban que no había forma de volver atrás.
**Su teléfono vibró en su bolsillo,** sacándolo de su ensimismamiento. Lo sacó y vio un mensaje de Claudia.
—*Ya lo sabes todo, Alex. Es hora de que dejes de buscarla.* —Las palabras eran tan frías como un golpe en el rostro.
**Alex cerró los ojos, apretando el teléfono con fuerza.** Sabía que Claudia tenía razón. Valeria ya no quería nada con él. Sara lo había manipulado, pero la responsabilidad de todo recaía en él.
Con un suspiro pesado, **guardó el teléfono** y se dejó caer en una banca cercana, apoyando la cabeza en las manos. **Se sentía derrotado,** más de lo que había estado en toda su vida.