El Duque Y La Enfermera Reencarnada

Cuando llegué al estudio me encontré al duque leyendo un libro.

- Buenas tardes señor.

- Siéntese Lady Aurora. Me puede explicar porque se vino sin avisar directamente al palacio y que hacia almorzando con el príncipe de otro reino.

[wow hoy esta mas enojado que de costumbre, es muy toxico mi jefecito, tendré que ocupar alguna estrategia de Franz.]

(fingiendo llorar) – Señor, no había visto un festival y mi entusiasmo en recorrerlo fue tanto que me quede sin habitación, sola, en un lugar en el cual no conocía, con frío y hambre, sin nadie a quien pedirle ayuda. Sé que no me he portado siempre bien, o que a veces actuó de forma imprudente, pero nunca, pensé en estar en esa situación, siempre me había sentido protegida en el ducado, pero ayer me sentí muy vulnerable y desamparada, por eso le pedí ayuda a las modistas para que me trajeran, no quería que me dejaran olvidada en la mitad del camino.

- Lady Aurora, no pensé que se había sentido así… yo… (le entrego un pañuelo)

- Se que parezco ser una bella mujer independiente, pero a veces también tengo miedo señor.

- Yo… lo lamento… no volverá a pasar.

[Muy bien, ya lo tengo, de estar enojado paso a pedirme disculpas]

- Y sobre el príncipe, le puedo decir que fue su majestad, quien me lo presento y su alteza quien me invito a almorzar, además me invito a su reino, me dijo que me fuera con él.

[Sé que exagere y que no me dijo eso, pero ver su rostro de preocupación me encanta]

- Pero usted aun no termina su entrenamiento.

- Lo podría terminar allá, pero aún no he pensado bien las cosas.

- Bueno Lady Aurora, descanse durante la tarde, mañana iremos a la clausura del festival, allí lo podrá ver y participar como corresponde.

- Si señor muchas gracias.

Le devolví su pañuelo y le sonreí suavemente, él mantuvo su mirada en mí.

- Nos vemos mañana.

Al día siguiente, en el pueblo durante el día hubo juegos, competencias y mucha comida.

El príncipe me regalo unos hermosos peluches que gano en la competencia de tiro, incluso bailamos en la plaza del pueblo, fue todo muy alegre, fue un día muy divertido, conocí mucha gente y todos fueron muy amables conmigo.

Cuando iba de regreso a mi habitación, a cambiarme para el baile que sería en la noche. Sentí como alguien entraba conmigo y cerraba la puerta.

El duque se me acercó de forma rápida y puso mi cuerpo en la puerta y ambas manos en el costado de mi rostro. Estaba tan sorprendida, que no sabia que hacer, nunca espere esta reacción de su parte.

- Se puede saber que pretende con el príncipe. A caso, busca el puesto de princesa, porque déjame decirte que el príncipe no se casaría con la hija de un asistente… aunque quizás y quieras ser una concubina.

- Suélteme no tiene porque entrar a mi habitación.

- Aun trabajas para mi Aurora, no tienes porque comportarte asi, como una…

- Como una que… hable… ¿qué va a hacer? me va a insultar. Si trabajo para usted, pero usted no es mi dueño, si quiero puedo meterme con el príncipe o con un escolta… puedo…

- No te atrevas a desafiarme… no…

No aguante más, tenía tanta rabia, furia, confusión, sabia que él solo hablaba de lo celoso que estaba, pero… ya no pude mas y lo besé. Se que no fue mi mejor respuesta a ese trato, pero estaba tan cerca de mi rostro, había tanta pasión en sus palabras, un olor a madera, a licor, tanta fuerza y su voz mas profunda de lo normal, sus manos cada vez mas cerca de mi cintura…

Lo bese con pasión, sabia que con eso se iba espantar y saldría de mi habitación. Pero, no fue así, apretó su agarre y puso sus manos en mi costado, acariciando mi cintura y espalda, yo puse mis manos en su cuello y continuamos con los besos, hasta que quedamos sin aire. Nos soltamos por falta de aire, una mirada confusa y llena de lujuria.

- Aurora, será mejor que te prepares para el baile.

- …

Salió rápido de la habitación y ahí me quede, tendida en mi cama, con la mirada perdida.

- Wow ese hombre tiene que ser mío.

…

Salí de ahí y mi corazón parecía que se me iba a salir del pecho. Entre a mi habitación y me recosté en mi cama…

No se en que momento, este día se puso así…

Recuerdo que empecé a beber cuando la vi junto al príncipe riendo feliz, recibiendo unos horribles juguetes… se reía con todos, menos conmigo, vi como la miraban los hombres del pueblo, pero mi razón se perdió cuando la vi bailar con el príncipe… como este tocaba su espalda y ella sonreía, ¿De que hablaban?, que quería esta mujer, volverme loco, termine de beber la botella y la espere cerca de su puerta, vi caer esos peluches de sus manos cuando la sujete y la puse contra la puerta.

Ahora, no se que hacer, como la voy a mirar después de eso…

Me bañaré y alistaré para el baile, ya mañana nos iremos al ducado, allá será mas fácil manejar esto.