Te Amo A Pesar De...

Isabella...

Paul me dijo que iríamos a su departamento. Eso me hace sentir nerviosa y a la vez emocionada. Nerviosa porque se lo que va a pasar y sinceramente lo deseo. Y nerviosa porque nunca he hecho esto. Nunca me he arriesgado tanto, pero también sé que lo quiero y lo quiero con él. Le envié un mensaje a Mamá Natalia diciendo que no llegaré a dormir para que no se preocupe por mi. Si mamá Natalia. Esa mujer es como la mamá que no tengo. Se preocupa y está pendiente de mi, me abraza y me dice que me quiere mucho, me da besos en la frente, me dice que estará para mí cuando lo necesite. En fin ella es la mamá que jamás tuve ni tendré.

Subimos al departamento de Paul y siendo honesta y sincera, estoy asustada, tengo mucho miedo, pero no quiere decir que no quiero hacerlo. Por el contrario, deseo con todas mis fuerzas hacerlo. Sé que apenas acabamos de hablar esto hoy, por lo que supongo que detrás de la puerta no habrá nada romántico, pero ¡Oh sorpresa! Cuando abrió la puerta. Decenas de ramos de rosas, globos, chocolates, en fin... Todo estaba decorado como en una vieja película romántica que vi cuando era niña.

Yo en ese momento comencé a llorar. Nadie sabía lo que yo había deseado. Nadie porque ni siquiera a Gio se lo he dicho. Lloro porque esto es más de lo que alguna vez desee. Lloro porque no puedo creer que Paul sea tan hermoso, tan detallista y tan tierno con una mujer como yo. Y todavía viene y me dice ¡Perdona no haber tenido tiempo de hacer algo más! Esto fue la con ayuda de mi hermana.

En mi mente está la pregunta... ¿Qué tengo que perdonar, si todo está más que perfecto? Sigo llorando porque definitivamente él es hermoso. Entonces hablo... Una vez vi una película y la decoración era así como esta y desee con todas mis fuerzas que si alguna vez conseguía a alguien que hiciese esto por mi, moriría feliz. Y con esto verdaderamente me doy cuenta de que Paul es el hombre de mi vida. Ya no es solo por disfrutar la experiencia de estar aquí. Es porque él sin saberlo, lo mandó a hacer, aunque él no estuvo aquí haciéndolo, lo orquestó y lo hizo por y para mi.

De pronto comenzamos a besarnos, él dejaba estelas de besos en mi torso y juro por Dios que es lo más excitante que me ha pasado en la vida. Estoy disfrutando cuando él me quiere quitar el body. Le confieso que es un body, así que comenzó a quitarme el pantalón. Estoy temblando. Va a pasar... finalmente va a pasar y con semejante hombre. Siento como si fuese un sueño, pero sus caricias son demasiado reales como para pensar que es un sueño. Acaricia mis piernas y me dice algo que se marcó en mi corazón, y se tatuó en mi alma... Eres perfecta Isabella Spinelli. Jodidamente perfecta.

Veo mi reflejo en sus ojos. Me lo está diciendo a mí. No hay nadie más allí, no hay nadie más en sus ojos, solo YO. No puedo contener mis lágrimas y él al verlas, sube y me besa. Me besó y entre besos hipaba. Entonces con esos ojos tan azules que me derriten me miró y me preguntó ¿Qué pasa amor? Y no me quedó de otra que decirle la verdad... Que puedo creer que esto está pasando porque lo único que veo en tus ojos es a mi. Porque soy yo quien se refleja en ellos. Confesé. Entonces él sonrío y me dijo Y te juro que desde que te conocí no ha habido ni habrá nadie más que se refleje en ellos. Te amo a ti Isabella Spinelli, te amo y te juro fidelidad desde hoy hasta el día de mi muerte. Y aún después de la muerte seguiré tuyo. Y no necesito a un juez, a un reverendo ni a nadie más que a ti para hacerlo.

Sus palabras me dejan sin aliento ¿Se está casando conmigo o que?... Entonces creo que adivinó mis pensamientos porque inmediatamente me dijo Sí... Me estoy casando contigo hoy. Sin testigos, sin ceremonia, sin familia, sin nada. Solo lo más importante... TÚ Y YO. Ya más adelante lo haremos como se debe. Pero los votos y juramentos más valiosos te los estoy haciendo hoy. Y créeme chiquita... Mi palabra vale oro. Sonrío y vuelvo a chillar un abrazo nos une. Terminó de quitarme el pantalón y entonces me cargo estilo princesa y me llevó a lo que supongo es su habitación.

Al abrir la puerta, velas por todo el espacio y en la cama con pétalos rojos un corazón enorme se formaba. Y cuando nos acercamos, el borde de la cama decía Te amo Isa... Sonreímos los 2. Entonces me sentó en el borde de la cama, se quitó la camisa, el pantalón y quedó solo en bóxer. Lo hizo sin vergüenza alguna y bajo mi atenta y curiosa mirada. Paul tiene unas piernas sumamente marcadas, el abdomen como cualquier chico de revista fitness y hay algo que con ropa no se nota. Es super peludo. Tiene las piernas y el pecho afeitados, pero aun así, se le nota lo peludo que es.

Yo solo lo miré y cuando me di cuenta que estaba mirando de más, me sonrojé y miré hacia otro lugar. Se acercó a mi, volteo mi cara hacia él y me hizo mirarlo a los ojos. Soy todo tuyo y no tienes que avergonzarte de mirarme. Bajé mi mirada con vergüenza aún, pero entonces su voz se tornó un poco más gruesa y el tono era de mando. Isabella Volkov dijo y lo miré sorprendida. Bajo hasta quedar justo frente a mi y dijo... Ya te lo dije eres mía y yo soy tuyo. Quiero que mires y toques lo que quieras. Porque ahorita seré yo quien va a mirar y a tocar y puedo asegurarte mi amor, que no seré nada pudoroso.

Sonrió con perversidad y se volvió a levantar. Entonces yo también me levanté y lo miré. Miré su pecho absolutamente marcado por todas partes, detallé su abdomen que parece que está marcado en piedra y... Bajo su atenta mirada, me atreví a tocarlo... Toqué su abdomen, cuadrito por cuadrito, sus oblicuos también y me mordí el labio. Y pareciese que con eso llamé al diablo...

Parece que lo llamé, porque entonces me agarró y me besó, pero este beso no era para nada tierno, era demandante, exigente, su lengua escudriñaba todo de mi, mientras sus manos quitaban uno de los tirantes del dichoso body. Un sustito hizo que me quedara inmóvil, cosa que a él no le pasó por alto por lo que con una sonrisa lobuna me dijo... Ahora es mi turno de ver y tocar chiquita mía. Asentí y dejé que ya lo tenga que pasar, pase. No me voy a oponer ni a esconder más de esto tan intenso que siento por mi novio quien dice que es MÍO.

Fue bajando poco a poco el tirante y dejando besos mojados por donde pasaba. Mi piel se ponía como de gallina y él solo sonreía. Terminó de bajar ambos tirantes y mis chicas quedaron al aire. Obviamente, ellas no están como si fuesen de silicona. Están un poco caídas, pero Paul las está mirando como yo veo a un postre. Entonces las agarró entre sus manos y comenzó a besar y a chupar una y la otra recibió un masaje demasiado excitante. Aaaah... Salió de mi garganta sin yo quererlo. Él me miró y repitió la acción pero del lado opuesto... Uuuummm... volví a gemir sin tan siquiera pensar. Besos fueron cayendo en mi ombligo y mordiscos suaves y lo que yo siento sumamente sensuales se esparcieron sobre mi panza.

Entonces ya no me dejó estar parada frente a él, sino que me acostó sobre el corazón de pétalos y terminó de bajar el body, para encontrarse con un hilo dental negro. Ay chiquita... Eres una niña mala... Dijo con su voz aún más ronca de lo que ya se la había escuchado antes. Mira que prenda más chiquita tenemos aquí... Me encogí de hombros y entonces me volteó y una palmada llegó a mi trasero. Lo miré y vi en sus ojos algo que no había visto antes en nadie más. Me vuelves loco desde que te ví Isabella Volkov. No me dio tiempo a nada más cuando sentí que me estaba besando mi zona sur. Intenté cerrar las piernas, pero con sus fuertes manos lo impidió y dijo Disfruta amor... Disfruta.

Entonces fué cuando perdí noción de tiempo, de espacio y de todo lo demás y me dediqué a sentir. Sentí su lengua recorrer toda esa área, mientras me arrancaba suspiros y gemidos que se iban haciendo cada vez más y más intensos.