Una Luz En La Oscuridad

Luis- Saca los pasajes para mañana temprano

Hanna- ¿Pero no te ibas a quedar?

Luis- No, tengo que hacer algo pero vendré el próximo fin de semana para jugar con Dafne

Hanna- Está bien, ya los voy a sacar

- Al día siguiente, salimos a las seis de la mañana, dejé a mi hija con Carlos y sus padres ellos la cuidarian hasta mi regreso.

- Cuando llegamos, Luis se fue directo a su trabajo, yo fui a la casa de mi padre, pero al llegar tuve la peor bienvenida de mi vida.

Sol- ¡Hija!, te estaba esperando

Hanna- ¡¿Qué haces en la casa de mi padre?!

Sol- ¿Así me saludas?, no eres más que una mal agradecida

Hanna- ¡Papá!, ¡papá!, ¡¿donde está?!

Sol- Tranquila pronto lo verás, ¡Diego!

Hanna- ¡¿Qué?!

Diego- ¿Me extrañaste?

- Me sujeto con fuerza y Sol tapó mis ojos, como empecé a gritar Diego me inyectó un sedante, dejándome si fuerzas y adormecida.

- Cuando reaccioné ya estaba adentro de un auto, me estaban llevando al lugar donde tenían a mi padre.

Hanna- ¿A donde me llevan?

Diego- Vamos a ver a tu papito, ¡Ja ja ja!

- Cuando Diego me contesto de esa forma, sentí una fuerte opresión en el pecho... y dije por dentro... papá... lo siento.

- Al llegar me quitaron la venda de los ojos, entre empujones me metieron adentro de una casa vieja, allí se encontraba mi papá estaba todo golpeado tirado en el suelo.

Hanna- ¡Papá!, ¡¿que le hicieron?!

Diego- Ya vas a empezar, mejor te callas si no quieres que lo mate

Hanna- Papá estoy aquí, mírame por favor

Fran- Hija... lo siento no quería llamarte, pero me obligaron

Hanna- Esta bien papá, esto no es tu culpa, no lo es

- Después de un rato llego Sol acompañada de los dos tipos que participaron en el asesinato de Alex.

Sol- Por fin esta la familia reunida, agarren a ese inútil

Hanna- ¡Déjalo en paz!

Sol- Voy a contarte un secreto Fran, Hanna no murió por qué era su momento yo fui la que pagó a la enfermera para qué le inyectará la droga, por eso también se le apuró el parto, ja, ja, debí matar a tu hija también en ese momento

Hanna- ¡Estás loca!

Sol- No me hables así mal educada, no sabes como odio mirar tu rostro porque eres igual a tu madre. ¡AAA, las odio!, que le viste a ella Fran yo siempre fui mejor en todo

Fran- No puedes compararte con ella porque... no le llegaste nunca a los talones, ¡bruja!

Sol- ¡Cállate!

- Empezaron a golpear a mi padre sin parar y me obligó a ver como lo hacían

Hanna- ¡Ya no lo golpeen más, detengansen por favor!, ¡lo van a matar!

Sol- ¡Por supuesto que lo voy a matar!, ¡pásame el arma!

Hanna- ¡¿Qué?!, no, ¡nooo, por favor detente!

Sol- No supliques, no a mí

- Apuntó a mi padre y le disparó varias veces mientras se reía a carcajadas, luego se fueron dejándome con el cuerpo sin vida de mi padre.

Hanna- ¿Pa... papá?... ¡Papá!, ¡AAA... !

Sol- Déjenla con su papito, ¡ja, ja, ja!, ¡que nadie saque el cuerpo de aquí!, dejen que disfrute de la compañía del muertito

Hanna- ¡Te odio, maldita loca!, ¡nunca te lo voy a perdonar!... ¡nunca!

- Me abofeteo y luego dejo dicho que me golpearon cuando quisieran, uno de ellos me golpeó en el estómago diciéndome;

-Morirás como tu amado

- Salieron de la habitación burlándose de mí y mis días se oscurecieron por completo, al lado del cadáver de mi padre.

Hanna- Papá perdóname por no haber podido hacer nada... ¿porque soy tan patética?... que no pude ni siquiera salvar a las personas... que... lo eran todo para mí, ¿Dios donde estás?... te necesito... por favor cuida de Dafne

- Mis lágrimas no dejaban de caer sobre mi padres, mientras que del otro lado estaban festejando su muerte, empecé a sentir ira por esas personas, deseándoles lo peor todo el tiempo.

- Después de una semana recién se llevaron el cuerpo de mi papá, cuando lo sacaron entraron Diego y Amelia a la habitación y empezaron a lastimarme, entre golpes y cortes superficiales.

Diego- Llegó el momento de divertirse un poco amor

Amelia- Hola amiguita, creo que tendrías que haber muerto con Alex, pero tuviste suerte aunque ya no

Diego- ¡Ja, ja, ja!

Amelia- Nunca debiste meterte en el medio, él era mío y de nadie más, ¡maldita!

- Yo no tenía fuerzas para defenderme, solo quería que terminaran pronto...

- Me daban de comida pan y agua todos los días, con tristeza pensaba en mi niña y en los demás, parecía que estaba por morir, levante la mirada al techo y sonreí diciendo;

Hanna- Está vez no has venido por mi hermano... Ya no... quiero seguir... esperando en este infierno

- Hacia ya cinco meses encerrada en ese lugar, Sol se divertía ahogandome en una pileta cada vez que iba, Amelia me insultaba todo el tiempo mientras que Diego me golpeaba con un cinturón, vivía un calvario sin esperanzas de ver luz.

- De pronto escuché a Diego decir que me estaban buscando y que estaba en todos lo noticieros, en ese momento ellos se alteraron por lo que estaba pasando.

Sol- ¡Te dije que tenías que deshacerte de Carlos!

Diego- ¡Fueron tus matones los que fallaron, no yo!

Amelia- ¡¿Qué hacemos?!

Sol- Aún no sospechan de nosotros así que tenemos tiempo para pensar en algo

- En eso uno de los matones dijo;

-Me encontré a una escoria espiando

Amelia- ¡Luis!

Luis- ¡Sorpresa!

Diego- ¡Maldito idiota!

Sol- Déjalo por ahora, hay que ocuparse de algo más importante, ¡encierralo con esa tonta!

- Se abrió la puerta y metieron a Luis, cuando me vio se acercó diciéndome;

Luis- Lo siento, tarde mucho en dar con este lugar, Dios, ¿que te hicieron?

- Comencé a llorar de alegría y de temor por lo que le podía pasar al estar conmigo.

Hanna- ¿Cómo lograste llegar?

Luis- Se me ocurrió ir a las casas fuera de la ciudad con tu foto y preguntar por vos