Que puede salir mal si al morir extrañamente despiertas en el cuerpo de una completa villana que es cruel con su sexy esposo.
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Té
Al llegar a la mansión de la susodicha era obvio que a diferencia de las demás invitadas a ella no la esperaba en la entrada como solía ser la costumbre y en cambio una doncella fue la que la guió al jardín donde sería la fiesta.
Al acercarse y como era debido la mayoría de las mujeres le hicieron la reverencia, pero como suponía las que no se dignaron en levantarse fueron Silvia, sus seguidoras y una mujer que según sus recuerdos era la Duquesa Call.
Parece que no entendían su lugar, pero ella se los recordaría.
En el imperio sin importar quien organizó una fiesta de té la mujer que tenga el mayor estatus se sentará en una de las cabeceras de la mesa.
Ella al ser una duquesa tenía el derecho a sentarse en una cabecera, pero como se encontraba también otra de duquesa la anfitriona debería darle el sitio de ella, casa que Silvia no hizo.
No era muy común que haya más de una duquesa en un evento así, ya que los ducados estaban muy alejados entre sí como para encontrarse a menudo.
Por lo que como las mujeres más importantes de ahí la cabecera era un símbolo de poder.
La duquesa irradiaba arrogancia, pero a Celia no le afectó así que sin ningún reparo le pidió el asiento a Silvia la cual se negó y fingió llorar para atraer la lástima de las invitadas, y funcionó, ya que las malas miradas se fueron en contra de la que creían mala mujer.
Pero una mirada de Celia fue suficiente para que bajen sus cabezas y que Silvia se levante y le deje libre su puesto.
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<> Celia dijo esto con la clara intención de dar a conocer un supuesto embarazo.
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<<¿Está de acuerdo marquesa>> le preguntó con un tono de orden que funcionó de inmediato tanto que Silvia asintió.
Después de este tenso momento las sirvientas comenzaron a servir el té a las invitadas y las conversaciones empezaron.
Celia sabía que serían así estas reuniones, pero estaba a punto de insultar al montón de hipócritas que estaban interesadas en hablar mal de otras mujeres por algo como no poder tener hijos y las culpaban a ellas de no saber satisfacer a sus esposos.
Hubo muchas preguntas para ella, pero no consiguieron lo que querían que era dañar su reputación aún más.
Por supuesto que no faltaron las inoportunas que le preguntaron por su matrimonio y que esperaban que pierda la serenidad como siempre, pero se llevaron una sorpresa con la contestación de esta la cual aseguró que estaban mejor que nunca.
Pudo ver como la marquesa apretaba los puños y se mordía los labios ante la mirada de sus compinches y bajaba la cabeza para evitar que vean su cara enojada.
Celia no pudo evitar esbozar una risa le divertía tomar el control solo había alguien con quien eso no funcionaba y que al recordar lo que había pasado con él la noche anterior y sus mejillas se enrojecieron.
Benjamín se había encargado de darle algo para que su buena relación no tenga dudas y eso era el anillo que se les da a las duquesas y que la anterior Celia también se negó a usar.
Pero la causa del sonrojo era la manera en la que se lo había dado..la noche anterior.