Llega la segunda parte de Incondicionalmente. Está vez narraremos la historia de Ava, hija de Sam y James Sus hermanos Aiden, Ethan y Evan son parte importante de esta historia en donde el amor, las intrigas y los malos entendidos se harán presentes.
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Capítulo 6
El día tan esperado por Ava y sus amigas llegó. Se dirigen al aeropuerto, las espera un trayecto muy largo y han decidido viajar de noche.
Las tres eligen ropa cómoda y versátil, ya que el clima en Londres es diametralmente opuesto al que habrá en las Bahamas.
Hacen uso del jet privado qué pertenece a los padres de Ava. Afortunadamente, las tres duermen durante gran parte del vuelo.
Descienden del Jet, el calor y la humedad se hacen presentes. Abordan un auto qué las lleva directo al hotel.
Disfrutan del recorrido mientras admiran el paisaje. El mar posee toda clase de tonalidades azules qué se mezclan con el azul del cielo. Se respira aire puro y un ambiente relajado.
El cambio de clima es muy agradable para las tres, ya estaban cansadas de los días nublados y fríos de Londres.
El hotel es enorme e impresionante, no pudieron haber hecho una mejor elección.
- Este lugar, es increíble chicas- menciona Christy muy emocionada.
- Lo sé, seguro nos vamos a divertir mucho estos días- afirma Ava.
- Por favor, dejemos los dramas de lado- solicita Cloe.
- Es un trato, nada de dramas.
Hacen su registro en recepción y el botones las acompaña gasta su suite llevando el equipaje.
Alquilaron una de las suites más grandes, cada una tiene su propia habitación y comparten una hermosa sala de estar.
Toman una ducha y se preparan para salir a recorrer el lugar.
- Estoy encantada, estamos en el paraíso.
- Totalmente de acuerdo, Cloe.
- Y cómo todo paraíso, tiene muchos ángeles- dice Christy.
- No piensas en otra cosa, mujer.
- Estoy en todo mi derecho, Ava. Yo no ando en busca del amor, con un buen recolvon me doy por bien servida.
- ¡Christine!- gritan Ava y Cloe.
- No sean tan mojigatas, si me ven con algún galán, ignorenme y no se preocupen si no llego a dormir.
- Ok, no quiero seguir escuchando nada sobre tus posibles galanes.
- Opino lo mismo que Ava, mejor vamos a comer algo.
Eligen uno de los muchos restaurantes qué hay en el complejo y disfrutan de una buena comida.
- No sé ustedes, chicas, pero yo estoy agotada- comenta Ava- quiero irme a descansar lo que resta del día. Ya mañana podemos ir a la playa y comenzar a conocer los alrededores.
- Sí, también quiero descansar. ¿Qué dices Christy?
- Vayan ustedes, yo quiero ir a caminar.
- Ok, te vemos más tarde.
Las chicas caminan hacia los elevadores mientras hacen planes para el día de mañana.
A Ava la invade una extraña sensación, se siente observada. Se detiene y mira a su alrededor.
- Ava, ¿qué sucede?
- Nada, es algo tonto. Vamos.
- Dime qué pasa, estás actuando extraño.
- Sentí que alguien me observaba.
- Ava, el lugar está repleto de gente y seguro más de una persona nos ha observado.
- Te dije que era una tontería, vamos. Estoy algo paranoica.
Ava intenta relajarse, pero la incomodidad persiste.
Una vez en su habitación se queda profundamente dormida, despierta al día siguiente descansada y lista para disfrutar de la playa.
Busca a sus amigas para ver si ya están despiertas. Le alegra saber que Christy durmió aquí.
- Buenos días, Christy. No te escuché llegar.
- Tanto Cloe como tú estaban pérdidas. No quise despertarlas.
- Por favor, no te vayas a ir con cualquier desconocido. Es peligroso.
- Pareces mi mamá, venimos a divertirnos y el desconocido dejará de serlo cuando lo conozca.
- Ava tiene razón. No te arriesgues, estamos en un país desconocido.
- Ustedes son unas amargadas, son mis vacaciones y pienso aprovecharlas y divertirme al máximo. Si ustedes prefieren aburrirse, adelante. No cuenten conmigo. Y ahora me voy a duchar y a ponerme uno de esos bikinis qué compré para irme a la playa. ¿Vienen o se quedan?
- Vamos.
Salen juntas rumbo a la playa. Las tres quedan sin aliento, es una playa de aguas azules, cristalinas y arena blanca y suave.
Un camarero se acerca para tomar su orden, deciden tomar aquí el desayuno. Mientras llega se colocan bloqueador y se tumban cada una en un camastro.
- Pienso quedarme aquí el resto del día quiero broncearme y nadar.
- Concuerdo contigo, Cloe. Tú Christy, ¿qué harás?
- Yo pienso dar una vuelta por los alrededores o quizá encuentre a un chico atractivo aquí mismo que quiera llevarme a bailar esta noche.
- Pensándolo bien, también quiero ir a bailar. Preguntemos qué lugar nos recomiendan. ¿Te unes, Ava?
- Sí, me convencieron.
El camarero llega con la comida, las tres están hambrientas y además todo está delicioso.
Un par de horas después, Ava decide nadar para refrescarse. El agua tiene la temperatura idónea, entra lentamente en ella hasta que el nivel llega a su cintura. Se sumerge y comienza a nadar mar adentro.
Quince minutos después nada nuevamente a la orilla, está tan relajada qué no se percata de que alguien la observa a la distancia.
No era paranoia lo que sintió la noche anterior, ha llamado la atención de alguien que cada vez siente más curiosidad por saber quien es esa chica rubia qué le ha quitado el sueño.