es una historia conmovedora y apasionada que explora temas como el amor, la identidad y la aceptación. La novela sigue la vida de Orange y Geovanni, dos amigos de la infancia que se reencuentran años después y reavivan una conexión profunda que evoluciona hacia un romance intenso.
La trama gira en torno al descubrimiento de la sexualidad y la lucha por la aceptación en una sociedad conservadora. Orange, un joven introvertido, se siente atraído por Geovanni, un hombre seguro de sí mismo y físicamente atractivo.
NovelToon tiene autorización de HUGO VELAZQUEZ ORTIZ para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Piel Morena
Los días pasaban volando en Cuernavaca. Con la nueva tienda funcionando a pleno rendimiento y la vida en la ciudad cada vez más placentera, Orange y Geovanni disfrutaban de cada momento juntos.
Una tarde, mientras exploraban la colorida Colonia Tres de Mayo, Orange se detuvo frente a un puesto de comida callejera. El aroma de tacos al pastor y jugos naturales llenaba el aire.
"Geovanni, ¿te apetece una cena romántica?" preguntó Orange, con una sonrisa pícara.
"Después de un día como este, nada me haría más feliz", respondió Geovanni, tomando su mano.
Se sentaron en una pequeña mesa y pidieron tacos al pastor y jugos naturales. Mientras esperaban su orden, observaron a la gente pasar. Niños jugando, parejas paseando y músicos callejeros amenizando el ambiente.
"Me encanta este lugar", dijo Orange, mirando a su alrededor. "Es tan auténtico".
"A mí también", respondió Geovanni. "Es como un pedacito de México".
Mientras comían, compartieron historias y risas. Hablaron de sus sueños para el futuro, de sus proyectos y de lo agradecidos que estaban por todo lo que habían logrado juntos.
Después de la cena, continuaron caminando por las calles de la colonia. Entraron en una pequeña tienda de artesanías y se maravillaron con la belleza de las piezas de cerámica.
"Quiero comprarte algo", dijo Orange, buscando entre los objetos.
"No hace falta, mi amor", respondió Geovanni. "Lo más importante es que estemos juntos".
Sin embargo, Orange insistió y finalmente encontró un pequeño cuenco de cerámica con una hermosa decoración.
"Es perfecto", dijo Orange, entregándole el cuenco a Geovanni. "Te recuerda a la primera pieza de cerámica que vimos en Yucatán".
Geovanni sonrió y tomó el cuenco entre sus manos. "Lo guardaré siempre", prometió.
Mientras caminaban de regreso a su hotel, se tomaron de la mano y se miraron a los ojos. En ese momento, se sintieron más conectados que nunca.
"Te amo", susurró Orange.
"Y yo a ti", respondió Geovanni.
La luna brillaba en el cielo, y las estrellas parecían parpadear como pequeños diamantes. Orange y Geovanni caminaron lentamente, disfrutando de la tranquilidad de la noche.
Parte XI: Un Domingo de Cecina y Negocios
El domingo amaneció con un sol radiante en Cuernavaca. Los rayos dorados se filtraban por las ventanas de la habitación de hotel donde se hospedaban Orange y Geovanni, bañando la habitación con una cálida luz.
Orange se levantó de la cama y se dirigió a la cocina para preparar el desayuno. Mientras preparaba el café, escuchó su teléfono sonar. Era Geovanni, quien estaba en otra habitación atendiendo una llamada.
—...Sí, ya estoy al tanto de la situación. Tranquilo, vamos a encontrar una solución... Sí, te llamo en un momento.
Orange lo observó con una sonrisa. Geovanni era un hombre de negocios nato, siempre atento a los detalles y dispuesto a resolver cualquier problema.
Cuando Geovanni terminó la llamada, se unió a Orange en la cocina.
—Todo bajo control, amor. Parece que hubo un pequeño contratiempo con un envío, pero ya lo estamos solucionando.
—Me alegro mucho, mi amor. ¿Quieres un café?
—Por favor.
Mientras desayunaban, hablaron de sus planes para el día.
—Hoy me apetece mucho probar esa cecina que venden en la Colonia Tres de Mayo. ¿Te animas?
—¡Claro que sí! Además, podemos aprovechar para dar un paseo por el mercado.
Después del desayuno, se dirigieron a la Colonia Tres de Mayo. El mercado estaba lleno de vida y color. Los puestos de frutas y verduras, de artesanías y de comida callejera invitaban a explorar y a degustar.
Finalmente, encontraron el puesto de cecina que tanto ansiaban. El aroma de la carne asada llenaba el aire y hacía que se les hiciera la boca agua. Pidieron dos órdenes y se sentaron en una pequeña mesa para disfrutarlas.
—Esta cecina está deliciosa, ¿no crees? —preguntó Orange.
—Sí, es la mejor que he probado en mucho tiempo.
Mientras comían, hablaron de sus sueños y de sus proyectos futuros. Soñaban con expandir su negocio a otras ciudades de México y, eventualmente, a otros países.
—Me encantaría abrir una tienda en la Ciudad de México", dijo Orange.
—Y yo en Nueva York", respondió Geovanni. "Imagina tener una tienda en el corazón de la moda internacional".
Después de la comida, continuaron su paseo por el mercado. Compraron algunas artesanías locales y probaron diferentes tipos de dulces típicos.
Al final de la tarde, se sentaron en una banca en el parque y observaron la puesta de sol.
—Este ha sido un día perfecto", dijo Orange, tomando la mano de Geovanni.
—Estoy de acuerdo", respondió Geovanni. "Gracias por todo, amor".
Se besaron bajo la luz de la luna y se sintieron infinitamente agradecidos por todo lo que tenían. Su amor había florecido en un terreno fértil, dando lugar a un negocio exitoso, una vida plena y una felicidad inmensa.
Una semana había transcurrido desde su escapada romántica a Cuernavaca. Orange y Geovanni se encontraban en su tienda, sumergidos en los preparativos para su nueva colección. La tienda estaba llena de vida: el sonido de las máquinas de coser, las risas de los empleados y la música suave de fondo creaban una atmósfera relajante.
Orange paseaba entre los estantes, revisando cada detalle. De repente, sus ojos se posaron en una mujer que acababa de entrar. Era alta, de tez morena y con unos ojos que parecían dos profundos pozos de misterio. Vestía un vestido largo y fluido que resaltaba su figura esbelta. Observaba cada prenda con asombro y admiración, como si estuviera explorando un mundo mágico.
Intrigado, Orange se acercó a ella. "¿Puedo ayudarte en algo?" preguntó con una sonrisa.
La mujer se volvió hacia él y sus ojos se encontraron. Era hermosa, pensó Orange. "No, gracias. Solo estoy echando un vistazo", respondió ella con una voz suave y melodiosa.
"Soy Orange, el dueño de la tienda", se presentó él, extendiendo la mano.
"Monika", respondió ella, estrechando su mano. "Vengo de un pequeño pueblo en el municipio de Taxco. Pasaba por aquí y decidí entrar. ¡Todo es hermoso!"
Orange se sintió halagado por su cumplido. "Muchas gracias, Monika. Me alegra mucho que te guste".
Mientras conversaban, Orange se dio cuenta de que Monika era una mujer inteligente y cultivada. Hablaban de arte, de moda, de viajes... La conversación fluía con naturalidad, y Orange se encontraba cada vez más fascinado.
Monika, por su parte, no podía disimular su admiración por Orange. Era un hombre atractivo, inteligente y exitoso. Y además, tenía un aura de misterio que la intrigaba. Sin embargo, no sabía que Orange estaba casado.
"Debo irme", dijo Monika finalmente, con un ligero tono de decepción. "Pero volveré pronto a comprar más cosas".
"Será un placer atenderte", respondió Orange, sintiendo un pequeño pinchazo en el corazón.
Monika se despidió con una sonrisa y salió de la tienda. Orange la observó alejarse, perdido en sus pensamientos.
Esa noche, mientras cenaban, Orange le contó a Geovanni sobre Monika.
"Es una mujer muy interesante", dijo Orange. "Tiene un estilo muy particular".
Geovanni lo miró con una sonrisa. "Me alegra que hayas conocido a alguien nuevo. Pero recuerda que tienes a alguien muy especial esperando por ti en casa".
Orange lo abrazó. "Lo sé, mi amor. Tú eres lo más importante para mí".
A pesar de sus sentimientos por Monika, Orange sabía que su amor por Geovanni era más fuerte que cualquier otra cosa. Y aunque había disfrutado de la conversación con Monika, no tenía ninguna intención de cruzar los límites de su relación.
Al día siguiente, Orange se despertó con una sensación de paz. Había pasado una noche maravillosa con Geovanni y se sentía agradecido por todo lo que tenían juntos.
Mientras se duchaba, pensó en Monika y en la posibilidad de volver a verla. Se preguntó si ella sentía lo mismo que él. Pero luego sacudió la cabeza y se concentró en el presente. Tenía un negocio exitoso, una familia amorosa y una vida plena. ¿Qué más podía pedir?.
excelente historia diférente enamorada de tu trama 💯♥️♥️♥️🌹🇨🇴🤩🇨🇴🇨🇴🇨🇴🌹🌹