Nick es un hombre millonario, exitoso, guapo, y amable, alguien que lo ha tenido todo… Pero su pasado es mucho más gris y profundo que aquella fachada, porque años atrás, luego de perder la memoria, terminó en un orfanato donde la pasó abusos, humillaciones y problemas, pero gracias a la bondad de un hombre que lo adoptó, su vida mejoró. Sin embargo, ¿quién podría imaginarse que, aun así, le faltaba un obstáculo mucho más complicado que enfrentar? El amor llegó a su puerta, de una manera singular e incluso puede parecer incorrecta.
Por otra parte, Jennifer creció como una hermosa joven, que aunque no tenía a su madre, sí tenía un hogar lleno de amor junto a su padre y sus cuatro hermanos adoptivos. Sí, adoptivos, que aunque no tenían un lazo de sangre que los uniera, el lazo de la familia… o del amor, era más fuerte. ¿Qué es lo peor que podría pasar?
ESTA NUEVA NOVELA ESTARÁ LLENA DE EMOCIONES, PROBLEMAS Y CONFLICTOS… PERO IGUAL QUE EN MIS OTRAS NOVELAS, EL AMOR PREVALECE.
LOS AMO
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Capitulo 14 "Ignorando a Nick"
Al llegar a la planta de planificación junto al equipo de diseño, el señor Rutherford, quien es el gerente de diseño, se acercó algo agitado.
—¿Qué sucede, gerente Rutherford?
—Hay un problema en el servidor, señor. Parece que alguien instaló un virus potente desde el servidor principal y se extiende en la red provocando fallas. Empezamos a recibir críticas.
—Eso es un desastre —se adelantó Jen y se acercó rápidamente a la pantalla holográfica y empezó a trazar coordenadas y datos extraños hasta para los codificadores que miraban asombrados su agilidad—Aquí, esta es la dirección de envío, el virus fue codificado y creado aquí, alguien nos traicionó o algo así
—¿De qué hablas?
—Un virus de ese tipo, para tener la potencia, funcionalidad y rendimiento como el que tiene, tuvo que ser creado aquí con los recursos y la tecnología que tenemos. ¿Cuándo empezaron los fallos, señor Rutherford?
—Ayer en la noche, pero al inicio solo parecía una falla técnica de la red, por eso no era importante, pero desde hace unas horas hemos recibido muchas quejas y el servidor empezó a tener muchas fallas seguidas al punto de cambiar el contenido y burlar la seguridad. No se detiene.
—¿Los codificadores qué dicen sobre esto? —preguntó alarmado—¿ya intentaron con el software? La base de datos no se puede reiniciar, o hacer un antivirus efectivo. Se supone que esto no debería suceder —exclamé enojado y retrocedieron.
—Cálmate, ellos no son Dios para saber si alguien nos va a traicionar o no. Puedo hacer el antivirus yo, me llevará dos horas aproximadamente, pero necesito a alguien que sea muy bueno con el área para que me ayude a entrar a los servidores y burlar la ciberseguridad.
—Señorita, yo puedo ayudarla en eso.
—Muy bien, entonces ven aquí. Nick, ¿muévete? Por Dios, sé que eres el genio para los negocios y las matemáticas, pero la tecnología y el arte es lo mío, así que mueve tu trasero y confía en mí —salí de mi asombro de verla mandar como si fuera una líder, sonreí por sus ocurrencias.
—Muy bien, tú desarrolla el antivirus, iré a ver las cámaras de seguridad e investigar lo sucedido.
JEN
¡Qué maldita rabia!
Primero me esmero en verme bien para Nick, verme mejor de lo que me veo siempre para impresionarlo y el idiota apenas y lo nota. Luego llega una mujer con curvas bonitas de la nada y resulta que está enamorada de él, y ahora para colmo, si no solucionamos el problema rápido, vamos a perder usuarios y los inversionistas van a empezar a presionar.
No nos podemos permitir errores graves, o medios, ni siquiera mínimos. Nuestro imperio es tan grande que todos le temen, pero eso mismo hace que todos sean codiciosos y los accionistas parecen buitres que quieren tener más y más. Por eso Nick tiene tanta presión y le toca tener todo a la raya y en perfecto estado. No puedo dejar que esto le afecte.
¡Debo hacer ese antivirus como sea!
—Bien, entra a este servidor, aquí hay datos base de la app.
— Ok, pero primero necesito desarrollar y ver de que está compuesto el virus.
—Aquí tengo los datos, señorita Monroe.
—Gracias… eh…
—Lorenzo, aunque puede llamarme Enzo. Es un placer.
—Igualmente, Enzo —me sonrió cálidamente y seguimos trabajando, una y otra vez hicimos intentos e intentamos varias veces hasta que por fin funcionó. Hicimos una prueba y nos dio, así que rápidamente fuimos al servidor principal y colocamos la memoria con el antivirus camuflado con una actualización.
—Solo son 10 segundos —dijo Enzo mientras se subía la actualización—se actualizará por sí mismo, ahora. No necesita una nueva actualización.
— Muy bien, ahora solo queda emitir una disculpa a los usuarios y emitir un comunicado oficial de la solución en la nueva actualización.
—Ya estoy en eso… y listo.
—¡Eso! —chocamos las palmas y entonces pude ver atentamente cómo era. Y sí, es un chico bastante guapo, o bueno, es un adulto. Yo soy la “niñata” aquí. Tiene una tés canela, un poco de barba de solo unos días delineada, su mandíbula perfilada, y unos ojos cafés claros junto a unas cejas pobladas y pestañas que están más rizadas que las mías jajaja —muchas gracias, Enzo.
—Un placer, señorita Monroe.
— Por favor, llámame, Jenny. El «señorita Monroe» es muy diplomática. Solo soy yo.
—Muy bien, Jenny. Es un placer conocerte. Eres muy bella, si me permites decirlo.
—Gracias. Tú también eres apuesto —le concedí mostrando el pulgar, acercándome a la puerta para salir de la oficina—debo ir a buscar a Nick para ver qué avances hay, ¿vienes?
—Aaaah, ¿y eso no es clasificado? Digo ¿no?
—Bueno… ¿Eres el espía que quiso traicionarnos?
—Eh… no que yo sepa.
—Muy bien, entonces puedes venir. No soy tonta, Enzo. Ya miré tu laptop y busqué el lugar de donde fue creado el virus. Tu lugar de trabajo está limpio. Lo que sí es extraño es el cómo sabes tanto sobre poderse infiltrar en la seguridad de los otros servidores. No sé si eres… o muy ágil, o si deberíamos tener cuidado contigo.
— Vaya, así que no todo es una fachada. Dicen que eres una chica dulce y amable, pero también que eres solo alguien de apellido y suertuda
—Bueno, pues esta suertuda acabó de salvar la compañía de perder grandes sumas de dinero y prestigio. Así que dime por qué sabes tanto o no te gustarán mis maneras de investigar y acabarás mal. ¿Entendido? —Lo acorralé en la puerta, entonces él sonrió, pero en eso llegó Nick y nos miró extrañados con su mandíbula apretada — ¿Y tú qué me ves?
—¿Yo? ¿Se puede saber por qué lo tienes acorralado de esa mentira como si fuera una presa que estás a punto de comerte? ¿Y tú? —miró a Enzo de manera poco amistosa—¿se puede saber por qué no te has alejado de mi hermana? ¿Estás esperando una tarjeta de invitación o una orden de alejamiento?
—Ehhh, yo, señor, no, no es mi inten—se calló en cuanto Nick levantó su mano.
—Fue una pregunta retórica. Ve a trabajar, y tú —me señaló ¿Ya tenemos una pista del traidor. Encontré una manera de conectarse a tu teléfono, podremos rastrearlo, vamos.
—Iré contigo peor que conste, que es porque quiero, no porque te las des de mandón —enojada, pasé por su lado ignorándolo y me adelanté al ascensor
—¿Se puede saber qué sucede contigo? ¿Por qué estás enojada ahora?
—¿Yo?¿Enojada? Para nada.
—Pues recuérdaselo a tu rostro.
—Ay, pues perdón por no tener sonrisa de Miss Universo, no sabía que necesitaba sonreír para poder trabajar. En ese caso, ve a recordárselo a Matt a ver si él sí te obedece. En cuanto a mí, déjame trabajar en paz —salí del ascensor y entré a la sala de seguridad. Hay una señora encontrando la dirección del teléfono.
—Señor, aquí es la dirección; si quieren, enviaremos a nuestro equipo de seguridad.
—No, esto es más que algo contra la empresa. Yo me encargo-Nick salió de la oficina y lo seguí devuelta a la oficina. El resto de la mañana nadie dijo nada, hasta que mi estómago pedía comida a gritos. Vi la hora y eran las dos de la tarde.
—Señor Monroe, ¿puedo ir a almorzar?
—Claro, vamos juntos.
—No se ofenda señor, pero voy a ir con Lara. Además tengo guardaespaldas. Vuelvo en dos horas, jefe —salí dejándolo estupefacto, y vi a Lara, quien estaba haciendo unas llamadas. Al verme colgó y sonrió.
—Señorita Monroe, ¿necesita algo?
—Eh… de hecho tengo hambre y quería hacer enojar a Nick, no sé si logré la segunda, pero aún tengo hambre.
—Muy bien… aun así no entiendo en qué puedo ayudarle.
—Bueno, quería saber si quieres ir a comer conmigo.
—Oh, bueno… la hora del almuerzo pasó hace un rato y yo ya comí.
—Oh… en ese caso. ¿Quieres ir por el postre? —La vi dudar algo incómoda, entonces continué —sé que hemos tenido malos entendidos. Y a decir verdad, hasta ayer siempre creí que me querías estrangular, pero has sido extrañamente amable, así que… ¿Qué tal si tenemos una charla como personas civilizadas?
—Bueno, es verdad que hasta no hace mucho tiempo quería estrangularte, es más, hasta soñé con eso. Tu voz me parecía irritante, y tu presencia me daba ganas de vomitar. Por eso me aseguré de darte la idea equivocada de Nick y yo en tus quince años. Pero… — se acercó enojada, pero de la nada soltó aire y sonrió— Me di cuenta de que la obsesión e ir detrás de alguien que nunca se toma la molestia en toparme me va a ser vieja antes de tiempo. Aún me pareces irritante, pero sé que eres más que una niña rica con cara bonita de la cual su hermano está enamorada.
—Wow, wow, wow detente un poco. ¿De qué hablas? ¿Nick está, qué?
—Por Dios, ustedes están más ciegos que dora la exploradora.
—¿Sí, y tú te crees cruela de vil o qué? Habla claro que esto no es un rompecabezas.
—Pues solo es divertido cuando hay suspenso. Llevas enamorada de tu hermanastro, o lo que sea desde… bueno, desde que sabes lo que es que alguien te guste, y él lleva casi tres años encaprichado en negar que ve a su hermana como mujer y no como a una niña o la hermana que es. Así que aquí estamos, tu celosa de que una mujer se acabara de declarar ante él, y él mirando la posibilidad de aceptar conocer a alguien solo para alejarte. Ahora dime, ¿aún quieres ir por ese helado?
La escuché estupefacta. ¿Nick, sí me quiere? ¿Recordará que lo besé? ¿Ella cómo sabe todo eso?… No importa, aún y con todo eso, me agrada ella.
—Me agradas —admití finalmente.
—Pues tú a mí, no.
—Lo supuse. ¿Qué tal si para cambiar eso te tomas la molestia de conocerme y aceptar un helado? —sonrió y estrechó su mano
—Acepto —sonreímos y salimos directo al parqueadero donde está el auto de Nick… Aún no tengo mi carne de conducción, pero Brydelis me enseñó a conducir… No creo que esté tan mal ir a dar una vuelta en su auto.
—¿Al menos sabes conducir? Eres una niña —su mirada de desdén solo me motivó aún más.
—Pues deja que esta niña te muestre cómo se debe conducir de verdad. ¿Sabes cuál es la ventaja de ser “una niña rica, de cara bonita”? —expresé con sarcasmo sosteniendo la llave del auto que le quité a Nick cuando estaba descuidado —que siempre me te subestiman sin ni siquiera conocerte, y eso solo me motiva a aprender cuánta cosa se me ha cruzado en el camino. Y… me encantó la idea de cerrarle la boca a mi hermano Matt, cuando dijo que los autos eran demasiado para mí. ¿Nos vamos o vas a seguir dudando si soy lo suficientemente buena?
—Creo que ahora sí me agradas —sonreímos con complicidad y subimos al auto, bajé el capo y encendí el parlante. Esto será divertido.
...