Rhett trabajó mucho para convertirse en un cazador de criaturas de la noche, hasta que un día se entera que su compañero más leal es uno de ellos.
¿Qué hará ahora que tiene un vampiro a lado? Y aún peor, ¿por qué se ha enamorado de él?
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Más y más familia
Los labios de Daemon seguían sobre los suyos, podía sentir aquellas manos heladas subiendo desde su cintura hasta el pecho, levantando su camisa para explorar su cuerpo y haciéndole sentir como si Rhett fuera la criatura más hermosa en el mundo.
No habían ido más allá de unos cuantos besos y caricias, por alguna razón creían que todavía no era el momento y lo guardarán para su noche de bodas. Ambos esperan el momento con ansias, sobre todo Rhett, que se retuercen bajo el cuerpo del vampiro cuando siente aquellos besos húmedos ir hacia su cuello, lamiendo y saboreando sin cansancio.
Los colmillos de Daemon hacían todo mucho más excitante, Rhett sentía que en cualquier momento podría ser mordido y absorbido por él, claro que eso no le molestó, si llegara a suceder sería la persona más afortunada del mundo.
Abrazó a Daemon sujetando sus hombros para que continuara explorando su cuerpo, a él le permitiría hacer lo que quisiera con su cuerpo. El vampiro tenía el poder de armarlo y desarmarlo cuántas veces quisiera.
Los jadeos de Rhett se hacían cada vez más altos, incluso llegó a temer que Sirelle los escuchará en la habitación de lado. Teniendo eso en cuenta, Daemon tomó entre sus manos el pliegue de la camisa de su prometido y la levantó para colocarla en su boca, se sintió orgulloso de la vista espectacular que logró, como una pintura hecha para admirar, se tomó su tiempo memorizando cada detalle que pudo y volvió a dirigir su atención al cuerpo de Rhett.
Pero entonces sucedió algo muy, muy extraño, algo que no sucedió en toda la semana que llevaban allí. Rhett soltó la camisa de entre su boca y golpeó el hombro de Daemon para que se apartara de su cuerpo.
"¿Escuchas eso?", dijo Rhett, intentando volver a captar el sonido.
Inmediatamente, Daemon agudizó su olfato para buscar al culpable, olfateó y sí, es cierto, el aroma era poco perceptible en el aire pero allí estaba.
"¿Qué demonios es eso?", preguntó el vampiro levantándose de la cama. Se puso una camisa rápidamente para cubrir su torso desnudo y caminó hacia la ventana.
La luna estaba cubierta por nubes densas y oscuras, pronto caería una lluvia fuerte sobre ellos.
Apareciendo tras su espalda, Rhett se apoyó en su hombro y miró por encima de él.
No encontraron nada sospechoso, lo que los inquietó más.
Pronto unos toques en la puerta sonaron de repente, Rhett sabía que era su madre porque no había otra persona posible. Con los nervios de punta se dirigió a la puerta y la abrió con discreción, Sirelle entró sin pedir permiso, apurada y alterada.
Ella dio vueltas alrededor de la habitación mordiéndose las uñas "Hay algo allá afuera, puedo sentirlo. Seguro son los vampiros, no hay duda de que son ellos", su voz sonaba apresurada, miraba de un momento a otro la ventana y luego se apartó hacia un rincón para evitar la curiosidad de asomarse.
"¿Por qué lo dices, mamá?", pregunta con rapidez Rhett, si es así les espera un desastre de nuevo, "¿Los viste?".
La mujer niega con la cabeza, luce exaltada. Inesperadamente, ella se acerca a Daemon y con toda la fuerza que tiene levanta la voz "¡Esto es culpa tuya! Ahora no hay escapatoria, acabarán con nosotros".
Pero Rhett, colocándose frente a Daemon para evitar que su madre continúe gritando, un gesto que el vampiro agradece demasiado, responde "No hagas esto, tú no, eres lo único que me queda. Saldremos de esto, solo... Quédate aquí y nosotros nos haremos cargo".
Con paso decidido, Rhett toma a Daemon de la mano y lo saca de la habitación para dirigirse hacia la salida de la casa. La madera cruje mientras bajan las escaleras y Rhett luce enfadado por las palabras de Sirelle.
"Tu madre se llevaría bien con mi padre" dice Daemon buscando aligerar un poco el ambiente.
"Creo que se mataran en el primer momento en que se vean" contesta Rhett.
Toma una gran porción de aire antes de abrir la puerta principal, mira a Daemon y asiente, el vampiro le devuelve el gesto.
Dameon podía oler a lo largo de la casa el aroma de un oso, claro que lo percibió desde el primer momento en que puso un pie dentro de la casa. Fue fácil entender de quién se trataba, la madre de Rhett era una cambia formas después de todo, de ella provenían las habilidades de Rhett, lo que le sorprendió fue que se transformará en un oso de todos los animales posibles.
¿Y por qué eso era importante? Bueno, ese olor opacaba los demás y le hacía el trabajo más difícil para rastrear aquel otro aroma extraño en el aire.
Los árboles alrededor se veían tan inmensos y el bosque oscuro daba demasiada desconfianza, ambos se colocaron uno a lado del otro y se mantuvieron alertas. Las áreas de siembra estaban solitarias, pequeñas gotas de agua empezaron a caer del cielo.
Hacía tanto frío que Daemon temió que Rhett pesque un resfriado.
Unos pasos no tardaron en salir del negro bosque, se acercaban cada vez más y más, lo más extraño es que se trataba de una sola persona acercándose a su dirección. De quién sea que se tratase, estuvo esperando a que la pareja saliera y enfrentarlos directamente, en eso Daemon le dio un poco de crédito.
Pronto una cabellera rojiza y una piel pálida como un hueso se presentó frente a ellos, lucía una sonrisa burlona que Rhett reconoció porque se parecía a la de Daemon.
"Fue difícil llegar aquí, ya veo por qué mis estúpidos asistentes no encontraron ni rastro de ustedes, esta casa está demasiado aislada. Siento lástima por quien sea que viva aquí".
Daemon se paralizó en su lugar, no esperó que él se presentará. ¿Su padre pudo haberlo enviado? Sí, eso era lo más seguro. Temió por Rhett, su tío siempre fue un buen peleador y un formidable vampiro, ni siquiera él mismo podría hacerle frente decentemente.
"¿Qué haces aquí? Creí que estabas desterrado por patán" dijo Daemon.
El vampiro, que no lucía tan viejo como Ran, soltó una pequeña risa, "¿No es obvio? Vine por ti y también por mi cena, aunque agradezco el halago de mi lindo sobrino" hizo una pausa e inspeccionó a Rhett, un cambia formas que olía a perro, la boca se le hizo agua casi de inmediato.
(a que tienen malos sentimientos hacia él o hablan a espaldas de él)