Mestiza

Orión está en su habitación, apenas amanece, cuando recibe la visita del mensajero de su padre quien requiere su presencia de inmediato. Orión suspira, últimamente su padre anda con un genio de mil demonios. Así que rápidamente se alista para ir en busca de su padre y saber cuáles son sus órdenes.

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El rey Thalion se enteró de la presencia de la mestiza y ordenó su muerte de inmediato. A Orión le costó mucho convencerlo de que ella probablemente tenía información relevante sobre El Escuadrón y deseaba interrogarla antes de matarla. También le dijo que estaba bajo la protección de Calanta y que ella no iba a permitir su muerte.

Esta información no le gustó al rey, ya que no buscaba dañar la relación que tenía con la hechicera, de ella dependía su vida. Por otro lado, él deseaba a Calanta no solo como su sanadora sino como mujer, algo que mantenía en secreto, puesto que iba contra su discurso de pureza de sangre.

Aun así, la presencia de aquel ser híbrido lo molestaba sobre manera, le recordaba a su hija Mintaka y su historia con aquel humano. Estaba furioso, lo único bueno era la presencia de la dragona, el haberla conocido era grato para su corazón. ¡Era azul! Hace tanto tiempo que no veía a una dragona azul, era la esperanza para derrotar al dragón rojo que encabezaba a El Escuadrón.

Deseaba sobremanera tener un vínculo con la dragona, sabía que era muy joven aún, así que algún heredero de Alnitak podría vincularse con ella. Por ello había llamado al príncipe a su presencia. Tendría que casarse pronto con Lady Damantha aquella elfa de sangre pura, de familia fértil le daría hijos a Alnitak de inmediato y uno de ellos podría vincularse satisfactoriamente con la preciosa dragona.

Sabía perfectamente que no existía vínculo con la mestiza, los dragones deben tener al menos 5 años para poder marcar a un jinete. Hasta eso sus nietos podrían ser los elegidos. No era extraño que un dragón marcara a un niño.

Un golpe en la puerta hizo que las ensoñaciones del rey terminaran y lo vuelvan a tierra.

-Padre, ¿puedo pasar?- Pregunta Orión mientras abre la puerta y se asoma dentro de la habitación de su padre.

-Sigue Alnitak, tenemos mucho de que hablar y muchos preparativos.

-Dime Orión padre, cuántas veces debo repetirlo.- Responde un poco molesto.

El rey Thalion solo lo ve fastidiado

-Escucha es momento para que celebremos tu matrimonio con Lady Damantha, es una Elfa de linaje puro, tiene una hermana y un hermano, proviene de una familia fértil y podrán tener herederos tanto para Elvanar como para cuando recuperemos el Norte.

-Entiendo padre, pero recuerda que aún no tenemos el trono del Sur, no sabemos que sucedió con Caeli, ella podría regresar y aún casarse conmigo y así obtener el trono. O podría aparecer algún heredero. Solo han pasado como 18 años.

-No me hables de esa zorra, se fugó la desvergonzada quien sabe con que alimaña. Si aparece ya no será pura y si hay algún "heredero" podría ser mestizo y tú sabes que jamás un mestizo podría tener la corona.

-Padre eso era en nuestro reino en el Norte. Pero el rey Kael nos hizo realizar un juramento de sangre. Aún no hay pruebas sobre lo que sucedió con la princesa. Pondríamos nuestro linaje en peligro por romper un juramento de tal magnitud.

-Bueno de la coronación hablaremos después, el matrimonio es lo que interesa y ¡de los herederos!. Alnitak hay una dragona en nuestras tierras podría marcar a tus hijos, eso sería un orgullo. Debes desposar cuánto antes a Lady Damantha y hacerla cargar pronto con herederos. La luna Llena será pronto, podrías hacerle una visita prenupcial. Las Elfas son más propensas a concebir en Luna Llena.- Le guiña un ojo y ríe jocosamente.

A Orión ese último comentario no le causa gracia pero él ya había conversado de ese tema con Damantha, es más ya habían sido amantes hace tiempo, se conocían y se comprendían en muchos sentidos, ella era una Elfa ambiciosa, bella e inteligente. También tenía un gran dominio de su magia. Sería una buena compañera.

-Como ordenes padre, entonces preparé una cena para esta semana e invitaré a la familia de Lady Damantha. - No era una idea descabellada, pensó Orión conforme.

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Orión salió del palacio iba a ir directamente a hablar con Lady Damantha, pero tomó el camino hacia casa de Calanta, iba a explicarle a Amelia que esta semana no podían continuar con el interrogatorio y que se haría cargo Celethor.

Cuando Orión llegó a casa de la hechicera se dio cuenta que era una idea tonta el haber ido en persona pudo simplemente enviar a Celethor, pero se dijo así mismo que quería saludar a la hechicera, no porque deseaba ver a la mestiza.

Fuera de la casa de Calanta estaba Lía quien apenas resopló cuando él llegó, luego vio salir a la hechicera quien le indicó que quería hablar con él.

-Alteza qué sorpresa, no me diga ¿Vino a torturar nuevamente a la joven?

-Calanta buenos días, nadie ha torturado a la mestiza, si no recuerdas le salvamos la vida, exponiendo al reino ante el posible ingreso de una espía. El interrogarla era y es necesario.

-Bueno alteza, discúlpame sino comparto tus métodos, si deseas hablar con ella pueden hacerlo en mi presencia y en mi casa. Les puedo servir té y galletas

Orión hace una mueca divertido y replica: Tal vez en otra ocasión, está vez vendrá Celethor. No sé si a él le gusten tus galletas.

-Uff que mala noticia, mira alteza no creo que sea buena idea que ese viejo Elfo se acerque a Amelia, su rencor hacia ella puede provocar muchos daño. La joven ya ha sufrido mucho, no la expongas más al dolor. Los métodos de Celethor no son los más ortodoxos a él no le importa si daña la mente de quien interroga, tu ya la lastimaste al entrar a la fuerza. Ella te teme.

Orión baja la cabeza avergonzado. - Yo no quise remover recuerdos dolorosos, quería saber la verdad.

-Puedes hacer el hechizo de las intenciones además de conversar con ella. Eres hábil príncipe. No causes más daño.

Orión suspira y asiente. - Bien Calanta, hoy no habrá interrogatorio, tengo cosas importantes que arreglar. Enviaré a un guardia para que la vigile está semana.

-¿Toda la semana estarás ocupado?

-Si, puede ocupar esta semana para sanar y luego empezaremos a averiguar la verdad sobre su origen y si es aliada o no de El Escuadrón.

-Eso parece excusa majestad, sabes bien que no es una espía, es una joven asustada.

- Es una mestiza Calanta, su nacimiento mismo es una traición a la sangre Élfica y no podemos saber que oculta realmente.

-Bien alteza- responde cansada Calanta- Mira ahí sale ya Amelia, comunícale tu decisión. La hechicera la hace una pequeña reverencia y se aleja hacia su casa.