Lucia es una escritora en ascenso que debe presentarse a la boda de su ex amor platónico que se casara nada más y nada menos que con su hermana Amanda.
viviendo separada de su familia y los caprichos de su madre es obligada a asistir a la reunión familiar para la organización y reencuentro familiar.
el destino le mando un impresionante ejemplar masculino que no solo enciende su creatividad como escritora, sino que otras partes que creía dormidas.
Naguel un motero alto con fuertes músculos que hace suspirar a muchas mujeres se obsesiona con su momentánea pasajera. su cabello rojo como el fuego no solo despierta en deseo en él, sino que también su instinto protector.
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distracciones
Mientras la sostengo entre mis brazos,
protegiendo su sueño me imagino una vida junto a ella. Creo que le gustara mi
rancho, por lo que se le gusta la vida tranquila. Ha vivido en ese pueblo desde
que salió de su casa.
Muchas veces mi trabajo me mantiene
alejado de la tranquilidad, pero el de ella es remoto y no tendría
inconveniente en seguirme, porque tendrá que hacerlo. No creo poder vivir un
día sin saber lo que hace o donde esta.
¿Debería poner un rastreador en su
teléfono?
No, eso sería mucho.
Debo confiar en ella.
Bajo la mirada nuevamente y justo la
veo dibujar una sonrisa. ¿Qué estará soñando? Quisiera poder meterme en su
mente y ver si es conmigo con quien sueña y si no es así encargarme de que así
sea.
Estoy loco.
ꟷNaguel ꟷla escucho decir en un
susurro y suelta un suspiro. Me quedo duro mirándola, no ha despertado por lo
que sigue dormida.
Miro hacia el horizonte sintiéndome el
hombre más afortunado del planeta, está soñando conmigo y por como sonríe debe
ser algo bueno.
Escucho pasos a mi espalda y me pongo
en alerta, no quiero que me la roben. Miro hacia atrás para encontrarme con la
mirada de mi futura suegra.
Esa mujer no me quiere ni un poquito.
Se que mi aspecto puede dar una
opinión herrada de mí, a primera vista parezco un mendigo. Y es como ella me
llamo, por lo que sigo siendo un mendigo a pesar de que las tierras donde se paseó
todo el día son de mi propiedad, sin contar, además, los hoteles casino que
poseo.
No voy a mentir, soy asquerosamente
rico, tengo propiedades que ni recuerdo, pero lo mío son las motocicletas. Es
una suerte que la gente que maneja mis finanzas es de suma confianza de lo
contrario no sabría qué hacer.
Amo mi vida en la montaña, alejada de
todos, sumergido en grasa reformando y manipulando motocicletas o diferentes
motores.
Todos mis negocios o situaciones que
ameritan mi presencia, lo manejo de manera virtual, con mi encargado o asistente
y solo en caso de mera importancia doy la cara.
Digamos que soy el jefe fantasma.
ꟷQue costumbre de esta niña ser tan
confiada ꟷgruñe su madre al pararse frente a nosotros.
Al parecer siente su presencia porque se
remueve incomoda, la aprieto más a mi disimuladamente para que se relaje.
ꟷNo se preocupe señora que yo la cuido
ꟷmurmuro mirando el rostro de mi princesa.
ꟷEse es el problema, sin ofender, pero
no sé qué le podría ofrecer un tipo como tú a mi niña ꟷsuelta adivinando mis intenciones
con su hija.
ꟷPues más de lo usted cree ꟷmurmuro
enfrentando esa mirada codiciosa.
ꟷNo si puedo evitarlo ꟷdice y casi me
rio en su cara, si supieraꟷ. Vamos hija ꟷchilla la mujer haciendo que mi
princesa se remueva entre mis brazosꟷ, hora de ir a casa ꟷinsiste, pero sin
tocarla, es como si supiera que si le pone un dedo encima mientras yo la
sostengo le saltaría encima como si fuera un perro rabioso, por más que sea su
madre.
Ella se remueve y abre los ojos, me
mira y luego mira a su madre.
ꟷ¿Mama? ꟷmurmura y suelta una risita
que me pone duro de solo escucharla, todavía está algo achispadaꟷ Te ves mas
vieja con esa cara ꟷdice hipando.
ꟷVamos a casa, todavía estas algo
borracha ꟷdice su madre y se acerca extendiendo su mano y de mi pecho sale un
rugido que frena su movimiento.
ꟷ¿Mi lobo feroz está enojado?
ꟷpregunta levantándose de mi regazoꟷ Me llevas al hotel, creo que estoy algo
mareada ꟷmurmura ignorando completamente a su madre.
ꟷLucia… ꟷchilla la mujer mayor.
ꟷMa… me duele la cabeza, solo quiero
descansar en mi habitación del hotel ꟷdescarta la última palabra y vuelve a
concentrar su mirada en la mía que le sonríe a su madre porque esta partida la
gane yo.
ꟷSi, nena ꟷrespondo poniéndome de pie
tendiendo mi mano para que la tomeꟷ. Soy tu conductor asignado después de todo.
Nuevamente su risa manda un choque
eléctrico por todo mi cuerpo que me recorre desde la punta de los dedos de mis
pies hasta los cabellos y regresa para concentrarse en mi miembro ya
endurecido.
Al tomar mi mano extendida a firmado
un pacto silencioso y ya soy dueño de todo lo que la forma.
Mientras su madre protesta, salimos
tomados de las manos hasta donde mi motocicleta esta estacionada esperando por
nosotros. Se que ya la ama tanto como yo.
Se suelta de mi mano y toma el casco
para colocarlo mientras me devuelve una mueca de felicidad en su rostro
somnoliento.
ꟷ¿Qué estabas soñando? ꟷle pregunto y veo
como sus mejillas se colorean.
Mi victoria interna se agranda al
igual que mi ego, sabiendo que logre ponerla incomoda.
ꟷEstaba soñando contigo ꟷdice y admiro
su valentía para admitirloꟷ. Se que hablo dormida y es muy probable que te haya
mencionado de allí tu pregunta.
Chica inteligente, sonrío encendiendo
la motocicleta y espero que se agarre fuerte a mi pecho.
Sus cálidos brazos pasan por mis
costados y se afirman cuando se ajusta a mi espalda.
El cavernícola que habita en mi ruje
por tenerla más cerca de mi corazón, para que sepa que es ahí donde debe vivir
y haciendo un movimiento rápido, paso mi brazo por sus costados al moverme
levemente hacia atrás, engancho su cuerpo con mi agarre y la arrastro para
tirar de ella y tráela al frente.
Ella jadea por la sorpresa y levanta
la mirada para encontrase con la sonriente mía. Tomo sus piernas para que
rodeen mi cadera, sigo su talle y posando mis palmas en su trasero la atraigo
más a mi haciendo que en el proceso su centro choque con el mío, note mi rigidez
y suelte un gemido.
ꟷDijiste mi nombre entre sueños y así
me tienes desde entonces ꟷdigo y la suelto para tomar el mando de mi
motocicletaꟷ. Creo que fuera lo que fuera que soñabas se cumplirá ni bien
lleguemos al hotel ꟷel motor resuena en el silencio de la noche, nuestros
cuerpos se estremecen por las vibraciones, la miro y le sonríoꟷ. Agárrate
fuerte nena.
ꟷSiempre ꟷmurmura apoyando su cabeza
en mi pecho a la vez que su agarre se hace más firme.
Mientras conduzco al hotel me siento
el puto amo del mundo con mi chica entre mis brazos.
Llegamos y me dirijo directamente al
estacionamiento que es subterráneo. Por suerte hay una conexión con el ascensor
desde aquí por lo que no necesitamos entrar por el lobby.
Bajo de la moto con ella en mis
brazos, no la dejo tocar el suelo. Sosteniéndola en un solo brazo le quito el
casco y me quito el mío mismo, lo dejo todo y sin mediar palabras camino hasta
el ascensor.
ꟷPuedo caminar por mí misma ꟷmurmura.
ꟷLo sé, pero yo te puedo llevar ꟷme
acerco a su oídoꟷ. Además, necesito disimular lo que provocas en mi ꟷme aparto
un poco para verla sonrojada escondiendo la cara y soltando una risita.
Estoy empezando amar ese sonido, es
como el canto de una sirena, me hechiza. Pero parece que mi princesa quiere
jugar con fuego porque me toma de los hombros y comienza a brincar, la fricción
que genera es una completa tortura para mi entrepierna y mi agarre en su trasero
pegándola más a mí la frena de golpe.
ꟷPapi ꟷgime en mis labios y yo pierdo
la cordura.
Aprisiono su cuerpo contra la pared
del aparato y ataco su boca a la vez que mis manos quieren arrancarle la ropa,
pero me detengo justo en el momento en que las puertas se abren y sin soltarla
corro a nuestra habitación.
Todo va bien, nuestras ropas salen
volando, nuestras manos rozan la piel ardiente de cada uno, mi boca se deshace
en la de ella y los gemidos de ambos resuenan en toda la habitación.
Los pasos nos llevan hasta la enorme
cama que está a nuestra disposición, ella cae como la diosa que es, sus piernas
se abre enviándome a rezarle una plegaria y ahí voy cuando la puerta de nuestra
habitación resuena congelándome en el acto, dejándome indeciso y agitado.
La bestia palpita y quiere seguir
adelante pero el odioso golpeteo no se frena y soltando un insulto tomo mis
pantalones para ver quien detiene nuestro momento.
ꟷLo siento ꟷmurmuro.
ꟷVe y vuelve rápido ꟷsu voz suena
agitada y me toma más de lo debido alejarme de mi Diosaꟷ ¡Naguel! ¡rápido! ꟷexclama
mi futura esposa y con una sonrisa petulante me alejo para matar a quien sea
que este tocando la puerta.
ꟷ¡Al fin abres! ꟷdice mi hermano pasando
con un cartón de cervezas, seguido de él mi amigo Marcos y Raúl.
ꟷ¿Dónde creen que van? ꟷme quejo
tratando de detener sus avances, tengo a mi Diosa esperando tendida en mi cama,
no necesito más distracción.
ꟷDonde más, hay un partido que ver
ꟷdice mi hermano abriendo la heladera del minibar, mierda, lo había olvidado.
Es un ritual para nosotros siempre que
estoy en la ciudad reunirnos para ver el partido, que ocasionalmente se da
justo en este momento y como nunca estoy maldiciendo mi suerte.
ꟷ¿Desde cuándo usas vestido? ꟷpregunta
Marcos levantando el pantalón corto de Lucia, el bruto no sabe diferenciar un
pantalón de una pollera.
Se lo arrebato de las manos soltando
un gruñido.
ꟷ¿Ese no es el short que tenía puesta…
ꟷno lo dejo terminar porque mi mirada amenazante le corta las palabras.
ꟷ¿Acaso escondes una mina aquí?
ꟷpregunta Raúl queriendo llegar a la habitación y lo freno reteniéndolo por su
brazo.
Mi hermano se burla de mí, él sabe
bien que ella está en la habitación y por nada del mundo alguien la vera, eso sí
puedo evitarlo.
ꟷNo se muevan ꟷseñalo y camino de
vuelta a la habitación.
La mirada divertida de mi chica me
hace suspirar y trepo a la cama para llenar su cuello de besos, sus manos trepan
por mi pecho, y llegan a mi cuello afirmando la unión de nuestras bocas cuando
atrapo sus labios.
Un leve tirón de su labio inferior
hace que gima y enrosque sus piernas en mis caderas.
ꟷLo siento princesa, olvide que
vendrían mis amigos y mi hermano para ver el partido ꟷdigo mientras bajo y dejo
un camino de besos deteniéndome en el montículo rosado de sus pechos.
ꟷ¿Puedo ver el partido con ustedes o
pretendes mantenerme escondida? ꟷpregunta, pero sigo bajando y muerdo su
ombligoꟷ ¡Naguel! ꟷsuelta en un gemido.
ꟷ¡Hay Naguel! ꟷse escuchan las risas
de mis amigos junto a la de hermano.
ꟷ¡O si! ꟷmás burlas.
ꟷTe mantendría atada para que nadie te
vea y así nadie te podría robar ꟷadmito llegando al centro del elixir.
ꟷMe gusta la idea de que me ates, pero
que sea más tarde ꟷmurmura con la voz ronca.
ꟷMe gusta como piensas ꟷdigo
escaneando esta parte de su cuerpo para más tarde darme un festínꟷ. Ahora mueve
ese bonito trasero y levántate antes de que me arrepienta.
Me aparto de la tentación con una
carpa en mis calzoncillos y me coloco una remera junto con unas zapatillas deportivas.
Ella se viste y amarra su cabello en
una coleta y salimos de la habitación, ella detrás de mí.