Entre Dos Mundos: El Encanto De La Mitad Y Mitad

A la mañana siguiente después de que todos se encontraban recuperados y llenos de energía, empezaron a planificar una estrategia para derrotar a Melissa y el resto de los cazadores.

Liz y sus amigos se encontraban reunidos en la sala.

"Necesitamos un plan que evite eliminar a Melissa."- dijo Liz, su voz firme pero cargada de preocupación. -"Melissa es más peligrosa de lo que jamás imaginé. No podemos subestimarla, ni a sus compañeros."

"La última vez nos salvamos por pura suerte, no podemos seguir a la defensiva o moriremos. Si atacamos ahora, podríamos sorprenderlos."-Dijo Kai algo decidido.

Basil, que estaba sentado junto a Liz, asintió.- "Es una buena idea, pero necesitamos asegurarnos de que Melissa no tenga tiempo de reaccionar. Liz, ¿puedes usar tu magia para crear una distracción?"

Liz asintió, sus ojos centelleando con determinación. -"Sí, puedo invocar una neblina para confundirlos. Eso debería darnos el tiempo necesario para atacar."

Sirius, quien había estado en silencio hasta ese momento, se inclinó hacia adelante.- "Liz, ¿Qué pasa si Melissa no se contiene esta vez? ¿Sacrificaras a todos por ella?."

Liz respiró hondo.- "No lo haré, Sirius. Esta vez nadie correrá el riesgo, la idea es salvar a Melissa pero si la vida de alguno esta en riesgo, no voy a dejarlos morir. No tenemos otra opción, más que confiar en que el plan funcionara. Necesitamos dividirnos. Kai, tú y Demian iran al frente de su casa. Sirius, Basil y yo nos infiltraremos desde atrás para enfrentarnos a Melissa, porque seguramente estará en el sótano."

Kai asintió, aceptando la responsabilidad.- "Entendido. Demian y yo nos aseguraremos de mantener a los cazadores ocupados."

Demian miró a Liz con preocupación. -"Ten cuidado, Liz. Melissa no dudará en usar cualquier ventaja que tenga contra ti, a pesar de que fueran mejores amigas."

"Lo sé." -respondió Liz, con voz suave y decidida. -"Pero también sé que esta es nuestra mejor oportunidad para detenerla."

Con el plan en marcha, todos se prepararon para la confrontación. Liz se dirigió a una pequeña habitación en la parte trasera de la casa, donde su mamá guardaba sus ingredientes mágicos y artefactos de bruja. Tomó un cristal azul brillante y comenzó a murmurar un hechizo, sintiendo cómo la energía se acumulaba en su interior.

Mientras tanto, Kai y Demian se ponían de acuerdo, para evitar errores y asegurarse de que estuvieran listos para el ataque. Basil se quedó cerca de Liz, observándola con una mezcla de admiración y preocupación.

"Liz, sé que esto es difícil para ti." -dijo Basil en voz baja. -"Melissa era tu amiga. No puedo imaginar lo que estás sintiendo ahora, sin embargo, seré muy claro contigo, si tú vida está en riesgo no dudare nu un segundo en acabar con ella, para salvarte."

Liz terminó el hechizo y guardó el cristal en un pequeño bolso. -"Es difícil para mí."- admitió, sus ojos llenos de dolor. -"Pero también sé que ella eligió este camino. Y ahora, es mi deber detenerla antes de que cause más daño, pero entiendo, no te preocupes por mi, no dejare que eso suceda."

Basil asintió, mientras procedía a abrazarla como si de una despedida se tratará.- "Estaré siempre para ti. No importa lo que pase, no estás sola."

Liz sonrió débilmente, sintiendo una oleada de gratitud hacía Basil.- "Gracias, Basil. Ahora, vamos a terminar con esto."- dijo Liz mientras se separaban del abrazo.

Con el plan establecido y su determinación renovada, todos salieron de la casa, listos para enfrentarse a Melissa y sus cazadores. Sabían que la batalla sería dura, pero también sabían que juntos, tenían una oportunidad de triunfar.

Liz los guió a la casa de Melissa, situada al otro extremo de la ciudad. Aunque la distancia era considerable, no tardaron mucho en llegar. Una vez afuera, comenzaron con el plan. Parecía que Liz sabía cómo reaccionaría Melissa. Brenn estaba en la parte delantera, custodiando la puerta.

La mirada de Brenn se cruzó con la de Kai y Demian. Sabiendo que no dejaría escapar al resto tan fácilmente, Liz utilizó su hechizo de niebla, haciendo que Brenn los perdiera de vista.

"¡Aldric! ¡Melissa! ¡Están aquí!"—gritó Brenn para alertarlos.

"¡Rayos! Ahora seremos descubiertos."—dijo Liz a Basil y Sirius mientras se escabullían hacia la parte trasera de la casa, dirigiéndose al sótano.

"Tranquila, Liz, no hay de qué preocuparse. Ya lo tenía previsto." —dijo Basil con seguridad.

"Gracias, aunque quería tomarla por sorpresa." —respondió Liz, algo preocupada.

Cuando llegaron a la parte trasera de la casa, se toparon con Melissa, que salía del sótano, impidiendo tomarla desprevenida.

"Así que me ahorraron la molestia de ir por ustedes."—dijo Melissa, mirando fijamente a Liz.

"Solo quiero hablar." —respondió Liz, algo nerviosa.

"¿Hablar de qué? ¿De cómo me mentiste durante todos estos años? ¿De que ahora debo deshacerme de ti? Dime, Liz, ¿disfrutaste viéndome la cara todo este tiempo mientras yo fui sincera contigo?"—dijo Melissa, llena de ira, rabia, tristeza y decepción.

"Siempre quise ser sincera contigo, Mel. Solo que no encontraba la oportunidad, y cuando me hablaste de tu legado, toda esperanza de contarte se desvaneció." —dijo Liz con remordimiento.

"No mientas. Yo te amaba, Liz. Te amaba como a una hermana, pero ese amor se ha vuelto odio. Por eso me fui ese día, no podía soportar la idea de que fueras igual que ellos. No quería creer que todos estos años fueron solo una farsa." —dijo Melissa con un nudo en la garganta.

"Mel... lo lamento tanto, pero podemos arreglar todo esto y empezar de nuevo. No necesitamos seguir peleando."—dijo Liz con voz temblorosa.

Melissa negó con la cabeza mientras una lágrima caía de su rostro, colocándose en posición de combate. Al ver esto, Basil y Sirius también se pusieron a la defensiva, listos para contraatacar.

Melissa desató un ataque de sombras que parecía una tormenta. El cielo empezó a oscurecerse, y remolinos poderosos se dirigieron hacia Liz. Basil se colocó frente a ella para protegerla, y de repente contraatacó con una ráfaga de viento que empujó los remolinos de Melissa, devolviéndole su ataque.

"¡Cómo te atreves!"—gritó Melissa.

En ese momento, Aldric se unió a la batalla para ayudar a su líder, invocando ráfagas de fuego oscuro dirigidas a Sirius. Este esquivaba los ataques a una velocidad impresionante, gracias a su naturaleza lobezna. Logró acercarse lo suficiente a Aldric para golpearlo en la cara con tanta fuerza que lo lanzó contra una de las paredes de la casa, haciendole un enorme agujero en la pared. Aldric, un poco desconcertado, se levantó rápidamente sacundiendose los escombros y cubrió sus manos con sombras espesas como guantes de boxeo. A una velocidad increíble, se acercó a Sirius y le lanzó una ráfaga de golpes, solo se escuchaban los silbidos que cortaban el aire porque Sirius esquivaba todos los golpes con una agilidad impecable. Los contraataques eran tan rápidos que solo se veían sombras entre ellos, acompañadas de los impactos "bam" y "pum"al chocar.

Mientras tanto, Melissa seguía atacando a Liz y Basil sin intención de tregua. Al ver que sus ataques de sombras no funcionaban, susurró palabras en un lenguaje antiguo y en un instante se clonó. Aunque el clon de sombra no era tan poderoso como ella, se acercó y golpeó a Basil. La batalla se intensificaba y los estruendos se escuchaban como en la pelea de los otros dos. La Melissa original se acercó a Liz, atacándola con toda su fuerza. Liz, que no era buena en el combate cuerpo a cuerpo, tenía dificultades para contener los ataques mientras intentaba razonar con ella.

El lugar se había convertido en un campo de batalla sobrenatural. Por suerte, el cristal que Liz llevaba en su bolsa impedía que el daño saliera de la propiedad, creando una barrera invisible que disimulaba un día tranquilo fuera de ella. Así, todos combatían fervientemente: por un lado, Demian y Kai intentaban detener a Brenn; por el otro, Sirius, Basil y Liz peleaban contra Aldric, Melissa y su clon.