Mi bebé, mi amor esa eres tú y nadie mas que tú....
Eres la dueña de mi corazón y todo mi ser, amo todo de ti...
Ojala y lo hubieras escuchado... te perdi por idiota.
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CAPITULO: QUIERO QUE SIGAS EN MI MUNDO
Al día siguiente Rebeca junto a su padre fueron a recoger el cuerpo de su Liliana a la morgue del hospital, mientras esperaban el médico que estuvo a cargo de Liliana les pidió hablar con ellos, donde les informo que Liliana estaba embarazada.
_ Que está diciendo doctor como es esto posible.-comento Rebeca atónita.
_ En los días que mi hija estuvo hospitalizada no mencionaron nada sobre esto.
_ Yo entiendo, lo que pasa es que cuando su hija fue internada le sacaron sangre para distintos análisis, y como sabe algunos análisis toman días y en este hospital hay muchos pacientes en espera de sus resultados.
Pero en caso de su hija al tratarse de una emergencia, saltamos la lista de espera y lamento decirles esto, pero los resultados de su hija se extraviaron antes de ser puestos en el sistema por lo que tuvimos que realizar otra prueba en este caso yo mismo me encargue de ello y ese fue el resultado.
_ ¿Cuánto tiempo tenía el bebé?.
_ Se calcula que entre 3 a 4 meses.
_ Pero mi hermana, ella no tenía mucha...
_ Eso era de esperarse, su hermana estaba pasando por un caso de desnutrición, por lo cual el bebé no estaba recibiendo los nutrientes necesarios para su desarrollo.
Ese día no solo se llevaron un cuerpo a casa, sino dos. Esto solo fue una gota más de limón a la herida.
La velada del cuerpo de Liliana se realizó en casa de Rosa, mantuvieron en secreto sobre el embarazo de Liliana y pusieron el pequeño resto de su bebé dentro de su ataúd en una pequeña cajita.
La velada duro tres días, varios familiares tanto cercanos como lejanos vinieron a acompañar a la familia en su dolor y darles el pesame.
Amigos, conocidos y algunos empleados que eran cercanos a Liliana se acercaron a dar el pesame a la familia por su perdida, a la velada también se presentó Mariana con un poco de recelo, ya que temía no ser bienvenida.
Aunque en un principio Rosa no la quería allí, fue persuadida por sus hijos. Al lugar también llego Joshua con un gran ramo de flores las favoritas de Liliana, pero al igual que las veces anteriores no le permitieron verla.
El rencor que la familia tenía contra él, crecía cada vez que lo miraran, Mariana tuvo que intervenir antes de que matasen a su hijo a golpes.
Al tercer día de la velada Rebeca cito a Joshua.
_ Mi madre esta descansando y mi padre esta junta a ella, los gemelos salieron con mis tios. En el salón esta casi vacio, solo están algunos vecinos y amigos
_ Gracias Rebeca, Muchas gracias.
_ No me lo agradezcas. Entra y sal rápido.
Joshua apresuro sus pasos asta donde se encontraba el cuerpo sin vida de Liliana, no pudo contener las lágrimas al ver la piel pálida de su amada.
Rebeca lo observaba a lo lejos, cuando se percató de la presencia de su madre quien al ver a Joshua arremetió contra él.
Culpándolo de la muerte de su hija, fue aquí donde Joshua se enteró del embarazo de Liliana, fue una bomba más que exploto dentro de él, todo su arrepentimiento y dolor se triplicaron.
No solo habia perdido a la mujer que amaba, sino también a su hijo, un hijo que ambos anhelaban tener; con ayuda de Rebeca quien pudo contener a Rosa Joshua salió del lugar más devastado que nunca.
Estuvo manejando por horas sin rumbo ni destino...
_" Liliana... Mi bebé... ¿Por que termino a si?¿Por que?".
Mi amor, ¿Por que me dejaste?.-susurro entre lagrimas.
No me dejes por favor, vuelve... Vuelve a mi lado... Me dejaste solo... Incluso te llevaste a nuestro hijo contigo...-murmuraba de manera divagante.
El teléfono de Joshua sonaba con frecuencia, las llamadas y mensajes de su madre, hermanos y Cecilia inundaban su celular.
El entierro de Liliana se llevó a cabo en la mañana, todo aquel que la conocía vino a darle su último adiós, entre medio de llanto, dolor y frustración.
No fue asta unos días después de su entierro que Joshua se acercó a su tumba.
Con un gran ramo de rosas rosadas, las favoritas de Liliana.
_ Perdón por venir asta ahora bebé; Realmente quise venir antes, pero tu mamá estuvo viniendo seguido y sé que no quiere verme ni en pintura.-decía mientras colocaba el ramo de rosas en la tumba de Liliana.
Sé que no es excusa, pero quería evitarle el disgusto de verme...-continuo hablando, mientras miraba con tristeza la foto de Liliana en la lápida.
También traje tu postre favorito, pase por la pastelería antes de venir...-comento mientras habría el envase del postre, lo coloco sobre la tumba.
Miro el postre por unos segundos y sus ojos se humedecieron, las lagrimas comenzaron a recorrer sus mejillas cayendo a la tierra.
Un recuerdo vino a la mente de Joshua.
_ Si algún día me muero no quiero que me lleves flores ni nada a mi tumba, despues de todo voy a estar muerta no voy a disfrutar nada de lo que me lleven.
Mas bien aprovecha que estoy viva, consienteme todo lo que puedas.
_ Esta bien amor lo que tu digas.-contesto dandole un beso en la mejilla.
_... Es más ni siquiera quiero que me entierren.
_ ¿Y eso?
_ Eso solo será un gasto innecesario, cuando me muera quiero que quemen mi cuerpo y rieguen mis cenizas...
_ Así, y donde quieres que rieguen tus cenizas.
_ A pues eso no lo habia pensado. Pero será mejor que estar pagando por un pedazo de tierra.
_ Ok. Ok. Se ara lo que digas, bebé.
...<< ★>>...
_ Perdoname amor... Perdón, ni siquiera puedo cumplir con tus deseos...
No puedo dejar que desaparezcas de mi mundo por completo, perdón por ser tan egoísta, pero quiero mantenerte a mi lado un poco más, quiero que tu recuerdo siga viva, aunque sea en mi mente...-exclamo sollozando.
Liliana ya habia dejado por completo este mundo, pese al dolor de quienes lamentaban su partida, pero el tiempo y la vida de todo aquel que la conocía continuo con su rumbo...
Gracias por tan lindo relato.