El Demonio Y La Villana.

Belial se quedo pensando en lo que aquella sucubo le dijo, por ahora no le ha llegado la noticia sobre la supuesta mujer de Lucifer, tal vez la sucubo se confundió y a la que realmente vio fue a la licantropo con la que Amon mantiene una relación, la cual claro, es pariente de Claudia, la mujer que se ha quedado en su palacio y lo marco como su pareja: se lleva la mano su cuello, rasgando un poco, pues bajo la ropa, en su piel, hay una marca de licantropo, esa que usan para unirse como pareja eterna.

— maldita...— se queja apretando donde estaba la marca.

Realmente se odia por haber bajado la guardia, nunca creyó que sería marcado por la mujer. Un par de delicados brazos se envuelven en su cintura desde atrás y puede sentir como un par de suaves sen*s se presionan contra su espalda, Claudia iba saliendo del baño apenas vistiendo una bata.

— él es el padre de la esposa de mi tío, los conflictos entre familia no están permitidos.— menciona Claudia.

— yo no soy su familia.— responde con molestia.

— yo si y tú eres mío.— aprovechando la posición en la que esta, Claudia desliza una mano de la cintura hasta la entrepi*rna del demonio.— solo me presione contra ti y ya estás tan despierto.

Belial le aparta las manos para poder darse la vuelta. Al sostiene a Claudia de la nuca y le da un fogoso beso, lleno de pasión, ella no duda en corresponder mientras desliza sus manos por el pecho de Belial, para empujarlo lentamente hacia la cama mientras se va deshaciendo de las prendas del demonio. Al llegar a la cama, Claudia lo empuja para hacerlo caer sobre esta y se quita la bata dejando ver su cuerpo libre de prendas, antes de que Belial pueda levantarse, ella se sube encima de su cuerpo, montandose sobre su pelvis, sintiendo ese roce entre sus partes íntimas. Claudia desliza sus manos sobre el bien formado pecho de Belial, mientras que este pasa las suyas sobre las piernas de Claudia.

— ¿que me has hecho? Eres tan irresistible para mi...— menciona Belial.

— solo te he mostrado lo que se siente que seas mío.—

Belial no responde, pero toma impulso para cambiar de posición, quedándose Claudia sobre la cama y el sobre ella, acomodado perfectamente entre sus piernas, por lo que no duda en entrar en ella de una sola estocada causando que Claudia deje salir un jadeo, Belial se mantiene quieto, mientras degusta de los sen*s de la chica, saboreandolos entre sus labios, mientras los aprieta juntos con ambas manos. Ya sin poder resistirse comienza con brusco vaivén dentro de ella, sintiéndose apretado en ese suave interior, Claudia dejaba escapar un par de jadeos, disfrutando del placer que recorre su cuerpo en cada estocada. Belial era brusco, pero sabía perfectamente como moverse para que Claudia solo disfrutará, al igual que él lo hace al estar dentro de ella, hasta que ambos alcanzan su clím*x.

Ambos estaban agitados, Belial se acomoda apoyando su rostro sobre el pecho de Claudia, la cual respira agitada, pero al sentirse ya recuperada, sostiene a Belial del rostro y le da un apasionante beso, para después acercarse a su oído, para susurrarle algo, Belial abre los ojos por completo con gran sorpresa.

.

.

.

Aunque demoró un poco, finalmente la noticia sobre la bruja de Lucifer llego a la mansión de Belial, Lucifer planeaba casarse con una bruja a la cual coronará como emperatriz, los aliados de Belial no estaban conformes, pues saben que con una bruja hay posibilidades de engendrar un heredero, lo cual se niegan a permitir, porque perderán su desventaja.

— alteza, debemos evitar ese matrimonio, hay que matar a la bruja.—

— es verdad alteza, no podemos perder nuevamente.—

— alteza, esa bruja es un obstáculo para sus planes.—

—¡silencio! Yo se lo que haré, así que dejen de molestar si tanto les preocupa, vayan ustedes mismos a resolverlo.— les regaña.

Todos parecen notar que Belial esta pensativo, incluso ha estado negándose a pelear por el trono, todo eso desde que esa mujer humana llego a la mansión, ella parece tener cierta influencia en Belial, debido a esto, uno de sus aliados intento matar a Claudia, pero solo logró que la mujer lo matará a él, así que por eso no han dicho nada con respecto a ella.

— no arriesgare mi territorio en una guerra.— habla.

Todos se sorprenden, preguntando el por qué de esa decisión, ese era el momento perfecto, la debilidad de Lucifer era su mujer y si la matan, seguramente podrán aprovechar para acabar con él.

— Claudia esta embarazada de mi hijo...no perderé el territorio que mi hijo heredera.— agrega.

Apenas llevan un par de meses y la humana se ha embarazado, todos ahí sabían que era su amante, pero no que llegarían a tanto como para concebir un hijo. Las quejas no se hicieron esperar, culpando a Claudia por querer atar a Belial de esa forma y evitar que siga su lucha por el trono, incluso sugieren que lo mejor es deshacerse de ella, que ya después de ganar el trono, podrá tener otra humana con la cual tener herederos.

Belial no dice nada, solo baja de su trono para dirigirse hacía aquel que se atrevió a hacer una sugerencia bastante atrevida, al parecer olvidan ante quien estaban, el demonio al verlo de cerca, hace una reverencia y se arrodilla pidiendo perdón, pero Belial no duda en cortar su cabeza con la espada, los demás demonio solo retroceden un poco.

—¿algún otro en desacuerdo con mi decisión?— pregunta con evidente molestia.

Todos niegan y proceden a felicitarlo por su primogénito.

.

.

.

En el palacio de Lucifer, este termina una aburrida charla con la corte real, los demonios de alto mando, aún siguen indecisos en si aceptar a Charlotte, saben que eso puede causar grandes conflictos contra otras facciones, como las de Belial, quien después de Lucifer, es quien más poder posee, aunque últimamente ha estado tranquilo y no parece tener intenciones de volver a atacar. Lucifer entra a la sala donde Charlotte estaba siendo instruida por Gadar y Amon, Yuki estaba presente, pero en silencio en un sofá cerca de la ventana, cuando Lucifer entra, ella y los dos sirvientes del demonio, hace una leve reverencia.

—¿acaso ya vives aquí? No hay día que no te vea rondando mi palacio.— se dirige a Yuki.

— como alguien no le da vacaciones a mi pareja, debo ser yo quien venga a hacerle compañía.— se encoge de hombros.

— perfecto, te daré trabajo también, para que no te quedes de a gratis.— responde.

— no me molesta hacer un poco de trabajo, a diferencia suya, majestad.—

Charlotte no puede evitar reír, esa chica si que tiene valor para hablarle así a Lucifer, no como los demonios que ha visto, que aunque reclamen, terminan bajando la cabeza cuando ven la cara de enojo del emperador.

— ella gana.— agrega Charlotte.

— ya largo todos, solo tú te quedas.— señala a Charlotte.

Y así todos salen del lugar, siendo esto un respiro para Amon, ya estaba cansado de ver tantas letras y documentos. Mientras tanto, Lucifer le comenta a Charlotte que la ceremonia de matrimonio lo harán pronto, para que ya los altos mandos dejen de estar molestando o intenten algo en su contra.

...