Después de un año de lo sucedido todo sufrió un cambio. Emily tratará de detener una inminente guerra entre ambos mundos, pero antes tiene que revelar secretos que le dirán quién es en verdad, pero no será la única que buscará respuestas en esta lucha.
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Capítulo 22 — La Hija De Lilith
Emily y Lexa lograron llegar a la cueva debajo del monasterio, ambas con miedo e intriga se miraron una a la otra y sin decir una palabra entraron en ella.
El camino era completamente oscuro, pero a la mitad se encontraron con una antorcha que alumbraba su camino así que la tomaron y siguieron guiándose de la poca luz que esta les proporcionaba.
Seguían caminando bajo la tierra sintiendo que era eterno estar ahí, pero sin previo aviso frente a ellas apareció una luz brillante y cegadora que poco a poco las iba envolviendo hasta cubrirlas por completo; al salir de aquella luz el sol golpeaba sus ojos que con dificultad se iban acostumbrados de nuevo al exterior.
Rápidamente se adentraron en el bosque y caminaron entre los árboles hasta llegar al pueblo. Sin levantar sospechas empezaron a caminar por las calles de Sogno, mezclándose como cualquier habitante. Así siguieron el rumbo hasta que llegaron al pie del castillo.
— ¿Qué hacemos aquí? — Preguntó Emily.
— El trono está ahí dentro — Respondió Lexa mientras caminaba a la entrada.
Algo le decía a Emily que esto estaba mal, que algo iba a pasar, pero fueron más sus ganas de acabar con esto que lograron que siguiera adelante.
Al ver qué la entrada se encontraba bloqueada rodearon el gran muro hasta que Lexa encontró un lugar para escalar; Emily hizo lo mismo y subió tras Lexa, pero esa sensación la hacía querer regresar, pero ya ni había marcha atrás.
Una vez dentro caminaron por aquel jardín donde Emily estuvo tiempo atrás, aunque... las flores estaban marchitas. Llegaron a la entrada principal del castillo y sin dudar entraron en él. El lugar estaba vacío y en estado de abandono y esto llamó la atención de Emily ¿Cómo pude estar así si tiempo atrás ella hábito este castillo?
— ¿Qué ocurre? — Dijo Lexa mientras miraba a Emily.
— No sé, algo me dice que esto está mal — Respondió.
— Si tanto deseas acabar con todo esto... es ahora o nunca — Respondió Lexa.
Lexa guío a Emily a una habitación en una de las plantas superiores, en el centro se encontraba aquel mítico trono brillante por el oro que poseía; al verlo Emily quedó sin habla, no lo podía creer, por fin estaba frente aquel trono misterioso. Lexa por su parte se acercó al trono y paso sus dedos por el respaldo del mismo, pero al momento de hacerlo sus ojos dibujaban un placer lleno de éxtasis.
— ¿Cómo lo destruiremos? — Cuestionó Emily.
— ¿Destruirlo? No haremos eso — Respondió Lexa.
— ¡Espera! ¿Por qué dices eso? — Dijo con intriga Emily.
— Eres tan ingenua ¿Lo sabías? — Respondió Lexa.
— Basta de juegos ¿Por qué me trajiste aquí si tu plan no era destruirlo? — Dijo Emily algo molesta.
— Porque sin ti esto no puede funcionar — Dijo rápidamente Lexa.
— ¿De qué mierda hablas? — Cuestionó ella.
— ¿No recuerdas quién eres? Que perdida de tiempo princesa Ilum — Dijo Lexa mientras caminaba a Emily — Te explicaré — Agregó.
*Narra Lexa*
Hace mucho tiempo este trono le pertenecía al rey de la luz, un soberano que era amado por todos en su estúpido reino hasta que... una noche el ejército de la oscuridad ataca a Sogno y al castillo, el rey hizo el único gesto de amor puro... darle protección a su hija.
¿Cómo lo logró? Enviando a su hija lejos del castillo para nunca volver o eso creíamos hasta la profecía donde se habla de la hija perdida y el regreso de la luz.
*Termina de narrar Lexa*
— ¿Qué tiene que ver eso conmigo? — Preguntó Emily.
— Eres una verdadera idiota — Respondió Lexa — Tú eres la hija de ese rey, tú eres aquella tonta leyenda que mantuvo viva la esperanza de aquellos habitantes de Sogno — Decía algo molesta Lexa.
— Eso no puede ser, yo soy... —
— Una estúpida niña que fue adoptada en el mundo mortal y ahora eres la estúpida que abrirá el último cerrojo —
— Sólo estás jugando —
Lexa miro de nuevo a Emily y poco a poco la luz se fue apagando y la oscuridad se hizo presente, el castillo mostró su verdadera cara ya que todo se encontraba en ruinas.
— ¿Qué es este lugar? — Preguntó una Emily confundida.
— Este es lugar donde crecí, donde me crié —
— ¿Qué pasó con Sogno? —
— Sogno... dejo de existir hace siglos. Este es mi hogar; el infierno y el cielo siempre estuvieron juntos —
Emily daba varios pasos atrás alejándose de Lexa, era la primera vez que sentía un profundo miedo.
— ¿Quién eres? — Preguntó una asustada Emily.
— Soy Aluca, hija de la gran Lilith — Respondió.
— ¡Basta de charla! — Exclamó una voz masculina.
De las sombras apareció aquel rey que le dio asiló, comida y entrenamiento a Emily en momentos vulnerables.
— Hola Ilum, tanto tiempo sin vernos — Dijo el rey con una sonrisa.
— Tú... ¿Eres hija de él? — Cuestionó Emily.
— No, pero me crío como si lo fuese — Respondió Aluca.
— Ahora que estamos reunidos, por favor haz los honores — Dijo el rey.
Aluca se fue acercando lentamente a Emily, pero alguien la golpeó fuertemente.
— Nadie la va a tocar — Exclamó Rommel que llegó sin previo aviso.