Simple Tentación

Después de entregarse a la pasión y al deseo, se encontraba en la tina llena de espuma. Karol yacía en su pecho, mientras él acariciaba su cuerpo. Ambos estaban en silencio, pero Black estaba un poco perdido en sus pensamientos, porque en su mente pensaba que Karol era una tentación y que sus ansias por ella se calmarían, pero lo que Karol despierta en él sigue intacto, y tenerla así desnuda y sentir su cuerpo era una delicia adictiva para él. ¿Pero dónde queda su promesa con Nicole? Se pregunta a sí mismo, para ser interrumpido por Karol.

Karol: ¿Estás pensando en ella? —Alzando su cabeza para encontrarse con sus ojos oscuros, mientras él toma su cabello y lo aparta detrás de su oreja para ver sus ojos ámbar y responde un poco serio, pero con una expresión más relajada.

Black: Sí, pero no de la manera en que piensas. —Ella solo lo mira.

Karol: No tienes que preocuparte, lo que pasó entre nosotros fue increíble, maravilloso y ardiente, mi Negro, pero eso no cambiará nuestro trato. Yo sé cuál es mi lugar en tu vida. Sé que este puesto no me corresponde, pero eso no impide disfrutar y disfrutar de tu sabrosura. —Dándole un beso de media luna. Él solo la observa, tomándola por el cuello y acercándola para devorar sus labios con pasión, que ella corresponde de la misma manera. Para él, separarse.

Black: Según tú, ¿cuál es tu lugar en mi vida? —Intrigado.

Karol: Soy una estrella fugaz. —

Sonríe para colocarse en el otro extremo de la tina y quedar frente a frente, jugando con su pie lleno de espuma en su pecho.

Black: ¿Cómo es eso? —Alzando una de sus cejas.

Karol: Pasaré por tu vida y me verás cumplir tus deseos y luego desapareceré. —Sigue jugando con su pie en el pecho de Black. Aunque a él, en el fondo, no le gustaron sus palabras, la sola idea de que ella desapareciera de su vida, después de haberla puesto patas arriba, le hizo poner una expresión fría y dejó de mirarla, solo observando la llama de la vela.

Ambas se quedan en silencio, pues Karol, a diferencia de él, sí sabía lo que sentía por él, pero entendía que sus sentimientos tenían dueña y ella jamás sería una opción para nadie.

Black: La mira, la toma por su pie y la atrae hacia él, haciendo que el agua se desborde, para quedar pegados, tomándola por sus mejillas, besando sus labios que a él le encantan, para separarse.

—Y si no te dejo ir, como te dije desde que tienes ese anillo en tu dedo, tú eres mía. No te dejaré ir. —Ella se sube encima de él, pasa sus dedos por sus labios, para fundirse con él, pero esta vez fue suave y delicado, haciendo que sus almas vibraran con las sensaciones que despertaba al estar así. Luego se separa y le susurra al oído.

Karol: Como te dije ese día en el hospital, "Tal vez no sea el amor de tu vida, pero sí tu mayor pecado", pero si ella vuelve, me amo demasiado para ser una maldita opción para ti. A diferencia de ti, tengo claras mis expectativas, pero quiero hacerte una pregunta. —Para ella, rozar sus labios, separarse y ponerse al otro extremo de nuevo, haciendo que él desee su cercanía otra vez. Él se está volviendo loco, pero ella tenía razón, él no sabía lo que en verdad quería. Aunque la respuesta estuviera ante sus ojos, solo se quedó en silencio.

—¿Estás seguro de amarla? Aunque no la has encontrado en estos años— Intrigada, aunque le dolería su respuesta si él dijera que sí, trataría de estar mentalmente preparada.

Él solo queda en silencio... un silencio que parecía largo y torturante para Karol.

Black: Ella fue la primera persona que me hizo sentir especial y valioso. La conocí en el cumpleaños de mi padre. Él no me dejó asistir, porque yo no merecía ser su hijo. Recuerdo que me encontraba en el jardín leyendo, lejos de todo, un poco marginado. Hasta que ella apareció, estaba aburrida, salió de la fiesta, no me vio y cayó sobre mí. Ella estaba tan apenada, todo surgió de la nada, la amé sin pensarlo, incluso teníamos nuestro propio número para comunicarnos, empezamos a hablar, vernos escondidas, todo era mágico. Hasta fuimos descubiertos en la cama, su padre me disparó y se la llevó a la fuerza. Ese día, al hacerla mía, le prometí que sería poderoso y ella mi reina. La he buscado e incluso aún tengo el número por si ella me llama... —Quedando en silencio, para mirar a esos ojos ámbar.

Karol: Eso es lindo y difícil en la forma en que terminaron, pero eso no responde a mi pregunta...— Solo queda en silencio, buscando esa respuesta en su interior. Karol dibuja una sonrisa para mirarlo.

—Te daré un consejo: no como tu esposa, ni como tu amante, sino como una amiga y como una mujer.— Él solo la mira a la expectativa.

—El primer amor nos marca de diversas maneras, nos enseña, nos hace descubrir nuestro carácter, sensaciones y emociones, nos ayuda a afianzarnos en nuestras futuras relaciones. Pero una cosa es amar a una persona y otra amar el recuerdo de esa persona, porque nos hizo sentir bien en dicho momento. Pero eso no quiere decir que debamos aferrarnos a un recuerdo o a una promesa que se hizo en un momento de felicidad. Porque la vida nos enseña que a veces debemos soltar para poder ser libres y saber lo que queremos. Pero otra cosa te diré: si tú la has buscado estos años y aún conservas ese número, porque no te llamó o buscó la forma de buscarte... Si yo fuera ella, te hubiese buscado en la actualidad; hay tantos métodos para encontrar a una persona y si ella no lo ha hecho es porque no quiere hacerlo, así de simple.— Ella se levanta totalmente desnuda, toma la bata y sale de la tina mientras él procesa cada palabra, pero antes de irse se inclina hacia él, encontrándose con su mirada.

—¡Negro!, no puedes correr por alguien que no ha dado un paso por ti —dice en tono suave, rozando sus labios, antes de irse a sacar la espuma. Sus palabras se repetían en su mente; estuvo bastante tiempo perdido en su pensamiento y en la confusión de su corazón cuando salió. Karol se encuentra desnuda en la cama, dormida; no sabe cuánto tiempo la observó, perdido en ella. Para levantarse, se viste, toma su celular y se dispone a salir de la habitación, bajando a la sala, dirigiéndose hacia la botella de whisky. Toma un vaso y se desploma con él en el sillón para servirse un trago. Entonces ve a su hermana Renata.

Renata: ¿Qué pasa, hermano? —pregunta con intriga, sentándose a su lado. Ellos siempre se cuentan todo y son muy unidos.

Black: suspira y le cuenta todo lo que ha pasado con Karol y el consejo que le dio. Mientras toma, su hermana lo detiene al cuarto vaso.

Renata: tomando el vaso que Black se había servido y apartándolo lejos de él.

—¡Ya para aquí! No vas a encontrar la respuesta, pero te daré mi opinión. Pienso, al igual que Karol, que ella debió buscarte. Con el poder que ahora tienes, todos en Italia saben quién eres. Pero pregúntate a ti mismo qué sientes por Karol, porque ese día que llegaste con ella, sabes lo que vi:

Un hombre lleno de preocupación por la mujer que ama, solo es que te niegas a verlo, solo tienes miedo de volver a sufrir y te aferras a una promesa rota. — Ella lo toma por la barbilla para que la mire.

—Si quieres saber lo que sientes por Karol, hay una forma de hacerlo... Llévala a la cabaña de nuestra madre, pasen tiempo juntos, mira si funciona como pareja y si se comprenden. Creo que solo conociéndose más comprenderán sus sentimientos; sé que ella siente cosas por ti. Solo conózcanse y den rienda suelta a la pasión. — Sonríe y le da un beso en la frente antes de irse.

—Creo que una mujer como Karol te hará más poderoso y es la indicada. — Se va a su habitación para que él saque su celular y llame a Marcos. Pasando un minuto, aparece en pijama, porque estaba dormido.

Marcos: Sí, jefe. — Inclinándose.

Black: Mañana te harás cargo de la vigilancia de mi hermana, confío en ti. Sé que la protegerás con tu vida. Quiero que esté lista la cabaña de mi madre, porque pasaré un par de días con Karol, vigilando los movimientos del bastardo de Marx. —

Marcos: Sí, jefe. — Un poco sorprendido porque él tiene años que no va a ese lugar.

Black: Puedes descansar. Una última cosa, llama a Fabrizio. Dile que deje de buscar a Nicole y dale una jugosa cantidad por sus servicios, pero ya no requeriré sus servicios... —

Black se levanta del sofá para subir a su habitación junto a Karol, dejando a Marcos sorprendido por la orden dada.

Black solo sube, entra a su habitación, se quita la camiseta y se acuesta al lado de Karol, quien en un solo movimiento se acomoda en su pecho, sonríe y cierra los ojos...