DOCTORA JOHNSON... LADRONA DE CORAZONES

Maximilian...

Estoy ideando un plan que espero y me dé los resultados que espero. Quiero llevarme esta noche a mi bebé y pasar la noche con ella. Aunque sea solamente hablando, pero tenerla para mi... Ya veré que hago con Lydia, en la tarde mis ojos no se podían apartar de mi bebé. Y es que ver cómo es de amorosa, de tierna, ya se hizo amiga de la dueña del restaurante. Es como si cayera en gracia con todo el que la conoce. De hecho hasta una consulta médica le hizo a una de las nietas de la señora. Es una persona a la que le apasiona su profesión, le apasiona lo que está estudiando y pues solamente me queda admirarla.

Aún me falta para ser doctora, pero le recomiendo que haga esto y esto otro... Verla hablar con tanta pasión me hace sentir orgulloso de ser el hombre que tiene el privilegio de estar en su corazón. Tuve que dejar de mirarla cuando Mía llegó a mi lado para decirme: estás siendo demasiado obvio hermanito, y ya Lydia está mirándola con cara de que la quiere matar porque no has dejado de mirarla en todo el rato que hemos estado aquí.

Y es que ciertamente, NO puedo despegar los ojos de encima de ella. Es fascinante. Verla reír con sus hermanos o con Leah o como Chad la consiente, son cosas que quiero guardar en mi corazón, tatuarlas a fuego en mi mente. Sé que Lydia me ha estado buscando tema de conversación, pero la verdad es que no me interesa ni un poquito de nada de lo que ella pueda decir u opinar de nada, sino hasta que dijo: ¿sabes que? Creo que mejor me voy a mi habitación, a refrescarme un poco para la cena de esta noche, donde espero y me guardes un puesto a tu lado, y luego nos iremos a la habitación para que me hagas sentir así como últimamente lo has hecho... ésto último lo dijo con todo el recalque que pudo e incluso me mordió la oreja como para que le prestará atención.

Y ahí fue dónde definitivamente se me prendió el foco. Ella quiere estar conmigo esta noche, pero definitivamente eso NO está ni cerca de ser lo que ocurra. Voy a ponerle un poderoso somnífero para que quede dormida lo más que se pueda. Pasé la tarde jugando y riendo con mis primitos, Mía y mis cuñaditos y por supuesto con mi hermosa mujer mi Priscila.

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La hora de la cena llegó y con esta, la tradicional noche blanca. Si, todos en la familia usamos ropas blancas. Las mujeres dependiendo del gusto y del marido, utilizan sus vestidos cortos y medio transparentes, o largos y un poco más recatados. El tío Bastian es uno que dice que la carne de él no es para comprar así que para ahorrarse problemas con él, la tía Hannah ya usa solo el vestido y su hermosa melena rubia al aire. Mi madre y mis tías son hermosas con sus melenas rubias y ya casi blancas al aire.

Cosa contraria con Maripau y Alisson que al ser latinas, se ven más hermosas con ese color y sus cabellos tan oscuros. Alex aún pelea con su cachorra como el la llama porque ella no le tiene pena a nada y se pone ciertas prendas que a él no le gustan, pero al final del día se termina haciendo lo que ellas dicen. El abuelo Iván cuando aún estaba con nosotros, nos enseñó un dicho que TODOS los que tienen parejas, afirman que es cierto... Esposa feliz, vida feliz... Yo anhelo poder comprobar que ese es el mejor consejo que han podido dar al lado de mi amor, de mi Priscila.

Me colocó el pantalón de chandal blanco y la camisa a juego con este. Me dejo el cabello al natural, sin nada en el, unas sandalias muy cómodas y salgo a esperar en el restaurante. Estoy que me como las uñas. Veo a lo lejos que viene mi madre con Mía se ven preciosas. Mi padre como siempre, cumpliendo con todo lo que mamá le pide que haga en público y no vaya contra lo que él piensa que debe ser de una manera u otra. Chad viene también digno para la ocasión, mi suegra se ve regia de igual manera. Pero cuando ví a mi bebé, era como un ángel caído del cielo. Un vestido largo hasta el piso con la abertura de la pierna que me permitía ver su muslo, su largo y medio ondulado cabello suelto y la brisa juguetea con él, y por debajo se le ve el vestido de baño blanco. Sus labios están un poquito maquillados, cosa que me invita a comérmelos como tanto ansío.

Llegaron y nuevamente me siento junto a mi bebé... Estás hermosa mi bebé. -Susurró- Ella me mira y pareciese que las estrellas están dentro de sus ojos ámbar. En eso, Chad Preguntó ¿y tú noviecita enano? Lo miro porque de verdad no tengo idea de que me está hablando... Si, tu novia, a quien mi hija tuvo que poner en su lugar. Nada más de mentarla, se me revuelve todo. Subí y bajé los hombros en señal de -No me importa- a lo que nadie respondió nada, cosa que agradecí. Pero luego, mi hermana Mía me dio un codazo haciéndome mirarla y veo a lo lejos con un vestido azul para nada atractivo a Lydia. Comienza mi plan -pensé- Mía, dale ese asiento a Lydia. Mi hermana casi no puede creer lo que le dije. ¿En serio me estás pidiendo que me mueva? -preguntó enojada- Sí. -respondí- mi plan es... Le susurré lo que estaba a punto de hacer y estalló en una carcajada que hizo a todos en la mesa voltear en dirección a nosotros. Shhhhh... Le dije.

Me encanta lo que estás planeando... -Habló mi hermanita- claro que sí le daré el puesto. Cuando Lydia llegó, se sentó inmediatamente a mi lado. Quiso agarrar mi brazo, pero de inmediato la miré con cara de asesino y lo soltó. Seguimos conversando y riendo. De pronto ella habló... Siento no poder encajar con el grupo. No sabía que hacían este tipo de cursilerías. De haberlo sabido, me hubiese vestido de blanco también. Mi tía Hannah casi suelta balas por los ojos. Se levantó y tiró la servilleta en la mesa. Mi tío Bastian inmediatamente salió tras ella y mi mamá y mi tía Lizy también. La miré con ganas de matarla aquí y ahora y acabaría con esta desgracia. Pero con lo que está involucrado el papá, no sería lo mejor.

La hice ir a pedir disculpas en contra de su voluntad. ¿Y por qué tengo que pedir disculpas? Casi me la como después de semejante pregunta tan estúpida. O vas o te juro que esta noche no habrá nada más que tu cama vacía... Se levantó casi corriendo y dando zancadas largas llegó hasta ellos. Yo aproveché y con cuidado bajé su trago y le puse el somnífero y luego un poquito en su comida. Priscila me miró y con cara de aterrada me dijo ¿La estás envenenando? Me comencé a reír y le dije, no mi amor, solo la voy a hacer tomar una buena siesta. En todo el día de hoy no ha hecho más que atormentarme la existencia. Necesito tiempo para atender al amor de mi vida.

Estaba hablando con ella y Lydia me llegó por detrás. Se sentó, comió y bebió en silencio y al finalizar me dijo:Ya hice lo que querías, aunque aquí a nadie le agrado y no entiendo el porqué, pero igual no me importa... me casaré contigo, no con tu familia. Por eso, me voy a adelantar para esperarte en mi habitación como se debe. No tardes y no me hagas llamarte. Asentí con la cabeza. La vi alejarse y sentí el alivio de mi vida...

Pasamos una hora más todos juntos hablando y recordando cosas de la niñez de varios en la mesa... Como a las 10 de la noche, miré a mi bebé y le dije: A las 11 pasaré por ti... Solo necesito asegurarme qué lo que estoy haciendo si va a funcionar. Te amo mi amor...