Un Café Para Mi Jefe

NARRA DANIEL:

Luego de que mi querida secretaria corte la llamada movida por los celos en una actitud aniñada, vuelvo junto a mi tío que me espera para hablar de negocios.

Estamos reunidos en el restorán de un hotel cuatro estrellas, donde mi tío está cerrando un trato para ser el propietario del hotel. Mi aporte es el económico y como se trata de un hotel que está casi en quiebra mi tío me pidió que lo acompañe para ver si es una buena inversión.

En si el edificio está en buenas condiciones lo que le falta es renovación. La inversión sería muy grande, pero calculo que en dos años estaríamos recuperando un porcentaje de lo invertido.

Pienso que con una buena innovación y un buen paquete promocional estaría trabajando a un buen nivel.

Luego de la cena quedamos que en la mañana haríamos un recorrido para inspeccionar las instalaciones. Tengo un agente en bienes raíces que nos acompañara para que evalué todo y nos dé su opinión.

El hotel cuanta con 35 habitaciones, 10 habitaciones de lujo y 2 pent-house. Lo que más me gusta es lo último ya que con mi tío podríamos apropiarnos de los departamentos y mientras este en la ciudad ya tendría donde hospedarme. Por el momento nos instalaron en las habitaciones de lujo, pero antes de retirarme a descansar necesito hablar con mi tío de mi chica.

—Tío ¿Me concederías un momento? —pregunto reteniéndolo.

—Si, hijo —responde siempre con esa mirada de respeto que me dedica—. Dime.

—Te invito una copa —propongo y nos acercamos a la barra del restorán y pido un wiski. Necesito algo fuerte para lo que viene.

—Bueno hijo, te escucho.

—Como sabrás estoy saliendo con tu hija —suelto sin rodeos y el me mira sorprendido.

—Lo sé, pero sinceramente no creí que era oficial —murmura y toma un trago de su bebida—. Por ese asuntito que tienes sin resolver.

—Justamente eso quería hablar contigo —ese asuntito esta tan fuera de mi mente que por momento me olvido de él.

—¿Mi hija lo sabe? —pregunta a lo que niego inmediatamente. El suspira—. No le guardes secretos, e intenta remediar ese tema antes de que se entere por boca de otro.

—Muy pocos saben de mi problemita —digo asumiendo que sería imposible que se entere por un tercero.

—Bien sabes que no es un problemita y si ella reacciona como reacciono cuando vio que tenemos un cierto parentesco no quiero pensar como reaccionara cuando se entere de tu problema —esto último lo dice haciendo comillas con sus dedos.

—Necesito un abogado con urgencia y que cuente con su discreción —pienso en mi amigo Shiloah y en que su mujer cuenta con un bufete de abogados—. Tengo que hablar con Zafiro.

—¿La mujer de tu amigo, ese el príncipe? —pregunta y veo como le brillan los ojos.

—Si, ella misma. Si mi amigo te ve como piensas en su mujer, con esa cara de bobo, te mete un tiro entre ceja y ceja —señalo al verlo embobado, cuando conoció a la mujer de Shiloah quedo encantado con ella, y como no hacerlo si ella es una mujer única.

—Lo sé, hijo, pero no me malinterpretes. Es una mujer excepcional —dice y coincido con él.

—Bueno tío, me retiro a descansar estoy cansado, tú has lo mismo —le aconsejo mientras tomo el ultimo trago de bebida que queda en mi baso.

—Buenas noches —nos despedimos y cada uno se dirige a su habitación.

Por la mañana luego de un copioso desayuno, nos reunimos con el Ceo del hotel y con los agentes de bienes raíces. Inspeccionamos todas las instalaciones del hotel y me sorprendo por la gran cantidad de atractivos que cuenta el inmueble.

—¿Cómo puede ser que estén en quiebra con todo lo que posee este hotel? —me pregunto.

El hotel cuenta con un gran campo exclusivo para el golf. También cuenta con canchas de tenis y paddle, así como de básquet y vóley. Se puede decir que en deportes cubre un gran lugar. Piscinas al exterior y otra climatizada. Un spa totalmente equipado, una boutique y salón de belleza. Tienen un gimnasio que está bastante completo.

—Hace tiempo que me quiero retirar y para ser sincero prácticamente deje de lado todo lo referido al hotel y cuando me di cuenta en donde estaba parado, prácticamente estaba perdiendo el hotel, por eso antes de que se hunda por completo quiero llegar a un acuerdo para que no se venga abajo, yo ya no estoy para estos tratos, necesito alejarme y descansar lo que quede de mi anciana vida —explica el Ceo, que es un hombre grande y para colmo sin heredero— Luego de la muerte de mi esposa y mi hijo en ese trágico accidente, mi ida paso prácticamente a segundo plano. Nunca lo supere —menciona con nostalgia— Este hotel era todo para ella —puedo ver las lágrimas en sus ojos y yo me quedo pensando que sería de mi si llego a perder a mi secretaria por no arreglar ese problemita que tengo.

Después del recorrido, nos sentamos para hablar con el agente de bienes raíces y él nos pasó su informe inmediatamente. El precio era bastante elevado pero razonable.

El precio que nos dijo el Ceo era mucho menor a lo que estipulaba el agente en su informe y creo que sería justo pagar lo que es. Ni más ni menos.

Despido al agente y preparo una oferta para presentarle al Ceo. Mi tío está sorprendido en que no acepte lo que me pidió el Ceo con anterioridad, pero creo que es justo que no pierda más de lo que ya ha perdido. El dinero no soluciona nada, pero tampoco se desaprovecha.

—Es un precio justo para todo lo que cuenta estas instalaciones, tío. Además, cuando le agreguemos más tecnología y algo para el entretenimiento infantil, ya verás como enseguida las ganancias lloverán.

—Espero que no te equivoques, pero gracias —dice emocionado y yo solo asiento.

Se que este es su verdadero interés. Mi tía lo tenía en su puño y prácticamente no lo dejo bolar. Ahora que en paz descanse, él puede recuperar algo de su vida. Es un buen tipo y no lo culpo por haber tenido una hija con otra mujer ya que mi tía era una mujer muy difícil y poco afectiva, por lo que recuerdo. Muy diferente de mi madre.

Ahora no entiendo como mi primo desprecia tanto a su hermana. Recuerdo el intercambio que ambos tuvieron y si bien no reconocí su voz, si supe que no la quiere. Estoy seguro que algo tiene que ver mi tía, ya que ella era la titiritera en toda esta obra.

—Le pasare el informe a mi abogado para que prepare todos los papeles para la compra luego de preséntale el trato al Señor Falcone —mi tío asiente conforme—. Una cosa más tío, con respecto a Briza ¿Por qué mi primo la desprecia tanto?

—¿A qué te refieres muchacho? —pregunta sin entender, algo desorientado.

—Hace un tiempo Mateo se presentó en el departamento de Briza, yo estaba en la habitación y algo escuche. En su momento no reconocí su voz, pero por lo que él le dijo me dio la pauta que no la quiere y dio a entender que para ti solo es una carga.

—Me dejas sin palabras, en verdad que me hubiera gustado que todo sea diferente con mi hija, siempre deseando poder tenerla cerca y nunca pudiendo, pero por lo que me dices creo que tu tía tiene mucho que ver.

—Ya me lo imaginaba, al no ser su sangre debe haberlo puesto en contra de su hermana —digo haciendo referencia al trato de mi primo con su hermana.

—Mi esposa nunca me perdono esa infidelidad y yo por cobarde nunca admití y protegí ese ser que nada tenía que ver con mi desliz. Aun así, espero algún día poder hablar con ella y me dejé explicarle que por cobarde perdí el amor de mi niña —el pesar en su voz era tan grande que hasta a mí me causaba angustia.

—Bueno tío, déjame que cuando vuelva hable con ella, y a lo mejor pueda hacer que se reúnan y puedan hablar.

—Gracias, hijo, pero mejor primero soluciona tu problema y luego hablamos del mío —dice mientras con su mano golpea mi hombro.

—Tienes razón, tío.