El Ceo Misterioso

Gael Bennet

-Así que como ya has conocido a los tailandeses, tendremos algo de lo que hablar, ¿no, Isaac?

Isaac

Miro fijamente a Thais y pienso en lo guapa que me parece, si no fuera mi alumna ya la habría conquistado.

Maya Salvatore

Pido permiso a todos y voy a la cocina con Thais.

-Oye, amiga, ¿cómo puede tu profesor ser amigo de Gael?

Thais

-Maya, mi corazón está aquí, aún acelerado, ni en mis mejores sueños me imaginaría verlo hoy.

Maya Salvatore

Thais, sé que soy nuevo como tú, pero te daré un consejo:

Un hombre que no es capaz de sacrificarse por una mujer, nunca podrá llevarte a conocer las profundidades del verdadero amor, y por tanto no es digno de atención.

Espera el tiempo que haga falta, pero nunca aceptes menos: un hombre con la voluntad y el valor de amarte y enfrentarse a cualquier cosa por ti.

No tengas miedo de tus debilidades emocionales, no te permitas ser tan poca cosa, eres una mujer valiosa y necesitas que te lo demuestren, al igual que la luna no puede brillar por la mañana, una mujer no puede ser amada como se merece si no sabe esperar a que llegue su momento.

Dios tiene grandes planes para ti y si Isaac sabe o imagina lo especial que eres, él mismo moverá el cielo para tenerte a su lado.

Thais

-Gracias amigo por tu consejo, sabes que nunca le diría lo que siento, incluso porque es mi maestro y no estoy dispuesta a pasar vergüenza, mucho menos hoy, con otras personas aquí con nosotros. Ahora creo que será mejor que volvamos, para que nadie piense que somos antisociales.

Me río.

Gael Bennet

Veo que Maya llega con los tailandeses y digo:

-¿Qué te parece ir a la piscina y hacer una barbacoa?

Carlo

-Creo que es una gran idea.

Diana

-Le pediré al ama de llaves que separe las carnes y volveré enseguida. Saldré de la habitación con Renato y conseguiré este pretexto para hablar con él a solas.

Renato

-¿Qué pasa Diana?

Diana

-Renato, sé que te prometí ayer mientras nos amábamos que viviría contigo hoy, pero no puedo dejar a Gael ahora, no hasta que se case con Maya, ¿entiendes?

Renato

-Diana, te quiero y hasta te comprendo, pero ¿puedes entender también que no quiero estar ni un día más lejos de ti?

Diana

-Mi amor, yo también te quiero, así que, hagamos esto, vas a vivir con nosotros aquí sólo una semana, porque Gael se casa la semana que viene con Maya, y en cuanto se casen y vuelvan de su luna de miel, nos mudaremos los tres contigo.

Renato

-Eso está bien.

Diana

Lo beso y aparece Carlo.

Carlo

-Diana, siento interrumpir tu momento, pero hay alguien en la sala que ha venido a verte.

Diana

-Voy a venir Carlo, gracias por decírmelo.

Me pregunto quién podría verme ya que no conozco a nadie aquí en Chicago.

Voy de la cocina a la sala de estar y pregunto:

-Carlo, ¿dónde está la persona que vino a verme?

Carlo

-Prefería esperar fuera.

Diana

Salgo y cuando la veo, me quedo en shock.

Renato

Acompaño a Diana a la parte delantera de la casa, y parece haberse asustado por la presencia de esa mujer.

-Diana, ¿estás bien?

Diana

-Renato por favor, inventa un pretexto, pero no dejes que Gael salga aquí, no hasta que yo entre, por favor, luego te explico.

-¿Qué haces aquí?

Le digo.

Samia

-No fue fácil encontrarte, pero nunca has sido de los que saben esconderse, y antes de que pienses que voy a por ti, te ahorraré el tiempo que quiero ver a mi sobrina.

Desde que mi hermana Sara murió en lugar de su marido, se han escondido, después de cuatro años tratando de encontrar a mi sobrina, estoy aquí en su mansión.

Diana

-No puedes verla ahora Samia, Gael no sabe de ti, necesito hablar con él primero.

Samia

-Entonces mañana vendré, y no te olvides de decirle que la hermana de la mujer que mató podría ser incluso idéntica a su esposa muerta, sólo que yo no soy como Sara.

Diana

Veo a Samia, la hermana gemela de Sara, saliendo por la puerta y no paro de pensar cómo le voy a decir a Gael que mi mejor amigo, su mujer muerta, tenía una hermana, lo peor será cuando tenga que ponerse delante de ella y crea que está viendo a Sara.

Veo que todos se van a la piscina y me quedo en el jardín pensando.

Gael Bennet

-Diana, ¿estás bien?

Diana

-Gael, tenemos que hablar.

Gael Bennet

-Ahora voy a hacer un favor a un amigo y cuando vuelva hablaré contigo.

Salgo de casa y voy al piso de Maya, donde está Caio, ya que hizo que mi chófer fuera a buscarle y no vino.

Gaius Scott

-Selena, viene Gael, he vuelto para hablar contigo y llamarte para que me acompañes, aunque sé que estás enfadada conmigo, pero si sigues sin querer hablar, no voy a perder el tiempo desgastándome con tu forma de ser tan infantil, amar solo cansa.

Me voy y espero a Gael.

Gael Bennet

Estoy saliendo de casa para recoger a Caio y me paro en un semáforo y veo a una mujer que pasa por delante del paso de cebra y no me lo puedo creer, creo que estoy viendo un fantasma de mi mujer muerta, así que grito:

-¡Sara!

Me mira y vuelve a caminar, yo sigo tocando la bocina y ella hace como que no me oye.

**Continua**...