Lágrima De Luna

Evan y Ayla al escuchar ese grito proveniente de las afueras. Ellos sin perder tiempo corren sin pensarlo encontrándose con una escena que los dejo impactado, pues ninguno de los dos se imaginaba de la escena que presenciarían: Fadel se encontraba en el suelo con su abdomen lleno de sangre Clarissa tratando de auxiliarlo, gritando:

—¡AYÚDAME! ... ¡POR FAVOR!— Con sus manos manchadas de sangre, llena de nervios, en ese instante un carro sale a toda velocidad. Ambos estaban desconcertados sin saber lo que había pasado. Ayla empieza ayudar a contener la hemorragia haciendo presión en la herida. Evan mantiene la calma llamando a una ambulancia.

Ayla: Con sus manos manchadas de sangre, conteniendo la hemorragia con sus manos, tratando de controlar sus emociones, deseando que llegue rápido la ambulancia pues él había perdido mucha sangre y esta inconsciente.

— ¿Dime qué pasó? — Observando llorar a Clarissa llena de nervios que tiembla prácticamente.

Clarissa: Dos hombres llegaron e intentaron llevarme a la fuerza, pero él lo impidió... Todo pasa tan rápido, solo lo vi caer y cuando grite ... Ellos huyeron. Después únicamente salía sangre— sus manos temblaban llenas de sangre, sus palabras se entrecortaba por el llanto.

Evan: Trata de calmar a Clarissa que se encuentran llena de nervios, solo llora

Ayla: ¡Fadel por favor resiste!... Ya la ayuda viene en camino. —Ella solo contiene la sangre con sus manos los minutos fueron eterno. Hasta que el sonido de la ambulancia alertó su llegada, al llegar bajan los paramédicos corriendo, apartando a Ayla para atenderlo, los médicos logran detener el sangrado para poder enviarlo a la clínica. Los paramédicos los sube a la ambulancia, Ayla sin importar que está a pie descalzo, solamente una sudadera y una blusa esqueleto, con manchas de pintura y ahora de sangre se subió con él sin pensarlo. Ella no quería dejarlo solo ni un solo instante la preocupación era tanta que ella solo se aferraba sosteniendo su mano, pues en ningún momento quería que él se sintiera solo... Evan no alcanzó a decirle nada, ni a detenerla, no lo quedó más opción que seguir la ambulancia en su auto, junto con Clarissa que está llena de sangre. Mientras llama a la policía en el camino. Clarissa únicamente mira sus manos manchadas de sangre. Evan cuelga la llamada mientras conduce, llamando a Igor, para informarle sobre lo sucedido, al terminar la llamada observa el estado nervioso de Clarissa.

Evan: Tranquilízate, el estará bien recuerda tenemos excelente médicos. — Observan la ambulancia al entrar a la clínica.

Clarissa: Todo sucedió ... Tan rápido, solo recuerdo que eran lindo verlo nervioso por mí, es la primera vez que me había podido acercarme y hablarle... Ahora está así por mi culpa... —Llorando

Evan: No es tu culpa nada de esto... Más bien es mía todo esto de estar relacionado con la lágrima de luna quien quiera que esté detrás de esto está utilizando los para llegar a mí y obligarme a entregarla. Pero no lo permitiré solo cálmate vamos a preguntar cómo está y buscaremos los mejores médicos para que atiendan al chico.—Mientras Evan entra al parqueadero del hospital inmediatamente Clarissa se baja para entrar a urgencias él la sigue, pero tiene un extraño presentimiento así que se detiene... Clarissa toma el ascensor hundiendo el botón para dirigirse a urgencia, pero no lo hace esperando al abuelo, pero él se detiene sintiendo la sensación de ser observado lo cual camina hacía la dirección.

Un hombre se encuentra vigilando detrás de uno de la inmensa vigas del parqueadero del hospital en ese instante el sujeto se asoma observando solo el lugar sin darse cuenta de que Evan está detrás de él tomándolo por el cuello y lanzando hacia el piso con una fuerza descomunal, que solo se escuchó el impacto del hombre y el quejido por el dolor. Evan lo sostenía del cuello con fuerza se escuchaban los gemidos y el ahogó del hombre que se tornaba su cara roja mientras las venas de su frente por la asfixia sobresalía.

Evan sin soltarlo, aflojando un poco su agarré para permitir al hombre hablar.

—¿Dime quién te manda y qué quieren? porque si no hablas. Te juro que acabaré contigo — Apretando un poco su agarré. Mientras el hombre lucha por zafarse de él.

Evan afloja un poco al hombre para permitirle hablar, el hombre trata de respirar hasta que decide abrir su boca para soltar unas palabras.

—No sé solo me ofrecieron dinero... quién me mandó me dijeron que debía seguirte y observar cada uno de tus movimientos... solo me pagaron sé que es una mujer que está detrás de esto...—hablaba y evan sostenía su cuello, pero Evan lo suelta y el sujeto toma aire...

—Llévale un mensaje a quien esté detrás de esto o quién te pagó. Dile que más vale que se te detenga, porque te juro que si llega a volver a lastimar a mi familia sabrá de lo que soy capaz. Más vale que se detenga porque descubriré de quién es y lo haré pagar— El hombre alejándose tratan de correr, pero cae torpemente para levantarse preso del pánico y al mismo tiempo tratando de respirar. Evan solo observa irse el hombre empuñando sus manos jurando que va a descubrir quién está detrás de esto aunque sea lo último que haga en lo que le queda de vida.

Por otra parte...

Ayla se encontraba bajando la ambulancia siguiendo sin soltar la mano de Fadel, pero es detenida por el personal del hospital mientras que él entra al quirófano. Ella Solo queda en la sala de espera sola, descalza llena de sangre y de preocupación con una ansiedad que camina de un lado para otro esperando noticias, pensando en Fadel que es su único amigo en este pueblo que acaba de llegar deseando que esté a salvo en ese instante Clarissa llega.

—¿Cómo está?...¿Está bien? —Ansiosa tomando las manos llenas de sangre igual que las de ella. Ayla solo suspira moviendo la cabeza.

—No lo sé él acaba de entrar y no me dejaron entrar con él me dijeron que tenía que esperar a que el médico me diera información, no sé nada Solo sé que perdió mucha sangre—Dice Ayla, Evan entra, pero cuando se va a dirigir hacia ellas el sargento había venido personalmente para estar a cargo, tomaron sus declaraciones.

Después de terminar de declarar Ayla pasa al baño para empezar a lavar sus manos. Ya la sangre estaba seca empezando a teñir el agua de rojo de la sangre y se lava la cara repitiendo las imágenes, vino a este lugar para la tranquilidad y se encuentra con esto. Ella solo se observa que su ropa es un desastre sus pies están salpicados de pintura y sangre sintiendo el frío piso del lugar se veía solo sale camina el frío del lugar. Ella camina hacia Clarissa que se encontraba sentado con un vaso de café entregándole uno Ayla al verla.

— Todavía no ha salido el doctor—Dice Clarissa dándole el vaso de café ella se siente al lado observar sus pies. Evan seguía hablando con el sargento en ese instante, Ayla solo lo observa tomándose el café para calentar su cuerpo pues el frío se sentía tanto que sentía que su pecho brincaba y ronronea como un gatito, pero la preocupación la hace soportar. Eván la nota, pero no sabe ni qué decirle así que espera a Igor que llegue con una bolsa al instante que el sargento se va Igor llega con la bolsa Igor se la entrega a Evan, el camina hacia las chicas que se encontrarán juntas sacando de la bolsa un abrigo para Clarissa lo cual él se lo entrega en silencio sin decir nada ella lo recibe mientras que Evan se agacha frente a Ayla tomando sus pies sacando un unas pantuflas acolchonadas junto de su talla, para calentar sus pies él se las coloca con delicadeza ambos no dicen nada, pero por un instante solo se encuentra su mirada sintiendo una extraña sensación en el estómago. Aunque Evan solo decidió apartar la mirada sacando un abrigo para ella colocándoselo en sus hombros para que calentará .

Ayla: Gracias, chico guapo— sonríe. Mientras él mostró su cara seria, pero sin dejar de observar su rostro y su cabello desordenado sacando un pañuelo Para limpiar una gota de sangre que había quedado en el rostro de Ayla, el silencio del lugar se sentía tanto al igual que la tensión. Clarissa observaba a su abuelo teniendo un gesto lindo con Ayla. Para ella lo poco que había conocido de la chica le parecía que es una chica increíble, optimista que siempre trataba de sonreír. Aunque la situación fuese difícil ambos solo se miran, pero es interrumpidos por el doctor.

— Familiares del señor Fadel Sánchez — Dice el médico. En ese instante Ayla se levanta de la silla —Yo soy su amiga— Dice Ayla.

— ¿Y hay un familiar del joven? — pregunta el l doctor

Ayla en ese momento recordó su padre lo había echado de su casa y le dijo que aunque muriera no quiere ir a ver por culpa de su madrastra. Así que en lo que conoce a Fadel supongo que no quería avisar de su situación.

— No, está su novia, — señalando a Clarissa que se encontraba sorprendida y un poco apenado mirando a su abuelo, pero él no dijo absolutamente nada.

Doctor: Ya pueden verlo la cirugía fue un éxito logramos detener la hemorragia a tiempo, por fortuna la herida no tocó ningún órgano de importancia.— Al escuchar eso Ayla suspira aliviada tomando la mano de Clarissa feliz. Para ir a ver a Fadel pues era la oportunidad de que Fadel y ella se uniera pues ahora ella lo ve como su Salvador. Al entrar a la habitación observando Fadel despertándose un poco atontado por la anestesia.

Ayla sonríe al verlo

— ¿Cómo estás?— acercándose a la camilla

Fadel: Solo estoy un poco dolorido, pero no es nada grave. ¿Cómo estás Clarissa? —Dando un paso adelante ella.

Clarissa: Yo estoy bien, solo preocúpate por ti— tomando su mano.

— En serio no tengo Cómo agradecerte sin ti... Ahora esos hombres me hubiesen llevado, pero estaba demasiado preocupada de que te pasara algo.— Fadel sonríe..

Ayla: Qué tal si le agradeces con una cita cuando se recuperé, creo que ustedes dos se llevaría muy bien. — ambos muestran una leve sonrisa, Ayla le guiña el ojo a Fadel.

Fadel: observa las dos chicas llenas de sangre en su ropa...

—Yo estoy bien el médico me dijo que me dejará en observación. Estoy en una habitación de lujo VIP. Gracias al Señor Evan. Así que por favor ustedes chicas vayan a descansar y Gracias porque sé que fue difícil, pero hicieron todo para salvarme soy yo que debo agradecer no a ustedes — Conmovido

Ayla : Yo me quedaré contigo no quiero que estés solo. Te iba a preguntar ¿si quieres que le avisé a tu padre sobre tu estado?.—

Fadel:(mueve la cabeza negando)

— No es necesario yo estoy bien, él prefirió a mi madrastra y le creyó a ella a mí me dijo que no quería saber de mí... Aunque muriera, siento que ahora yo no tengo familia. Pero una de las enfermeras me contó que estuviste conmigo no me dejaste solo y gracias a ti en ese momento no me sentí así. Ahora en este poco tiempo te considero como la hermana que nunca Tuve. — Ayla ella se siente conmovida que solo toma su mano.

Ayla: No se diga Más, Ahora somos hermanos.— ambos sonríe.

Clarissa: observa el momento y solo sonríe sintiendo tristeza por Fadel aunque desea conocerlo más.

Fadel: ¡Por favor! vayan a descansar. No se preocupen por mí. Yo estaré cuidado por médicos, sí. — mira a Clarissa

—Después de que me recuperé...puedo invitarte a comer— un poco nervioso

Clarissa: (Mueve la cabeza feliz, un poco sonrojada).

— Sería un placer Entonces es un trato cuando te recuperes tendremos una cita, pero mañana vendre temprano a verte sí—

Fadel: Tengo una pregunta ¿Porque esos hombres querían llevarte?... Si ves que no puedes venir, no debe salir sola no se sabe quién está detrás de esto y con qué intenciones. Y no quiero que te lastimen — Recalcando acomodándose un poco en la cama haciendo un leve gesto de dolor. Ayla solo sonríe por los tórtolos.

Clarissa: No lo sé, están investigando a qué se se debe todo esto, pero no te preocupe mañana vendré a verte. —

Después de un rato ambos se despiden para dejarlo en su habitación al instante Evan está sentado en una de las sillas con Igor al ver a las dos chicas se levanta.

Evan :¿ Cómo está? —Observando a las dos chicas, Igor saluda a ambas y se presentan con Ayla amablemente.

Ayla: Está bien se quedará descansando. Aunque quería quedarme con él dijo que me fuera a descansar mejor... Gracias por el abrigo y las pantuflas

Evan: Entonces déjame llevarte a casa. Ella solo sonría mueve la cabeza todos se suben al auto todos observaban la oscuridad de la noche en silencio Igor y Clarissa se encontraba en la parte de atrás. Mientras que Igor le había cedido el puesto a Ayla para que estuviera cerca de Evan. Ambos están en silencio. Aunque de vez en cuando ambos se miraban. Hasta llegar a la casa de Ayla. Ella se baja observando la mancha sangre, pero solo suspira para entrar a la casa que estaba sin seguro. Ella le abre la puerta.

Ayla: Gracias por traerme chico guapo,— él no dice nada Solo lo observa después de un momento de silencio

Evan : Puedes pasarme los retratos que hiciste para mañana enseñárselo al sargento y abrir una investigación en contra de los que se quieren meterse con mi familia—Ella solo mueve la cabeza, entrando a su casa que tenía la luces prendidas, camina hacia la mesa donde se habían puesto cuando ambos salieron corriendo. Ella los toma y sale de nuevo se los entrega.

Evan: Gracias descansa—

Ayla: (Sonríe). Por qué no mejor me das un besito de buenas noches así aceptaría tus gracias y tus disculpas—.

Evan: Desvergonzada. —Ella sonríe alzando una de sus cejas.

Ayla: Entonces soy una desvergonzada. ¡Sí lo soy!—sonríe tomando a Evan por el cuello de su camisa y estampando sus labios en un beso brusco, pero apasionado al principio Evan trata de rechazarla y liberarse de ella, pero sin querer empieza a corresponder al beso con intensidad sus labios se movían con rapidez y pasión encajando perfectamente, su lengua recorría su cavidad, Mientras el agarré de Ayla profundizaba más el beso para separarlo con brusquedad y entrar tirándole la puerta en la cara.

Mientras que Ayla recuperar la respiración detrás de la puerta Evan queda un poco desconcertado por lo que acabas de suceder que solo toca sus labios sintiendo un leve ardor por un mordisco en su labio inferior, pero aparte de sentirse enojado en el fondo le había encantado ese beso, pero se negaba aceptarlo sentir algún sentimiento hacia esa chica. El camina a su auto y entra los demás habían visto todo desde el auto solo sonreían al ver el gran paso que había dado el abuelo con la chica. Entra mostrando un rostro serio que nadie se atrevió a decir absolutamente nada para arrancar el carro.

Ayla se encontraba recuperando su aliento por lo que acababa de hacer no sabía, por qué ese hombre le daba el impulso, pero, por una parte, sonreía por saborearse a ese hombre que era un dios griego... pero de repente todo cambió empezó a sentirse débil... Ella solo camina y le pasó seguro a la puerta para caminar un poco débil hasta llegar a su habitación se arrastra como puede hacia el baño, empezando a toser, poniendo su mano en su boca saliendo sangre ella empieza a buscar unos medicamentos con rapidez, pero al encontrarlo se le cae como puede los alcanza casi sin fuerza logra abrir la tapa y esparciendo todas las pastillas en el piso, ella cae al suelo tomando una de las pastillas del suelo llevándola débil a su boca para quedar tendida en el piso sin nadie que lo auxilie...