La única manera de ayudar a su padre enfermo, es casándose con un hombre que no ama.
Sabiendo que la vida de su padre dependía de aquello, debía seguir con la farsa que su matrimonio conllevaba.
No obstante, jamás pensó que su vida cambiaría de manera tan radical, sobre todo porque hacía tan solo unos meses estaba no solo por graduarse, sino haciendo otros planes.
¿Podrá la vida depararle algo más?
¿Podrá ella conocer el amor en aquella situación tan crítica?
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Capítulo 22 Celos y algo más...
Alexander estaba en su despacho revisando documentos, cuando entro Isabela y se sentó en el sofá, cuando recién se casaron ella no entraba ahí a menos que él se lo pidiera, pero de un tiempo para acá ya no le pedía permiso, sabía que si él quería estar solo la puerta estaría asegurada.
-me encontré a mi ex hoy- le soltó de golpe la joven
Dejo sus documentos en la mesa y la miró
-¿y, eso en que me afecta? -
-en nada en realidad, solo quería ser yo quien te lo dijera -
-¿hiciste algo malo? -
-no, solo bebimos café y hablamos -
-¿de qué, si se pude saber? -
-crei que no te importaba - le respondió, pero luego le contó - me contó que perdió su beca, y se atrevió a insinuar que eso fue mi culpa -
-¿Por qué seria tu culpa? -
- no tengo la menor idea, pero sabes lo que más me molesta es que me llamara interesada -
Alexander se quito las gafas y se cruzo de brazos - ¿y lo eres? Ya sabes me refiero a si eres interesada -
-pensándolo bien tal vez si lo soy, después de todo si tú fueras un pobre diablo, no me habría casado contigo en primer lugar –
-entonces ¿por qué te ofendes?- respondió el y se volvió a poner las gafas.
-en ese momento me ofendió, pero ahora ya lo pensé mejor -
-cariño, perdón que te interrumpa pero estoy bastante ocupado ahora, es mas estoy tan ocupado que ni siquiera tengo tiempo de ponerme celoso, así que dime ¿lo vas a volver a ver? ¿Tengo motivos para molestarme o no? - preguntó
-probablemente, ya que trabaja para en el bufet de abogados de los Carmona -
- ¿lo veras para otra cosa además de negocios? -
- no lo creo, no veo para que- respondió ella
-entonces esta conversación ya no me interesa, así que seguiré trabajando -
- como quieras- dijo Isabela levantándose tan rápido que casi se cae, pues de repente sintió que se le movió el piso.
Alexander se puso de pie y fue hacia ella - ¿estás bien?-
-sí, solo me levante demasiado rápido, sigue trabajando, voy a llamar a Marina- dicho eso camino hacia la puerta, al abrirla se encontró con Frank, este como de costumbre no dijo nada solo la vio irse.
- aquí está lo que me pediste, tenías razón, Amalia si a estado comprando cosas para su hijo, le rento un Pent-house, le consiguió un auto nuevo también, todo a espaldas de tu padre-
- esa mujer no aprende, pero por el momento solo sigue vigilándola -
- como digas, ¿necesitas algo más?-
Alexander tomo un papel, escribió algo y se lo dio, Frank lo tomo y lo leyó -
-el ex, ¿es enserio?- dijo en tono de burla
Alexander solo lo despidió con la mano, el hombre entendió que su jefe no estaba de humor, así que salió dejándolo solo.
Alexander no quería admitir lo mucho que le había molestado que su esposa hubiera hablado con su ex, pero no iba a demostrar eso frente a ella, primero averiguaría cual era el propósito de ese tipo con su esposa, esperaba que no fuera tan imbécil para querer meterse entre ellos.
...****************...
A Marina no le gustaba ignorar las llamadas de Isabela, pero esta vez lo hizo, no quería que ella supiera con quien estaba.
-¿no vas a contestar? –dijo Alan
Estaban en la terraza de un bar, ella esperaba a un amigo cuando Alan llego y se sentó, justo en ese momento Isabela la llamo así que tuvo que ignorar su llamada.
-no quiero que Isa sepa que estoy contigo, ¿Qué es lo que quieres Alan? -
-hablar sobre Isabela, ¿con quién más podría hablar de ella, aparte de ti? -
- entonces habla que no tengo tu tiempo, estoy esperando a un amigo -
-¿Qué tanto sabes del flamante Marido de tu mejor amiga? -
-lo mismo que todo mundo, es una persona muy reservada, y ella no me a contado mucho de él -
-¿pero cómo fue que Isabela lo conoció? Es que yo de verdad no entiendo nada, tuvo que haber empezado a salir con él cuando recién termino conmigo, o ¿acaso me termino por él? -
-no te hagas la víctima, sabes muy bien porque ella te termino, y para ser honesta yo tampoco sé cómo se conocieron realmente, ella no ha querido contarme eso, se caso con él cuando yo estaba de viaje, no sabes lo mal que me hace sentir no haber estado en la boda de mi mejor amiga, además yo también tengo mis dudas, ya que Isa jamás me hablo de Alexander, excepto por una ocasión que yo le pregunté si habían ido a una cita, pero me lo negó -
-y ¿todo esto no te parece extraño? Porque a mi sí -
-claro que tengo mis dudas, pero sé que él la trata muy bien, los vi cuando estuve en su casa -
-no se trata de si la trata bien, yo quiero saber si ella de verdad lo ama -
- Alan creo que es hora de que te vayas haciendo a la idea de que ella es una mujer casada, no es buena idea que te metas en un matrimonio- Marina se puso de pie – mi amigo esta aquí, te veo después –
la joven también tenía sus dudas pero no quería decírselas a Alan, pues podría traerle problemas a su amiga con su esposo, así que mejor se quedo callada, fue hacia donde estaba su amigo y le pidió que fueran a otra parte, había escuchado que Alan últimamente bebía mucho, y que era bastante mala copa ya borracho.
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Amalia estaba harta de tener que resolver los problemas de su hijo, pero aquí estaba otra vez, solo que esta ocasión no era por los chantajes de Dante, si no porque de verdad tenia curiosidad de lo que tenía que decir esa joven.
Dalia llego 10 minutos tarde, usando una sudadera enorme a pesar del calor que hacia afuera, se sentó sin saludar y le soltó si mas.
-estoy embarazada
-supongo que mi hijo es el padre -
-supone bien señora -
-si quieres mi consejo, no lo tengas -
-supongo que lo dice para proteger el apellido de su familia -
-a estas alturas no podría importarme menos la reputación de la familia Casablanca, lo digo porque mi hijo no es alguien que puedas amarrar con un bebé, él no se quedaría a ti lado solo por eso –
-eso lo sé, conozco bien a su hijo señora, además no estoy interesada en tenerlo -
-¿entonces qué diablos quieres?-
-¿me preguntaba si usted estaría interesada en este bebé? -
-¿Qué te hace pensar eso? ¿Me viste cara de abuela, acaso? No me hagas reír niña, suficiente tengo con un hijo bastardo ¿para qué demonios quiero un nieto bastado? -
-bueno de todos modos necesito dinero para largarme de aquí -
-por ahí hubieras empezado en lugar de hacerme perder el tiempo- dijo Amalia sacando de su bolso la chequera – ¿acaso no fue suficiente lo que te dieron para que te mantuvieras callada?-
- eso es asunto aparte señora, esto es entre usted y yo -
-toma- Dijo Amalia dándole un cheque, también saco un par de billetes para que pagara la cuenta y los arrojo sobre la mesa- paga la cuenta – dijo levantándose - y espero no volverte a ver en mi vida, porque si lo hago no seré tan amable esta vez- dicho esto salió del lugar rápidamente, a este paso se iba a quedar sin dinero pronto.
Caminaba sin rumbo cuando su tacón se atoro en una alcantarilla, y estuvo a punto de caerse pero alguien la detuvo, del brazo y le ayudo a desatorar su zapatilla
-gracias- dijo Amalia
- de nada- contesto la otra persona, era un hombre de unos 30 años bastante atractivo y muy bien vestido – pero ¿Qué hace una mujer tan hermosa, sola en la calle? Cuando esta apunto de llover – ni bien termino la frase comenzaron a caer gotas que rápidamente se convirtieron en aguacero.
El hombre la tomo de la mano y la jalo hacia el bar que estaba hacia el final de la calle, Amalia no supo porque se dejo guiar por este desconocido, tal vez fue porque él la llamo hermosa y hacía años que nadie le decía así, sin pensarlo mucho lo siguió dentro sin darse cuenta que alguien la había estado observando todo el tiempo,