Casada Con Mi Excuñado Discapacitado

Un guapo hombre en traje negro entra al corporativo King, todos miran al imponente caballero que deja la estela de perfume varonil y la presencia fuerte por donde pasa.

Varias miran y suspiran detrás de él.

El caballero va directo a su oficina y una mujer le recita cada cosa que tiene programada, el hombre asiente y le pide varios documentos para media mañana.

—Organiza una reunión en cuarenta minutos con todo el personal de la empresa. —La mujer asienta y se retira con un “Sí, señor”.

Luego el hombre se sienta en la silla de presidencia y observa como quedó la redecoración que mando a hacer.

El lugar está pintado de blanco, pero los muebles son de color negro, al igual que el escritorio.

Hay dos sofás de cuero en el mismo color con una mesa de cristal en el centro, hay una lámpara de cristal en el centro del techo.

Detrás de él una biblioteca y un archivero, se levanta y jala un libro encontrando una caja fuerte tal y como pidió, entonces la configura y camina hacia el gran ventanal que tiene a un costado es toda una pared con una vista maravillosa, con un control hace que la ventana se torne oscura y no se vea más el paisaje, luego que revisa su pedido vuelve a poner la hermosa vista.

El celular del hombre suena y este toma la llamada de inmediato.

—Mack, ¿cómo está mi esposa? —Pregunta a uno de los guardaespaldas de su esposa.

—Está bien, señor King, solo lo llamo para decirle que estamos rumbo al hospital, no se ve enferma, pero llegó la señorita Kiara y aquí estamos.

—Gracias por el reporte Mack. —El hombre corta y llama de inmediato a su esposa.

—Mi luz… cómo va tú mañana.

—Amor… Bien cielo estoy con Kiara en el hospital, me obligó a hacerme la prueba de embarazo, estoy esperando los resultados. —Contesta ella animada.

—Como se llama la clínica, dime y salgo para allá.

—No amor y tus pendientes, yo te digo, si no te preocupes. —Lo calma ella.

—No tengo nada pendiente para hoy, así que dime y voy… Te has sentido mal mi luz. —Dice un poco inquieto.

—No es necesario y no, yo me siento muy bien, solo fue cosa de Kiara, te amo amor, cuídate mucho. —Dice y le lanza un beso.

—Yo también te amo, por favor avísame en cuanto lo sepas, por favor, cuídate. —La llamada se corta y él comienza a revisar algunos archivos en el ordenador.

—Señor King, ya todos están esperando el área principal. —Avisa su secretaria.

—De acuerdo adelántese. —Elijah termina lo que hacía, se dirige a la sala principal, es enorme, es donde se hacen eventos y algunas presentaciones.

Todos se quedan en silencio al ver llegar al dueño de todo hasta Ethan está allí, él ocupa el puesto de vicepresidente.

—Buenos días, cómo sabrán, soy el nuevo presidente de la empresa, ya no será mi padre. —comienza Elijah.

—Abran algunos cambios, he visto algunas reseñas y dejan muchas cosas que pensar.

—No soy mi padre, quiero puntualidad, disciplina y cero conflictos, el que no esté de acuerdo se va. —Todos lo miran muy atentos.

—Necesito una secretaria, así que observaré a cada una de ustedes y tomaré mi decisión, ya que la señora Damiana era la de mi padre y pronto se jubilará.

—No voy a permitir errores, me iré por un tiempo y dejaré a cargo a Alexander King, mi primo y mano derecha deben respetarlo como si fuese yo, entendido —Alex se acerca y todos responden.

—Entendido señor.

—Vuelvan a sus puestos de trabajo y gracias por su tiempo. —Elijah se retira a su oficina con Alex y comienza a hablar.

—Cuando piensan irse. —Pregunta Alex.

—En unos días primero quiero arreglar el desastre que hay, no sé qué mierda ha estado haciendo Ethan todo este tiempo. —Dijo y tomo el teléfono de la oficina y llamo a la secretaria.

—Necesito que le avisé al vicepresidente en lo que llegue, que lo estoy esperando en mi oficina. —Dice y corta sin esperar respuesta.

—Que tienes por qué ves tanto el celular. —Elijah suspira.

—Es Juliette salió con Kiara a hacerse una prueba de embarazo.

—y si es positivo eso te molestaría, recuerdo que no querías hijos con sabana. —indaga Alex.

—Sabana era frívola y no quería dañar su cuerpo, yo tampoco me veía con un hijo con ella.

—Pero… —Dice Alex.

—Pero con Juliette es lo que más deseo, aunque ahora sería algo complicado a ella y yo tenemos muchos enemigos, pero igual estaría feliz. —Dijo con un brillo en sus ojos.

—Solo tendría que encerrarla en un búnker y listo. —Dice y Alex se ríe.

—Te juro que pensé que solo estabas con ella por despecho, tú amabas mucho a sabana, pensé que solo utilizadas a Julie. —Dice Alex

—Jamás le haría eso a ella, no sé lo que pasó, pero lo que sentía por sabana se desvaneció y por luz siento cosas que no sentí con nadie más. —Su amigo se ríe.

—Esa mujer te supo atrapar. —Elijah sonríe.

—Es perfecta, dulce, cariñosa y tan noble. —Dice como bobo.

—Si y no tiene nada que ver los ruidos extraños que se escuchan en las noches, cierto. —Se ríe y Elijah lo mira mal.

—Vas a tener que mudarte idiota. —Dice Elijah.

—Sabes que no puedes vivir sin mí. —Dice Alex y el teléfono de Elijah suena

—Dime mi luz…

—Amor falsa alarma… No estoy embarazada, solo tengo anemia, te llamo para decirte que empezaré a planificar. —Dice la dulce Julie.

—No estés triste mi princesa, sí, y no planifiques esos químicos hacen daño que llegue cuando deba llegar de acuerdo te amo.

—Yo también te amo amor, entonces nos iremos cuídate.

La llamada se corta y la cara de Elijah es de tristeza, estaba tan ilusionado, pero no sé dará por vencido, él quiere una familia con su luz, está decidido.

—Lo siento hermano. —Dice Alex.

—No me daré por vencido, pronto serás tío. —Dice.

—Y también padrino. —Ambos sonríen, la puerta es tocada y el hombre da el pase, por esta entra la secretaria y Ethan detrás.

—Me buscabas hermanito. —Habla con ironía.

—Se puede saber que has estado haciendo todo, es un desastre y nada cuadra, más te vale que no encuentre anomalías o te largas. —Dice firme

—También tengo acciones aquí, así que no puedes.

—Pruébame… Y haré que te saquen y tengas que regalar tus acciones, ahora largo de mi oficina.

—No te pases Elijah, te lo advierto.

—Fuera. —Ethan salió y lanzo la puerta al irse.