CAUTIVA DEL PRÍNCIPE

Jamil: ¿Ya decidiste que harás con Darla? le has dado largas al asunto y con pruebas contundentes has sido muy benevolente con esa arpía.

Los dos se encontraban en el despacho del príncipe discutiendo los asuntos concernientes a los últimos días.

Yahir: mi plan va sobre la marcha Hazin esta haciendo su trabajo mañana le propondrá matrimonio y estoy cien por ciento seguro de que aceptará. -- manifestó sosteniendo un vaso de licor que ambos tomaban.

Jamil: un rey es más difícil de conseguir que un príncipe además es más tentador y vislumbra mucho más poder que un príncipe  ella no se negará es una trepadora consumada. Pero volviendo al tema de Amelia ¿no crees que se te fue la mano con ella? ¿viste su cuello? jamás vi tanto miedo en una persona...

Yahir: ¿crees que no me siento culpable por eso? tengo su mirada clavada en mi memoria día tra día los recuerdos me atormentan cada vez que recuerdo su mirada me siento el más miserable de los hombres.  -- dio un fuerte golpe en la mesa -- no debí dejar que la ira se apoderará de mí. No se que hacer para que me perdone.

Jamil: pienso que tal vez siente miedo hacia ti quizás con el tiempo logres que te perdone.

Yahir: me esforzaré por lograr su perdón  tu encárgate del prisionero asegúrate de sacarle información debemos estar atentos no creo que esté mintiendo.

Jamil: si mi señor

El día estaba soleado Amelia despertó sintiéndose mejor se levantó y se acercó a la ventana quería sentir el sol en su piel.

Ya habían pasado varios días del atentado y podía regresar a sus labores, pensó que tal vez recibiría otro arreglo de rosas como los días anteriores.

Si esa era la forma de disculparse con ella entonces lo estaba consiguiendo, esperaba que su corazón se conmoviera para que le permitiese visitar a su Tía y a su hermana. Pero no quiso hacerse ilusiones ese hombre era un tirano y un cabezota. No le había vuelto a pedir que bailase para el de nuevo tampoco se habían visto en privado. Durante el  día las chicas le ayudaron casi no le daban oportunidad de hacer nada le habían tomado genuino aprecio por las circunstancias en las que se había visto envuelta

Cuando terminaron el trabajo del día se tomaron la tarde para ellas bajo el radiante sol en la piscina del yate Amelia se puso un bikini rojo y disfruto del agua.

Uno de los hombres del príncipe se acercó a la piscina para informarle que el príncipe Yahir la esperaba en el despacho Real. Amelia sintió un leve estremecimiento cuando escuchó las órdenes del monarca y colocandose una toalla se dispuso a obedecer.

Amelia: informele a su alteza que iré a mi habitación a cambiarme y luego iré a verlo.  -- la mirada del guardia era sombría y su voz era dura y fría.

Guardia: el príncipe quiere verla de inmediato  señorita acompáñeme por favor.

Amelia: como quiera  -- respondió con molestia  y siguiendo al guardia.

El hombre la llevó en presencia del príncipe luego se retiró cerrando la puerta. De nuevo sintió una gran tensión en la habitación y se estremeció al cruzar la mirada con la del príncipe que tenía el ceño fruncido se notaba su molestia o era tal vez frustración? no logro distinguir su expresión. Solo penso en alejarse lo suficiente para no estar a su alcance pero fue en vano el cruzó la habitación y le sujetó la cintura tan cerca de el que pudo escuchar su agitada respiración y su latidos que comenzaron acelerarse. Ella se paralizó al sentirlo tan cerca.

Yahir: ¿es esta la forma de provocarme que se te ocurre? no te permito que te exhibas en público vestida así.

Nuevamente estaba tratando de controlarla y ella se resistía se aferraria a la poca libertad que le quedaba.

Amelia: no tiene ningún derecho sobre mi ya se he dejado claro. -- trato de luchar por liberarse de el sus manos la sostenían muy fuerte era inútil luchar con el lo miró y le pidió con voz calmada que la soltaste -- debe soltarme ahora o voy a gritar.

Yahir: ¿de verdad quieres que te suelte? -- miro sus labios sensuales húmedos todavía por el agua que escurría de su reciente baño en la piscina no pudo contener el deseo de besarla y li hizo en un beso profundo y posesivo.

Ella no pudo resistirse quería negar que también lo anhelaba pero llevaba noches enteras sin dormir pensando que en cualquier momento el entraría para torturarla de nuevo.

Yahir: No hagas eso de nuevo no puedo soportar que otros te miren -- le dijo susurrando a su oído era más que una orden era una petición -- quiero que te guardes solo para mi. dime... ¿ podrás hacerlo ? -- le tomo el rostro entre sus manos mirándola esperando su respuesta. Amelia asintió trató de poner en orden sus pensamientos luego de ese beso se sentía en las nubes comenzó agradarle ese lado tierno y amoroso del príncipe. Pero sabia que no era más que su chef y bailarina no podía aspirar a más. Al salir del despacho se encontró con Darla en la cubierta.

Darla: ¿ todavía estás aquí? eres como un insecto molesto, pensé que el príncipe ya te había despedido.

Sus palabras estaban cargadas de desdén y desprecio pero Amelia sabía que era envidia li que sentía trato de ignorarla y continuar su camino pero Darla la obligó a escuchar tomándola del brazo.

Darla: cuando sea la esposa del rey Hazin haré que Yahir te despida como la sucia rata que eres.

Amelia la miró y sonrió en su cara se safo de su mano y continuó su camino dejándola destilar su veneno sabiendo que estaba esperando una confrontación la ignoró deliberadamente ese era el peor de los castigos para un enemigo.