Olivia Lancaster siempre ha sido la hija perfecta: obediente, refinada y dispuesta a sacrificar su felicidad por el bienestar de su familia. Cuando una crisis financiera amenaza con destruir el imperio empresarial que su padre ha construido, Olivia accede a un matrimonio arreglado con Ethan Montgomery, el frío y misterioso magnate que podría salvarlos de la ruina.
Ethan no está interesado en el amor. Para él, el matrimonio es solo un acuerdo de negocios, una forma de asegurarse el control absoluto sobre la empresa de los Lancaster. Sin embargo, lo que comienza como una relación puramente contractual pronto se convierte en algo mucho más intenso. Olivia despierta en él un deseo que jamás imaginó sentir, un anhelo que desafía todas las reglas que se ha impuesto a sí mismo.
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Capitulo 22
El aire en el elegante restaurante de lujo era denso con el aroma de los platos gourmet y el murmullo de las conversaciones de la alta sociedad. Olivia se sentó en una mesa cerca de la ventana, observando cómo las luces de la ciudad parpadeaban en la distancia. Todo parecía perfecto, pero había un nudo en su estómago que no podía ignorar.
Ethan había llegado tarde, y su ausencia pesaba sobre ella como una sombra. Cada segundo que pasaba se sentía como una eternidad, y la ansiedad crecía en su interior. No podía evitar preguntarse qué estaba pasando en su vida. Sus pensamientos se interrumpieron cuando un hombre desconocido se acercó a su mesa. Era alto, con una sonrisa encantadora y un aire de confianza que desbordaba.
—¿Olivia, verdad? —preguntó con un tono seductor—. Soy Alex Morgan, un viejo amigo de Ethan. Espero que no le importe que interrumpa su cena.
Ella sonrió, pero una advertencia sonó en su mente. Conocía a Ethan lo suficiente como para saber que si un viejo amigo aparecía de la nada, las cosas no eran simples.
—No, para nada —respondió, intentando sonar amigable—. Ethan debería estar aquí en cualquier momento.
—Es un tipo ocupado —dijo Alex, ocupando la silla frente a ella sin ser invitado—. Pero he estado escuchando mucho sobre ti. Todos dicen que eres una mujer increíble, con un gran futuro por delante.
Olivia se sintió halagada, pero el cumplido no ocultaba el hecho de que algo en Alex la hacía sentir incómoda. Su mirada era demasiado intensa, y había un destello en sus ojos que la hacía dudar.
—Gracias, pero en realidad estoy aquí por Ethan —dijo con firmeza, deseando que él apareciera para poner fin a la situación.
—Lo sé, pero no puedo evitar pensar que podrías ser más feliz con alguien que pueda ofrecerte más —continuó Alex, inclinándose un poco hacia adelante—. Me gustaría hacerte una propuesta.
Olivia frunció el ceño, sintiéndose amenazada.
—¿Qué tipo de propuesta?
Alex sonrió de manera persuasiva, su mirada fija en ella.
—Ethan es un buen hombre, pero está demasiado atrapado en su mundo. Yo puedo ofrecerte una vida diferente, una donde puedas brillar realmente. Un lugar en mi lado, donde juntos podríamos lograr cosas increíbles.
La incredulidad llenó a Olivia, y su corazón latía con fuerza. ¿Qué estaba insinuando? A pesar de lo tentador que podía sonar, su mente no podía dejar de pensar en Ethan.
—No sé de qué hablas. Estoy feliz con Ethan —replicó, tratando de mantenerse firme.
—¿Estás segura? —interrumpió Alex, su voz un susurro—. Sabes que su vida está llena de riesgos, de secretos oscuros. Y lo que es peor, él no puede protegerte de todo. Imagínate cómo sería estar con alguien que podría garantizar tu seguridad, que podría ofrecerte un futuro sin miedo.
Las palabras de Alex resonaron en su mente, y de repente, el miedo se deslizó en su corazón. La idea de perder a Ethan era aterradora, pero el riesgo que conllevaba estar a su lado era real. Sin embargo, el solo hecho de que alguien le hablara de esa manera la hizo sentir incómoda.
—No estoy interesada en tus juegos —dijo Olivia, su voz temblando de emoción—. Mi lugar está con Ethan, y eso no cambiará.
Alex se inclinó hacia atrás, la sonrisa aún en su rostro, pero su mirada se había vuelto más fría.
—Es una pena, Olivia. No sabes lo que te estás perdiendo. Pero aquí estoy, si alguna vez decides que quieres algo más —dijo, dejando caer la oferta como una piedra en el agua.
La tensión en el aire era palpable mientras Alex se levantaba y se alejaba. En su interior, Olivia estaba luchando contra una tormenta de emociones. La propuesta de Alex había abierto viejas heridas y dudas que había tratado de ignorar.
Justo en ese momento, Ethan apareció, su rostro serio y preocupado. Su mirada se posó en Alex, que se alejaba, y su expresión se endureció.
—¿Qué está pasando aquí? —preguntó, tomando asiento junto a ella.
Olivia sintió que su corazón se aceleraba. No quería que Ethan pensara que había algo entre ellos. Se obligó a calmarse y a explicarle la situación.
—Solo estaba hablando con Alex. Me hizo una propuesta… —dijo, pero no pudo terminar la frase.
Ethan la miró fijamente, sus ojos oscuros llenos de preocupación.
—¿Qué tipo de propuesta?
Las palabras se quedaron atrapadas en su garganta. En su mente, el enfrentamiento entre el amor que sentía por Ethan y la tentadora oferta de Alex se tornaba más real. ¿Podría arriesgarlo todo por un futuro incierto? ¿Podría enfrentar a Ethan con esa verdad?
—Dijo que podría ofrecerme algo más, una vida diferente —finalmente confesó, sintiendo que la verdad caía como un peso sobre sus hombros.
Ethan la miró con incredulidad, su expresión reflejando una mezcla de rabia y tristeza.
—No tienes que considerar eso. No hay nada que Alex pueda ofrecerte que yo no pueda darte —replicó, su voz firme.
Pero en el fondo, Olivia sabía que la decisión era más complicada. Los oscuros secretos de Ethan y las promesas de un futuro brillante que le ofrecía Alex la empujaban hacia un abismo de incertidumbre.
Con el corazón pesado y los sentimientos en conflicto, Olivia comprendió que su amor por Ethan estaba a punto de ser puesto a prueba. La propuesta de Alex era solo el comienzo de una serie de decisiones que cambiarían su vida para siempre. La lucha entre el amor y la ambición se desataría, y el precio a pagar sería más alto de lo que cualquiera podría imaginar.
La tensión en la mesa era palpable, como si la atmósfera estuviera cargada de electricidad. Olivia podía sentir el peso de la mirada de Ethan, su rostro estaba tenso, una mezcla de preocupación y frustración que la hacía sentir pequeña. Las palabras que se agolpaban en su mente luchaban por salir, pero temía que una vez que lo hicieran, no habría marcha atrás.
—Olivia, ¿estás bien? —preguntó Ethan, su voz grave y profunda atravesando el silencio como un eco resonante.
Ella asintió, aunque en su interior sentía que todo se desmoronaba. Había algo en la forma en que Ethan la miraba, una intensidad que la hacía dudar. La propuesta de Alex no era solo una tentación; era una amenaza que la desafiaba a cuestionar sus verdaderos deseos.
—Solo… solo hablé un momento con él. No hay nada entre nosotros —respondió con una firmeza que intentaba convencerse a sí misma más que a él.
Ethan entrecerró los ojos, y la forma en que sus músculos se tensaron le hizo saber que no estaba convencido.
—¿Y qué tipo de propuesta te hizo? —su tono era calmado, pero Olivia podía notar la ira contenida en sus palabras.
Tomando una respiración profunda, se decidió a ser honesta. Sabía que ocultar la verdad solo complicaría más las cosas.
—Me dijo que podría ofrecerme una vida diferente, un futuro sin miedo… algo que quizás tú no puedes darme —dijo, cada palabra saliendo como un susurro tembloroso, lleno de inseguridad.
Ethan se inclinó hacia ella, su mirada ardiente y decidida.
—Escucha, Olivia. La vida que te ofrezco no está exenta de riesgos, pero estoy aquí, dispuesto a luchar por ti. No necesito que un tipo como Alex te tiente con promesas vacías —dijo, su voz baja y peligrosa.
Olivia sintió que su corazón se aceleraba. Las palabras de Ethan la tocaban, pero la imagen de la vida que le ofrecía Alex le susurraba al oído con una promesa seductora de seguridad y éxito.
—Ethan, no se trata solo de eso. —Su voz temblaba mientras hablaba—. Tu vida está llena de peligros que no puedo ignorar.
Él la interrumpió, su tono más fuerte, casi un grito.
—¿Y crees que Alex te protegerá mejor? ¡Es un manipulador! Solo quiere jugar contigo, y si tienes un poco de sentido común, lo verás. —La furia de su voz resonó, llenando el espacio entre ellos.
Olivia sintió una punzada de dolor en el pecho. ¿Era posible que todo lo que había construido con Ethan se desmoronara en un instante? Sus emociones estaban a flor de piel, y cada palabra que salía de su boca parecía más como un grito de ayuda que como una declaración de intenciones.
—No estoy buscando otro hombre, Ethan. Solo quiero entender lo que estoy eligiendo —respondió, luchando por mantener la calma.
Ethan tomó su mano, su contacto ardiente, y la miró a los ojos con una profundidad que parecía penetrar en su alma.
—Te necesito a mi lado, Olivia. Te quiero. Pero no puedo dejar que alguien como Alex te haga dudar de eso.
El momento se estiró entre ellos, y por un segundo, todo lo que había en sus corazones parecía fluir. Pero entonces, un recuerdo perturbador le atravesó la mente, la sombra del pasado de Ethan acechaba en sus pensamientos, recordándole que había más en juego de lo que él dejaba ver.
En ese instante, el sonido de una risa burlesca interrumpió su conexión. Olivia giró la cabeza y vio a Alex regresar, acompañado de un grupo de personas, su presencia magnética atrayendo la atención de todos a su alrededor.
—¿Sigues aquí? —preguntó con un tono de burla, mirando a Ethan con desprecio—. No sabía que te gustaban las reuniones familiares.
La tensión en la mesa se intensificó. Olivia sintió que las paredes comenzaban a cerrarse a su alrededor. Ethan se enderezó, sus ojos destilando una mezcla de ira y desafío.
—No te preocupes por mí. Solo estoy tratando de proteger a Olivia de alguien que claramente no tiene buenas intenciones.
Alex se rió, una risa que sonaba hueca y provocadora.
—Protegerla, ¿eh? Lo dudo. La vida que llevas es una montaña rusa, Ethan, y Olivia merece algo mejor —dijo, desafiándolo.
El ambiente se volvió hostil, y Olivia se sintió atrapada en medio de dos mundos que parecían chocar. ¿En quién podía confiar? El corazón le latía con fuerza mientras se preguntaba si realmente había tomado la decisión correcta al involucrarse con Ethan.
—¡Basta! —gritó Olivia, levantándose de su silla, sus ojos ardían mientras miraba a ambos hombres—. No tengo tiempo para sus juegos. Estoy cansada de que me traten como si no pudiera decidir por mí misma.
Ambos hombres la miraron, sorprendidos por su súbita explosión de valentía. Pero Olivia sabía que tenía que ser fuerte. Tenía que tomar una decisión que no solo afectaría su futuro, sino también su corazón.
—No estoy aquí para elegir entre ustedes. Solo quiero hacer lo que es correcto para mí —dijo, su voz más tranquila, pero llena de determinación—. Y eso significa que necesito tiempo para pensar.
Con esas palabras, se dio la vuelta y se alejó, dejando a Ethan y a Alex atónitos en la mesa. La distancia la rodeó, pero la presión de la incertidumbre pesaba sobre sus hombros. En su interior, sabía que la batalla entre el amor y el deseo estaba lejos de terminar.
ADEMÁS QUIERO REITERAR, QUE ESTA MUUUUUUY BIEN ESCRITA. GRACIASSSSSSS A LA AUTORA POR ESTA HISTORIA Y FELICITACIONES