La Sustituta

Mauricio Lombardi

La dejé para no ahorcarla en plena pista o arrastrarla de los pelos hasta un baño o donde sea para demostrarle que tan gay soy. En estos momentos estoy por mandar al diablo la estúpida fiesta, los invitados, a mí padre por casarme con semejante bruja y a mí amigo por reirse de mí mala suerte.

-Vamos afuera un momento

-Es una perra, la odio, uno de los dos quedará viudo antes de que acabe el año

-Ya me di cuenta, igual déjame decirte que sabe llamar la atención

-Y que lo digas, todos la miraban porque por poco y tiene sexo allí, no me resultaría raro que hasta acabara embarazada en plena pista

-Se sabe mover y es una dominante natural con un carácter tremendo

-A mí no me manejará a su puto antojo, aquí mando yo

-Yo no estaría tan seguro. Cara de ángel pero cuerpo y forma de ser de una auténtica diabla

-Juzgas así por un par de piernas, eres un estúpido

-Cuando lo descubras me das la razón, ¿Por qué tan molesto?

-Se pasó todo el tiempo tratándome de gay, insinuando que eres mí novio o yo que se, hasta diciéndome que su amiguito está enamorado de una mujer, ahhh y además le gustas tú

-Jajajaja la amo- le dediqué una mirada amenazante- bueno ya me calmo pero es muy graciosa, si querés la sacamos de su error

-No, dejala que crea lo que le dé la gana, no vaya a ser que se me tire encima como quiso hacer la hermana o que se te tire a ti

-Yo no tendría problema si lo hiciera

-¿Puedes dejarte de joder? Esa mujer me está volviendo loco y apenas nos casamos y encima sigues tú con más de lo mismo

-Ya ya cálmate. Deberían ir a descansar

Entramos y ella estaba enloquecida bailando con su amigo prendido de su cintura y varios invitados siguiéndola. Ahora bailaban todos en fila haciendo un tren

-Bueno hermano si no puedes contra ellos uneteles- se fue a sumar a la estúpida fila para bailar con ellos

Cuando todo se calmó un poco y quedaron algunos bailando en la pista fui a buscarla para que nos vayamos

-Tenemos que irnos

-Me la estoy pasando bien, ve tu, luego te alcanzo

-Tú te vienes conmigo, es nuestra luna de miel

-¿Escuchaste eso? Una luna de miel jajajaja, envíame mucho trabajo para no aburrirme- le dio un beso a su amigo y me siguió riendo, encima de todo estaba un poco borracha

Subimos al auto y nos dirigimos al aeropuerto sin demora dónde un avión nos esperaba listo para abordar. Ella puso música en su teléfono que no sé ni dónde lo tenía y fue moviendo su cabeza con ritmo.

-¿Puedes parar?

-¿Y ahora que hice?

-Ruido y no dejas de moverte, ¿No bailaste lo suficiente?

-Ni siquiera estoy cansada, que aburrido eres, ¿Cuántos años tienes sesenta?

-Tengo treinta, ¿Acaso no sabes todo de mí?

-No sé ni a qué te dedicas ni me interesa tampoco. Ibas a ser el esposo de mí hermana pero aquí me ves. En fin, creí que tenías más años

-Todo el mundo cree que tengo menos

-Pues te mienten, con tu actitud sumas varios años más que treinta, te lo aseguro. Cómo sea, ¿Adónde vamos?

-A nuestra luna de miel, precisamente a una playa

-Que emoción, prefiero la montaña

Con música me jodió como dos horas más de viaje pasando de mí tal como si yo no existiera y cuando finalmente paró su ruido infernal fue porque se descargó su teléfono.

-Tengo hambre

-¿No comiste lo suficiente?

-¿Quien se llena con esa porquería? Además bailé toda la fiesta, no como tu que no te despegaste de tu hermoso novio

-El no...- interrumpió la azafata

-Quiero comer algo, lo que sea de una gran porción y una Coca Cola o sino lo que tengas- habló rápidamente antes de que ella pudiera pronunciar una palabra

-Ya le traigo su pedido, ¿Usted señor desea algo?- tirar a mí esposa del avión pensé pero negué

Cuando trajeron la comida se puso a devorar todo lo que tuvo enfrente y luego buscó en su pequeña maleta con desesperación algo.

Sacó un cuaderno y se puso a escribir rápidamente por un buen rato hasta que llegamos. Miré a lo lejos su escrito y realmente era un desastre. Fea letra y cosas tachadas por doquier.

-¿Que es lo que haces?

-Estoy escribiendo, ¿No es obvio?

-Eso ya lo sé

-Si lo sabes no preguntes