El Mismo Rostro, Dos Caminos Distintos

Punto de vista, Alex...

Me encontraba en mi oficina, mientras trabajo no me gusta ser interrumpido, pero escuche como abrieron la puerta de mi despacho de manera imprudente impidiendo que pudiera concentrarme, levanté la mirada para ver quién había comenzado a tirar cosas de mi despacho, eso me llenaba de rabia.

Era Adriana, quien había entrado molesta a mi despacho, y quería descargar su irá contra mis cosas.

Le Grite molesto - ¿Qué mierda haces?, Sabes que detesto que toquen mis cosas, y mucho peor que las tiren, cada una de ella tiene un valor inigualable para mí -

Ella me miró desafiante y luego me pregunta con ironía - ¿Si?, ¿Son inigualables?, ¿Y yo que?, ¿Acaso ya no te importo? -

Doy un gran suspiro, mientras paso mis manos por mi cabello.

Le respondo con calma, porque se que cuando se encuentra histérica lo mejor es darle la razón antes de que se ponga peor de lo que ya está - Por supuesto que me importas - Esas palabras fueron lo único que dije, por alguna razón ya no me nacía decir nada más.

Ella gritó histérica - MENTIRA, todo es una gran mentira, solo quieres que deje de actuar como una loca histérica, pero esto es por tu culpa, ¿Por qué te acostaste con Abril?, ella es mi hermana, ¿Cómo te pudo haber pasado por la mente traicionarme con mi hermana? -

Esas palabras hicieron que algo doliera, tragué saliva, sabía que no tenía excusa para lo que hice.

Le dije un poco nervioso - Adriana primero que nada debes calmarte, segundo no sé ni cómo termine teniendo sex0 con tu hermana, lo último que recuerdo fue haberla seguido a su habitación pero alguien me drogo en la fiesta, por esa razón pudo haber ocurrido -

Ella se acercó a mi desafiante y pregunto - ¿Quieres decir que todo fue un accidente lamentable?, ella se aprovechó de ti, eso es todo, no cabe duda que los alcances y la malicia de abril es demasiado grande, ella tuvo que haber planeado con mi padre el drogarte para que te la llevarás a la cama, eso es lo más seguro -

Le verdad eso no me lo esperaba, aunque si lo pienso bien podía ser correcto, quizás ellos querían que yo consumara el matrimonio para no poder pedir un divorcio sin que está chica se lleve una buena parte del dinero por el cuál he trabajado toda mi vida.

Eso me hizo caer en cuenta de mi realidad, ahora entiendo porque esa chica quería salir a la universidad, de esa manera podría planear todo con su padre, sin tener ningún tipo de vigilancia.

Rápidamente me llene de ira, le dije con toda la calma que pude a Adriana - Por favor vete de mi casa, yo me encargaré del problema con mi esposa, no quiero que estés en medio de todo esto -

Ella se quedó asombrada, jamás la había hechado de mi casa, y mucho menos tratado de esta manera, enseguida dice con tristeza - ¿Acaso ella importa para ti mucho más que yo?, Claro, no era para menos, ya te engatuso y no me crees, yo sacrifique mi vida por ti, casi voy a prisión por ti, por haber asesinado a alguien para salvar tu vida, ese hombre abuso sexualmente de mi para poder rescatarte, me quito lo más preciado que tiene una mujer, me quito la virginidad, yo solo era una niña tenía 15 años cuando sacrifique todo por ti, y vienes y me tratas así tan mal - Ella comienza a llorar, cuando intenté acercarme a ella, salió corriendo y se fue de mi despacho.

No fui detrás de ella, mi irá era mayor que mi dolor en estos momentos.