NovelToon NovelToon
Reencarne En La Amante Del Emperador.

Reencarne En La Amante Del Emperador.

Status: Terminada
Genre:Completas / Amantes del rey / Viaje a un mundo de fantasía / Reencarnación
Popularitas:597.1k
Nilai: 4.8
nombre de autor: Leóylu

Lucía, luego de morir despierta en la última novela que leyó, pero lo más extraño de todo eso fue que despertó en el personaje que más odiaba...

NovelToon tiene autorización de Leóylu para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 22

En la base, esa noche y como lo había informado Dayana, los soldados de Arista atacaron con un pequeño ejército el fuerte militar, gracias a la advertencia de la joven pudieron prepararse y estar atentos a cualquier movimiento extraño. En cuanto los soldados de Arista llegaron fueron emboscados por los soldados de Stefan. La batalla no fue tan ardua, puesto que los soldados al ver que no podrían rescatar a sus hombres, decidieron retirarse y aunque hubo bajas significativas para ambos bandos, los médicos que se encontraban en la base, fueron fundamentales para que esa noche los soldados de Amatista no perdieran a nadie.

Por otra parte, Dayana se encontraba caminando por el bosque algo perdida, si bien sabía hacia dónde tenía que dirigirse, no sabía con exactitud los caminos, había logrado darle un vistazo a las rutas cuando estudio el mapa para encontrar al ministro, pero no estaba segura muy bien de si ese era el camino correcto.

De pronto al ver que el bosque empezaba a ser más frondoso, oscuro y tenebroso detuvo sus pasos y dijo.

— Calma Lucía, tú eres lo más peligroso aquí... Los fantasmas no existen y además eres una asesina a sangre fría, no puedes temerle a un árbol con cara de enojado...

La chica al ver que las cortezas de algunos árboles tenían marcas extrañas que parecían ser rostros, empezó a temblar a cada paso que daba, de pronto el aullido de un lobo logró asustarla aún más y como si de un gato se tratara empezó a trepar por un árbol hasta llegar a una rama que estaba lo bastante lejos del suelo como para que si alguna bestia salvaje aparecía no la pudiera atrapar.

Al llegar se sentó algo cansada, con su respiración agitada, ya que había estado caminando por más de dos horas y también por haber subido el árbol con tanta rapidez.

Luego de normalizar su respiración dijo.

— Carajo Lucía... contrólate... — A lo lejos, pasando una gran arboleda volvió a visualizar un camino y al costado de este una fogata algo pequeña.— Bingo... Ese es tu boleto de salida. Muy bien, descansaré un momento e iré hacia ese pequeño campamento.

Lucia aún que estaba muerta de miedo, puesto que esta situación era algo nuevo para ella, decidió dejar sus miedos a un lado y seguir con su plan de llegar a Arista. Tenía que conseguir un aliado para evitar la guerra y tantas muertes innecesarias. Si bien ella en su vida pasada había sido una importante sicaría de la mafia, solo mataba a esos lobos que se disfrazaban de ovejas, tal vez ella no era una santa, pero tenía bien en claro que para combatir con la maldad del mundo, uno tenía que convertirse en un mal superior.

***

Horas más tarde...

El sol ya estaba por salir y los hombres que acompaban al costado del camino ya estaban empezando a levantar su campamento. Dayana por su parte luego de cruzar el bosque, y ver que ya estaban todos despiertos decidió actuar como una damisela en peligro para así poder ganarse la confianza de los caballeros que allí se encontraban. Empezó a sacarse los vendajes que tenía en sus piernas, espada y brazos, cubrió parte de su ropa con lodo y rasgando su vestido, salió de su escondite, y tambaleándose empezó a caminar con dirección a los hombres. Al ver que estos notaron su presencia con voz débil dijo.

— Ayuda...por favor...

Y sin más se hizo la desmayada.

Los hombres que se encontraban allí eran mercaderes que se dirigían hacia Arista, al ver que la jovencita parecía ser una dama noble el hombre que estaba a cargo dijo.

— Pronto, ayúdenme a cargar a la mujer al carruaje, parece ser otra víctima de estos caminos... miren...

Dijo para luego mostrarle las heridas que se veían en sus brazos y piernas.

— Hay que llevar con un médico...

– Padre no podemos llevarla con un doctor, no tenemos tanto dinero, aún no nos han pagado las últimas telas y...

— Hijo podría ser tu hermana... llevemosla con nosotros a la capital y luego vemos como solucionamos los gastos médicos...

Sin más los tres hombres cargaron a la chica al carruaje y luego de subir a sus caballos cabalgaron lo más rápido hacia la capital.

Dayana por su parte al encontrarse sola dentro del carruaje lleno de telas, decidió descansar un poco, puesto que esa noche no había dormido mucho y al escuchar la conversación de los hombres que la habían ayudado supo que no tenía que preocuparse mucho...

***

Ya pasaba de la media tarde cuando llegaron a la capital de Arista y en cuanto llegaron los mercaderes se dirigieron a la casa del doctor del pueblo. En cuanto abrieron las puertas del carruaje, se encontraron con la gran sorpresa de que la chica ya no se encontraba en el carruaje. Al ver esto los mercaderes empezaron a mirar en todas direcciones, la joven no podía haber ido muy lejos, además estaba malherida, así que entre los tres la comenzaron a buscar.

Por otra parte, Dayana se había camufrajeado entre las sombras nuevamente y dirigiéndose hacia una posada vio salir a una joven y fingiendo nuevamente, pidió su ayuda, pero en cuanto la joven se acercó, sacó su daga y apuntando su cuello dijo.

— Necesito ropa limpia y un cuarto, no hagas ruido y no necesitare utilizar esta navaja.

La jovencita aterrorizada asintió guiando a la chica hacia dentro dijo.

— Por favor no me lastimé.

— Tranquila, si coperas no lo haré.

Ambas ingresaron a la posada donde en la parte de abajo funcionaba una especie de bar, hombres completamente borrachos, humo y juegos de cartas, podía verse por todos los rincones del lugar. La joven sin querer alterar a Dayana quién aún apuntaba sus costillas con la navaja, tomó algunas mantas y ropas de unos de los estantes que estaba en una especie de cuarto de servicio, y sin llamar la atención de nadie guío a la chica hasta una habitación donde allí volvió a hablar.

— No voy a gritar, pero podría dejar de apuntarme con su navaja.

Dayana aún dudosa retiro su arma y guardandola nuevamente dijo.

— Confiaré en ti... Necesito un baño.

— Y un médico...— Dijo la joven al ver las heridas de Dayana— Mi amo es un señor amable, si le pide su ayuda...

— No estaré mucho aquí, solo necesito un baño.

— Por supuesto, ya se lo preparo...

La chica ingresó a la habitación y cargando la bañera que allí se encontraba, ayudó a Dayana a desvestirse y colocando la ropa nueva sobre la cama, Dayana volvió a hablar.

— Quédate aquí, no confío en que no vayas a abrir tu boca.

La chica solo asintió y Dayana empezó a lavar su cuerpo. Al prestarle más atención a la chica pronto empezó a notar que la joven también tenía marcas en su cuerpo al igual que su ropa parecía estar muy sucia y desgastada, miro directamente a la joven y sin filtro dijo.

— Dijiste que tu amo es un hombre amable, pero ¿por qué tienes esas marcar?

La chica desvió su mirada, e intentando ocultar sus marcas dijo.

— No fue mi amo... soy una esclava señorita, no puedo desobedecer a los señores de esta corte.

Dayana miró mejor el cuerpo de la joven y al ver que no solo tenía marcas en sus tobillos y muñecas, se levantó de la bañera y acercándose a ella empezó a examinarla. La chica intentó ocultar su cuerpo, pero Dayana pronto enfureció y con su mandíbula apretada preguntó.

— Dices que tu amo permite que esos hombres abusen de ti...— El silencio de la joven, fue más que suficiente como para confirmar las palabras de Dayana. Sin que la chica se lo esperará Dayana la abrazo y dijo por lo bajo — Tranquila... El infierno de esos hombres ya está aquí.

Sin más Dayana empezó a vestirse y quemando su ropa en el bracero que se encontraba en la habitación dijo.

— A partir de este momento estarás bajo mi protección, ¿cómo te llamas?— La joven miró a la chica a un sin entender del todo su actitud, contestó.

— No tengo un nombre... Las esclavas no tenemos derecho a tener uno.

Lucía detuvo sus movimientos y guardando su frustración e ira, volteó a ver a la joven y al notar que su piel era clara dijo.

— Pero... Tú no pareces ser solo hija de esclavos...

— Mi madre era esclava, mi padre... es un noble de alto rango, aún visita este lugar algunas veces.

Al oír esto, Lucía camino hacia la cama e invitando a la chica a contarle más dijo.

— Siéntate y cuéntamelo todo...

La chica sin saber por qué esa joven se comportaba de manera tan extraña, asintió y empezó a contarle quien era su padre. El era el marqués William, este vivía algo alejado de la capital, pero el hombre solía viajar seguido, puesto que todos sus negocios se encontraban allí. El hombre era toda una joyita, nunca se había casado porque tenía cierto gusto por los hombres y mujeres de color. Es por eso que también se mantenía lejos de la capital para poder vivir su vida de libertinaje lejos del ojo crítico de la corte. Al ser el único heredero del marquesado, tenia que convivir si o si con los nobles, aunque muchas veces esto no le gustaba...Cuando la chica estaba por terminar de hablar agregó.

— Esta noche volverá a su marquesado... y no volverá hasta el mes que viene.

— Ya veo, entonces dices que no tiene familia, ni herederos que puedan reclamar su título...

La esclava al ver que lo único que parecía importarle a la joven de toda su historia fue solamente esa parte contestó.

— Sí pero... El marqués aún es un hombre joven, puede tener un heredero en el futuro o...

— Sí, pero es una lástima que su vida pronto llegara a su final.–Dayana sonrió maliciosa y mirando directamente a la chica dijo — Dime, ¿Te gustaría ser libre?

La esclava miró a la joven sorprendida por su pregunta por qué jamás nadie le había preguntado eso, ni tampoco se le había ocurrido pensar en algo así.

— Yo...

Al ver lo dudosa que la chica estaba, Dayana agregó.

— Escucha me ciento en deuda contigo, me ayudaste y aunque ya no te estoy apuntando con mi navaja, no has gritado, ni tampoco me has atacado. He venido a este imperio con una misión, odio las injusticias, detesto el abuso y aunque no soy perfecta, no puedo voltear mi vista a un lado cuando veo que aqui hace falta mano dura para cambiar las cosas que estan mal. Pero primero tengo que hallar la forma de poder ingresar a la corte. Y es ahí donde el marqués William nos va a ayudar.

La chica miró nuevamente a Dayana sin entender del todo sus palabras y preguntó.

— ¿Pero como hará eso? Ese hombre es un monstruo...

— Tranquila, yo lo soy aún más... Primero que nada iré a hacerle una visita al marqués. Luego volveré por ti... solo espera un poco más, no puedo llevarte ahora conmigo porque necesito que tu amo me dé tu libertad.— Al oír esas palabras la joven esclava bajo su mirada y mostrándose desilusionada asintió. Dayana por su parte tocó su hombro y en cuanto levantó la chica su vista dijo.— Juro que volveré por ti.

La joven esclava asintió más animada y saliendo ambas de la habitación le indicó a Dayana cuál de los caballeros era el marqués. Con toda la información que la chica le había dado Dayana se dirigió al carruaje del marqués y recostándose en el techo sin que nadie pudiera verla, espero a que el hombre llegara y así poder hacer su movimiento...

1
Rosa María Corrales Pèrez
Dayanna está loca jajaja jajaja
Rosa María Corrales Pèrez
Espero que Dayana cambie la historia con el ministro
Rosa María Corrales Pèrez
Esa Dayana es muy atrevida 😊😊
Rosa María Corrales Pèrez
Creo que se va quedar con Estefan
Rosa María Corrales Pèrez
Es un imbécil Estefan por culpa de estar la celda le envenerararon
Rosa María Corrales Pèrez
Es un idiota Estefan cómo le trató a Dayana sabiendo que está herida
Rosa María Corrales Pèrez
Esa niña va matar al líder
mayali hernandez
Excelente
Rosa María Corrales Pèrez
Dayanna le dijo a Cristian que está enamorado dela princesa
Lecris
bueno, hasta aquí llegué, en la descripción debería de decir que hay tríos entre protagonistas, así decidimos si nos gusta o no. ya perdió la trama la novela, me imagino a muchos si les gusta, a mi no.
Rosa María Corrales Pèrez
Dayanna quiere ayudar a su amiga de ese príncipe
Lecris
de acuerdo
Lecris
creo que el recuerda la vida anterior y por eso la odia
Rosa María Corrales Pèrez
Dayanna le conquistó a su papá con una palabra y el acepto
Rosa María Corrales Pèrez
Dayanna dijo la verdad pero ellos no saben porque nunca escucharon
Rosa María Corrales Pèrez
Esos tres cuándo entren va sorprender porque van entrar Dayana y Sarah
MA. DE JESUS SANCHEZ
Me ha gustado mucho, muchas gracias por compartirla y esperaré con gusto la segunda parte, te felicito y deseo todo lo mejor en todo lo que te propongas.
Rosa María Corrales Pèrez
Dayanna va asistir y Sarah también la va seguir
Rosa María Corrales Pèrez
Dayanna hablo demás que Sarah le sacó de allí
Lecris
Excelente
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play