Estefan Drack, un vampiro marcado por una maldición invoca las fuerzas del mal para vengar la muerte de su amada, pero es engañado por el demonio quien le otorgó su deseo a un alto precio y tras acabar con el que creía era su enemigo, se convierte en inmortal. Estefan luchara contra la oscuridad qué consume su alma, Convirtiéndose en un verdadero villano que lo llevara a enfrentar la obsesión de una mujer fascinada su poder y su aura de misterio.
Sin embargo, por obra del destino, se encuentra con la reencarnación de su amada ahora conocida como Elena. La presencia de Elena despertará en él emociones olvidadas y lo llevara a cuestionar su propia existencia.
¿Podrá Elena corresponder su amor y eliminar la oscuridad qué atormenta la vida de Estefan?
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CAPÍTULO 12 el velo de la profecía
¿Qué noticias me tienen? Pregunta el Conde a dos brujos qué ingresan a la sala del trono.
— Mi señor hemos tratado de completar su petición para hallar a la gran sabía, pero esa mujer sigue siendo un enigma. Desapareció sin dejar rastro y aunque hay registros de una supuesta hermana, esta también a desaparecido.
¡Par de inútiles!... Grita Estefan mientras da un fuerte golpe al costado de su trono.
¡Como es posible!... Nadie puede desaparecer para siempre.
—Mi señor con todo respecto, pero creo que esa mujer está muerta. Habla el otro brujo con temor en sus palabras.
¡Tomás!. Grita Estefan muy furioso. Y al verlo le dice llama a Soraya, esa maldita adivina me está viendo la cara todos estos años.
El mayordomo asiente y sale a buscar a la adivina quien unos minutos después llega.
—Mi señor me llamó. Habla Soraya quien es una mujer mayor con grandes habilidades mágicas y una de ellas es la perdición del fururo. Se podría decir que es una medium, pero ella se hace llamar la vidente.
Donde está.
—Quién mi señor.
¡Maldición!..La gran sabía.
—Con todo respecto majestad, pero ya le he dicho que esa mujer se encuentra cerca y si piensa que esta muerta la verdad es que no, pero por alguna extraña razón que desconozco no puedo encontrarla. Aunque hace unos días atrás comencé a sentir la presencia de un fuerte poder magico. Habla segura Soraya.
Crees que se trate de la gran sabía. Pregunta Estefan.
—No majestad, este poder es diferente, podría jurar que se trata de un hechicero.
¡Imposible!... Habla sorprendido Estefan... (Yo mismo mate al último gran hechicero).
—En realidad no lo es majestad y estoy segura de que se trata de un descendiente del gran hechicero. Habla Soraya.
Bueno...
Cambio de planes, quiero que encuentren al hechicero y lo traigan ante mi presencia y si vuelven a fallar ya saben lo que les espera, materializo una bola de energía en mi mano y la destruyó fácilmente, dejando en claro que conmigo no se juega. Al ver esto los brujos sale huyendo de la sala.
De inmediato llamo a mi perro guardián.
—A sus órdenes majestad. Habla Brayan mientras hace una pequeña reverencia.
Elimina a estos dos inútiles (refiriéndose a los brujos qué acaban de salir) los malditos me traicionaron.
—Si Majestad, quiere que investigue de paso sobre ese hechicero.
Adelante...
Los demás pueden irse y espero que no me estés mintiendo anciana,porque de ser así, ve despidiéndote de este mundo.
—Mi señor yo nunca lo haría, he estado a su servicio por más de treinta años. Habla Zoraya.
Más te vale... Hago un movimiento con mi mano para que se marche. Pero ella no lo hace.
—Mi señor hay algo que deseo hablar con usted. Habla Zoraya.
Te escucho, mujer.
—quisiera que considerará a mi sobrina, ella es una excelente maga y...
No me interesa, ya puedes irte.
—Pero su magestad....
No quiero saber nada de esa mujer, suficiente tengo con su presencia en el palacio, pero ya que insiste... Observa fijo el rostro de la anciana quien tiene una media sonrisa la cual borra al continuar con la conversación. Daré la orden para que ella abandone el palacio cuanto antes.
—No majestad eso no...
Quién te entiende mujer, o es que quieres irte con tu sobrina si es así muy bien, tus servicios ya no son requeridos a partir...
—¡No!. Su majestad, por favor perdóneme, no volveré a tocar el tema, pero no me aleje de este lugar, el cual considero como mi segunda casa. Habla desesperada Soraya.
Vete, no te quiero ver por el momento.
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Me dirigí hacia la parte subterránea de mi castillo, por medio de los pasadizos hasta llegar donde se encuentra la bestia sellada y observó nuevamente las runas qué aparecieron en la pared el día que encerré.
..."pronto aparecerá un ser capaz de controlar el poder de la bestia con su propia sangre. Él buscará la forma de reclamar lo que le fue arrebatado a la vez que completará su propia venganza"....
Si la existencia de ese hechicero es cierta, él sería el único que puede controlar la magia antigua, por ende es el dueño original de esta bestia, no voy a permitir que sea mi enemigo debo convertirlo en mi aliado, en definitiva esa es la única opción que tengo para eliminar por fin esta maldición en el cual me encuentro atrapado y quisas él sea la clave para salir de esta oscuridad, qué me rodea. Quizás por fin pueda reunirme con mi destinada, ya que por culpa del pacto qué hice con lucifer mi alma es prisionera de este maldito lugar. Como me arrepiento de haberlo hecho, si tan solo pudiera retroceder en el tiempo quisas….. No, ya no hay vuelta atrás. Este es el precio que tengo que pagar, por mis decisiones, nunca podré volver a ver a mi amada….
Al salir del pasadizo me encuentro a Tomás quien me esperaba en el pasillo del castillo.
—Su magestad, que bueno que lo encuentro, acaban de llegar los lacayos qué envió en la búsqueda del hechicero en compañía de Brayan y lo esperan en la sala del trono.
Gracias Tomás.
—A sus órdenes su majestad.
Aunque no lo aparente estimo mucho a Tomás, él es más que mi mayordomo, puedo decir que es mi única familia.
Al ingresar a al sala mis subordinados bajan la cabeza en señal de respecto y eso me gusta, que sepan que yo soy la auroridad en este lugar.
Al llegar al trono doy la señal para que comiencen a hablar.
— Majestad, al parecer no somos los únicos que notamos la presencia del hechicero, pues hay varios seres que lo están buscando. Habla un vampiro de nombre Sath.
Vaya por fin hacen su trabajo diligente.
Que me tienen.
—Señor, al parecer las dos veces que se registraron la presencia de este poder muy cerca de este lugar.
En donde.
—Jefe se registraron en la manada Blue Wolf.
¿Están seguros?. Pregunta el Conde.
—Si señor.
Quiero que se infiltren allí y busque al responsable y lo traigan ante mi presencia.
—Con todo el respeto jefe, pero hay un problema.
Con rostro serio pregunta ¿Qué pasa?.
—Bueno, es que en la manada está protegida por una barrera mágica que al parecer quien no tenga la autorización del Alfa no puede ingresar o salir de ella.
Con que eso tenemos, muy bien en ese caso busquen a un par de bellas mujeres, nadie se resiste a una buena tentación y localicen al Alfa. Necesito que ellas se infiltren allí y me informen lo que sucede en esa manada. Ordena el Conde.
—Por supuesto majestad, dice uno de los lacayos y los demás proceden a salir de la sala del trono no sin antes realizar una reverencia.
Con el transcurso de las semanas no he sabido nada y esto me está desesperando, creo que tendré que intervenir. Pero me llega un reporte que otros vampiros que no están bajo mis órdenes están merodiando la entrada de la manda. De inmediato Llamó a Brayan (mi perro fiel) y le digo que averigüe para quien trabajan esos dos vampiros.
Media hora después llega Brayan y me entrega un informe detallado
Brayan: Señor, los dos vampiros trabajan para el príncipe.
Pero hay algo más señor al parecer están bajo el control de unos brujos que son los que están buscando al hechicero.
Conde Esteban: Interesante, nunca me imagine que lucifer estuviera interesado en el hechicero. Que más encontraré.
Sabes quienes son esos brujos.
Brayan: Si señor al parecer tanto los dos vampiros como uno de los brujos están bajo el mando de Bruno.
Conde Esteban: jajajá al parecer no le bastó con traicionarme, sino que busco aliados. Si que es un sinvergüenza.
—Si me permite majestad, usted fue compasivo con Bruno. Además, el que lo traiciona una vez lo volverá hacer.
Estefan suelta una carcajada, puede que tengas razón.... Muy bien, mantente alerta, pero no ataques, no quiero llamar la atención tarde que temprano ese traidor tiene que dar la cara.
Muy buen trabajo, al parecer tú eres el único con quien puedo contar. .
Una cosa más averigua que fue lo que pasó con mis subordinados que envié hace tres semanas y si están en problemas matarlos no quiero que me pongan en evidencia. Ni tampoco quiero dejar cabos sueltos.
—Como ordene señor. (Bajo mi cabeza en señal de respeto.
