Renato Rinalde es un hombre poderoso, atractivo a pesar de su mancha pero que se comporta muy frio y distante con las mujeres. Él no desea formar una familia, ni enamorarse, el temor a repetir la historia de su padre biológico es mayor que el amor que puede llegar a sentir por una mujer. Helen su fiel secretaria es la única que lo soporta por que en secreto lo ama incondicionalmente. ¿Será posible que entre ellos gané el amor o su mancha será su perdición?
Les aviso para los que recién me leen que esta novela es la continuación de Mi mancha, ¿Mi perdición? La historia de Abril y Facundo los padres de Renato.
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Capítulo Nº21
El sábado por la tarde, Helen está muy nerviosa, se encuentra parada frente a la entrada principal de la casa de Abigail, es la primera vez que van a hablar fuera de la oficina, así que respira profundamente y toca el timbre. Una señora le abre la puerta y la invita a pasar. Hércules, al ver de quién se trata corre a su encuentro y llena su cara de babas.
⎯ Tranquilo bebé, te traje un regalo.⎯ ella le entrega la pata y él se acuesta feliz con su juguete nuevo.⎯ Muy bien, eres un buen chico.
⎯ Hola Helen.⎯ Abigail es muy cariñosa a diferencia de su hermano, así que apenas la ve le da un beso en la mejilla y la abraza feliz.⎯ Que bueno verte. Esta bestia se porta fatal, ya no lo soporto.
⎯ Seguro extraña a Renato.
⎯ No sé, pero ese tonto me debe un sillón y una puerta.⎯ comenta enojada.⎯ Mira arruinó mi sofá de diseñador.
Abigail le muestra un mueble completamente destruido, los almohadones están rasgados y las patas mordidas, luego le muestra la puerta de su estudio y está toda rasguñada. La muchacha se angustia y comienza a llorar.
⎯ Creo que no se haya estando contigo.⎯ Helen se siente culpable y así se lo hace saber.⎯ Lo siento, esto es mi culpa, yo tendría que haber cuidado a Hércules. No llores.
⎯ Descuida son las hormonas, lloro por todo. Además mi hermano tiene dinero suficiente para reponer las cosas, pero eso no es lo peor.
⎯ ¿A no?⎯ pregunta mirando el desastre que Hércules hizo en solo una semana.
⎯ Si, él muy tonto perdió su pato y no deja de llorar, dormía con esa cosa.
⎯ Abigail, si deseas puedo llevar a Hércules al departamento de Renato.⎯ mira como de repente el perro presta atención de solo escuchar el nombre de su dueño.⎯ Yo lo he cuidado antes y se porta bien en su casa.
⎯ ¿Harías eso por mi? No es que no lo quiera en casa, pero no le tengo paciencia, y con los vómitos y no poder dormir me he sentido fatal estos días.
⎯ Deja que hable con Renato y le pida permiso de estar en su departamento.
⎯ No tendrá problema con eso “cuñadita”
⎯ Perdón, ¿cómo me dijiste?
⎯ Con Renato no tenemos secretos y me contó que lo están intentando. Estoy muy feliz por él. Ven, vamos a la terraza a tomar sol y hablamos tranquilas. Te puedo contar muchas cosas interesantes de ese gruñón.
Helen estaba muerta de vergüenza, no se imaginó que ya su familia sabía de su relación y ahora no estaba segura de que decir. Abigail se dio cuenta del cambio de color en las mejillas de la chica y comenzó a reír.
⎯ Yo no sé qué decir.⎯ Helen persigue a Abi con tanta vergüenza que quieres salir corriendo de ese lugar.⎯ Pensé que lo mantendría en secreto, por lo menos hasta que regrese de su eterno viaje.
⎯ Toma asiento, Helen no tienes que ocultar lo que sientes por él. Tú debes ser la que le demuestre que todas esas tonterías de la mancha son falsas, contigo es la primera vez que habla de tener una relación y en casa estamos felices.
⎯ ¿En casa?⎯ pregunta incrédula.
⎯ ¿Siempre repites todo?
⎯ Perdón.
⎯ No importa. Obvio, estaba tan contenta que le conté a toda mi familia y claro que quieren conocerte como la novia de mi hermano y no como la secretaria o la señorita garabato como él te llama. Vendrás mañana a almorzar a la mansión, estás invitada.
⎯ Yo creo que es muy pronto, ni siquiera somos novios, solo hablamos por teléfono.
⎯ Iré a buscar algo para beber, tengo sed.⎯ Abigail se levanta de la mesa.
Helen comienza a transpirar, el día es precioso y hace calor, pero ella sabe bien que suda frio solo por nervios. Ella no imaginaba que todo iba a pasar tan rápido y muchos menos sin Renato, él ni siquiera estaba en la ciudad. Hércules la mira con ojos llorosos y ella lo llama.
⎯ Ven bebé.⎯ le acaricia la cabeza.⎯ ¿ Extrañas a papá?
El perro parece entender y se recuesta en sus pies.
⎯ Está bien, hablaré con él.⎯ la muchacha al ver el aspecto del animal estaba pensando en renunciar a su trabajo y postularse de nuevo como secretaria de Renato. Ella también extrañaba al ogro de su jefe, seis meses pasan rápido y su madre tendría que comprender que si viajaba era por amor.
⎯ Helen, te estaba hablando.
⎯ Disculpa. Estaba pensando en que mejor llevo hoy mismo a Hércules a casa de Renato y le doy el baño en su bañera. En el departamento está todo acondicionado para que él esté tranquilo.
⎯ Muchas gracias. Sé que Renato no se opondrá.
⎯ Me puedes preparar todas sus cosas, hasta la libreta y los documentos.
⎯ Si, pero ¿Qué estás pensando?⎯ interroga como viendo más allá de sus ojos.⎯ Esa documentación es solo por si necesito viajar con él.
Helen no sabe si confiar en la chica que tiene enfrente, pero va a necesitar ayuda y una abogada así que decide hablar.
⎯ Quiero viajar a Alemania y llevar a Hércules conmigo, como era el plan original, pero primero necesito cumplir con el mes en mi trabajo, solo llevo una semana.
⎯ Necesitarás ayuda legal para renunciar tan pronto.
⎯ Lo sé, por eso pensé en pedirle ayuda a tu madre. ¿Será que me podrá asesorar y no cobrar demasiado?
⎯ Estará encantada de ayudar a su nuera y lo hará gratis con tal de que enamores a su hijo.
⎯ ¡Por Dios! Creo que voy a cometer una locura.⎯ comenta llevando las manos en su cara.⎯ Pero lo extraño.
⎯ Ya me caes super cuñada.
⎯ No me digas así, me pones nerviosa.
⎯ Eres un encanto. Ahora veo que le atrajo a mi hermano.
⎯ Gracias, eso creo.
Luego de charlar de varias cosas, Helen decidió que era momento de marcharse, entonces Abigail subió al cuarto en busca de todas las cosas que le pertenecían a la bestia y cuando llegó a la puerta principal se sorprendió de ver que la joven andaba en la camioneta de Renato y la miró arqueando una ceja.
⎯ No diré nada, pero es más que obvio que ustedes ya son una pareja.
⎯ No tengo auto, la uso solo para emergencias.
⎯ Está bien, te creo.⎯ le da un beso y sonríe.⎯ Hércules ven, te vas a casa con tu mamá.
La bestia sale corriendo, mueve la cola feliz, salta a la camioneta y en su hocico lleva su pato. Las dos mujeres lo miraron incrédulas, el maldito siempre supo dónde había escondido su juguete.
⎯ Traidor, siempre supiste dónde estaba. Lo odio, llevo cinco días sin dormir.
⎯ Perdón.
⎯ Ya largo los dos.⎯ Abigail los echa con una sonrisa en sus labios.
Helen sube a la camioneta, se despide de Abigail con su mano, mira por el espejo retrovisor y el perro la mira y parece sonreír.
⎯ Sí corazón, nos vamos a casa.⎯ exclama feliz la ex secretaria.
Pero su hermosa secretaria lo va sacar del abismo, en que lo dejo el donador de esperma. Al menos se ve, que la muchacha no le es indiferente, pues se quedó al pendiente de ella, hast que tomó el taxi.