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Volviendo 12 años al pasado de nuestro protagonista, sabremos el motivo de su tristeza y baja autoestima. 13 años era la edad en la cual Miguel tuvo su primer impacto visual con Iván. De hecho Iván y el padre de Miguel eran buenos amigos, tanto así, Iván visitaba su hogar recurrente hasta el momento en que todo ocurrió; ese día, común cómo  los demás, Miguel regresaba de la escuela junto con su hermano Edwin, con moretones y rasguños.

La aclamación de su madre María fué evidente, sin embargo a su padre Lucas le era indiferente cómo todas las veces que se aparecía su hijo con heridas incluso más graves que las provocadas en la escuela.

María:(Mientras servía el almuerzo)

-¡¿Y ahora qué hizo éste muchacho que me lo tienen así?!.-

Edwin: (Miguel)(voz baja)

-(disimuladamente lo golpea con el codo) Si le dice, le moreteo los ojos.-

Miguel sin remedio alguno, meneaba la cabeza confirmando su obediencia hacia ese hermano amenazante.

Miguel: (María)

-Me pegó Oscar… Otra vez.-

María: (Miguel) (Preocupada se le acerca)

-¡Ay Miguel!, ese niño matón de tu salón nunca va a cambiar, hay que hacer algo al respecto con ese malcriado.-

Miguel: (María) (Preocupado)

-¡No, mami, yo lo provoqué porque estaba maltratando a otro niño y le dije cerdo de cochera! (Edwin Ríe). No le digas nada a la profesora, ya todo se solucionó mami.-

María: (Edwin)

-(Lo manotea) Eso no da risa, ¿que le dije de apelar y celebrar lo que hace su hermano?, solo das mal ejemplo. (Dice a Miguel) Vamos a curarte esos rasguños y a ponerte hielo a esos moretones. Salude a su papá.-

Miguel saluda a su padre preocupado por su pronta respuesta, pero recibe solo desdén. El repudio de Lucas por su hijo comenzó desde aquel momento de su confesión atrayente hacia los hombres. Sin más, se levanta de su silla y aclama a su visita para dejar el comedor. Solo bastó 5 segundos de contacto visual para grabar temporalmente ese rostro que degustó Miguel. Ese visitante era lo suficientemente apuesto para dejar una pequeña marca en nuestro protagonista.

Lucas: (Iván)

-Vámonos, necesito hacer unas compras y necesito su ayuda.-

Iván:

-Nos vemos luego María, adiós. (Divisa una vez más a Miguel).-

Una vez más, Miguel es curado por su madre y le brinda ese cariño faltante. Su vacío no le hacía comprender lo que realmente necesitaba, pero su instinto lo llevaba a conclusiones acertadas. Deseaba el cariño de su padre, pero sobre todo su aprobación.

Semanas después vuelve de su escuela con la esperanza de volver a ver al visitante de su padre aunque sus siembras nunca daban cosecha, cada regreso a casa era la rutina diaria; solo ese día fué distinto.

Miguel siempre fué un niño expresivo y brindaba su ayuda a todo aquel que lo necesitara, incluyendo a su mejor amiga Miah quien siempre estaba a su lado. Ella fué la única amiga que lo defendía de los matones y lo apoyaba en sus decisiones. Cómo todos los recreos, salían y se contaban sus más oscuros secretos.

Miguel: (Miah)

-Hay alguien que visitaba la casa pero se iba cuando yo llegaba de la escuela, pero desde que lo ví me gustó. Pero es muy mayor porque es amigo de mi papá. Pero me gusta mucho.-

Miah: (Miguel)

-(gesticula con asco) ¡Iuuuh!, por qué te gustan tan viejos, es mejor los de nuestra edad, acepta mis consejos ya que soy mayor que tú, busca siempre hombres de tu edad o un poco más mayores, no ancianos cómo el amigo de tu papá.-

Miguel: (Miah) (rien juntos)

-Pero a todos los que les digo que me gustan me pegan y me desprecian (ríe). Ese día que llegué lastimado, no sólo me pegó el niño que me gustaba sino también mi hermano porque se avergonzó cuando sus compañeros se rieron de él por tener un hermano cómo yo.-

Miah: (Miguel) (Triste)

-No les hagas caso, yo te quiero tal y cómo eres, te voy a apoyar en todo, siempre voy a estar a tu lado tontito y de paso me ayudas con ciencias (ríe nerviosa) que sea un trato entre tu y yo.-

Miguel: (Miah)

-Acepto, (hacen su pacto con los meñiques) a propósito, hay un niño que me gusta pero no soy capaz de decírselo. Confío en ti para ésto (ríe).-

Miah: (Miguel)

-¿De que año es?.-

Miguel: (Miah)

-No es de ésta escuela, es de la secundaría Morgan, creo que está en segundo de bachillerato. Solo se que se llama Haly.-

Miah: (Miguel)

-(Asienta la cabeza desconcertada) ¡ashh! por qué buscas imposibles… ni hablar, voy a tener que ayudarte. Sabes algo… te presentaría a mi mejor amigo pero él ya tiene novio y por eso no puedo, es un buen partido porque  hace ejercicio y se ve muy musculoso pero como te dije antes no se puede. Por ahora te ayudaré con ese tal Haly.-

Tiempo después llevan a cabo su plan por conquistar a Haly, sinembargo es rechazado de la peor manera y una vez más es golpeado.

Miah: (Miguel)

-Te dije que era mala idea, además tiene la edad de tu hermano y se nota que tiene fuerza. Perdóname por no poderte proteger ésta vez.-

Miguel: (Miah)

-Me hace feliz tenerte cómo amiga, solo eso basta para perdonarte todas, Pero si no perdonaría algo y es que me abandones atronada (ríe).-

Miah: (Miguel)

-(Lo Manotea) Atronado tu que buscas imposibles. Jamás vuelvas a buscar imposibles. Y mientras esté contigo lo demás será diversión. No te voy a abandonar, fué una promesa y no la voy a romper.-

Aquella promesa no duró mucho. Con el paso del tiempo transcurrieron 2 años y debido al cambio de escuelas Miah fué trasladada a otra institución. Miguel ya había cumplido sus 15 años cuando la única compañía que tenía fué arrancada de su costilla. Solo pasaba por su mente un rostro que borrosamente recordaba. Su dolor aumentaba con el paso del tiempo. Contacto con su amiga Miah no volvió a tener mientras el desdén de su padre, el desprecio de su hermano y los rechazos que siempre tuvo lo envenenaron poco a poco. Cuando Miguel tuvo su gran logro escolar, hubo celebración por parte de su única y admirable compañía materna, sinembargo su padre y su hermano cómo de costumbre les eran indiferente.

Ya cumplidos sus 23 años, es llevado por su madre a un restaurante cercano a su casa; fué en ese entonces cuando al tomar su pedido divisa a lo lejos en el mostrador junto a la caja fuerte, un hombre con características conocidas. Todos sus recuerdos volvieron vívidos cuando ve a su padre levantarse de la silla y acercarse al viejo amigo que tuvo durante tanto tiempo en casa Pero en ausencia de nuestro protagonista. Aunque su mayor sorpresa fué ver a su padre mirar a su viejo amigo con desprecio y pronunciar unas cuantas palabras poco entendibles y después salir del restaurante sin explicaciones. Poco tiempo después, aquel restaurante se convirtió en la zona de confort de Miguel ya que la comida en especial una receta recomendada por el cajero lo llevó a pedir una y otra vez la susodicha comida.

Semanas después de iniciar su rutina culinaria, Lucas su padre le prohíbe visitar dicho restaurante, aunque para Miguel fueron palabras que el viento llevó consigo para disolverse en la atmósfera sin evidencia.

Ya cumplidos sus 25 años Miguel es invitado por su padre a cenar en un restaurante aleatorio de la ciudad, un 31 de diciembre, en donde tienen su primera y última conversación emotiva.

Lucas: (Miguel)

-Quise hacer ésto porque quiero darle unas cuantas palabras en su cumpleaños y espero me las acepte.-

Miguel: (Lucas)

-De usted no creo esperar algo bonito, siempre me trae mala cara y desprecio, nunca voy a olvidar ese día que me dijo que jamás debí haber nacido.-

Lucas: (Miguel)

-Quiero pedirle perdón por ser el padre que fuí hasta ahora, siempre fué un hijo respetuoso incluso más que Edwin pero me cegó la idea de tener un hijo homosexual en la casa y me llené de odio porque siempre quise tener una hija, pero ahora me doy cuenta del gran tesoro que eres hijo mío (sollozo) nunca me di cuenta del gran amor que me dabas aún sabiendo cómo era contigo.-

Miguel: (Lucas) (Interrumpe conmovido)

-La familia siempre será importante, yo nunca te odié y solo se que me diste una gran lección y es no confiar en nadie y no ser tan permisivo con cualquiera. Siempre serás mi papá y eso no va a cambiar.-

Lucas: (Miguel)

-Quiero corregir mis errores de ahora en adelante, quiero ser ese padre que nunca tuviste, ahora mi niño amado, quiero darte lo que nunca te di desde que naciste.-

Miguel: (Lucas)

-Ya lo estás haciendo con éste primer paso y créeme que es mucho más que suficiente para mí el saber que me pides perdón.- 

Lucas se avienta hacia su hijo y lo abraza por primera vez, sus lágrimas no paraban de derramarsen sobre los hombros de Miguel mientras decía también las primeras palabras que salían con sinceridad de sus labios.

Lucas: (Miguel) (Llorando)

-¡Te amo hijo mío, mi muchacho!, ya no te va a faltar ese amor paterno que tanto anhelabas.-

Miguel: (Lucas) (Llorando)

-¡Yo también te amo papá, te perdono y también perdóname a mi si hice algo malo!.-

Lucas: (Miguel)

-Ya se que vamos a hacer mi muchacho. Vamos a ir de viaje de campo donde fuimos la última vez, solo que esta vez será el mejor día de tu vida y tú papá te lo garantiza.-

Miguel: (Lucas)

-Este ya es uno de mis días favoritos que siempre voy a guardar papá.-

Lucas: (Miguel)

-Quiero pedirte solo un favor… si quieres tener a alguien en tu vida, que sea alguien que te valore y lo de todo por tí, cuídate de la gente mala en especial alguien que conozco. Solo eso diré y quiero que me prometas que te vas a cuidar.-

Miguel: (Lucas)

-¡Te lo prometo!.-

Lucas: (Miguel)

-Estoy muy orgulloso de tenerte Miguel. Dame otro abrazo hijo (se abrazan). Tu madre y yo iremos de compras al centro comercial La Fortuna, es el lugar al que más disfrutas ir y te llevaré un obsequio y otra cosa que quieras pedirme te la daré.-

Miguel: (Lucas) (Feliz)

-Este es el mayor regalo que he tenido y nunca lo voy a cambiar.-

Volviendo una vez más al presente. Vemos a un Miguel desolado y abandonado a la suerte, pensando todo su pasado.

Miguel:

-Desde que tengo memoria solo he sido odiado y repudiado por todos, tantos años y la mayoría han sido palizas. Pero cuando por fin soy aceptado o cuando por fin encuentro a alguien  especial, lo pierdo enseguida o tiempo después. Ya casi es momento y no quiero seguir viendo las mismas cosas. La única que tengo es esa loca de Miah (mueca triste) Pero también rompió su promesa aunque se que no es su culpa. Solo quiero estar en paz y solo yo soy el único que puede volver eso realidad.