Divorcio

Emily acudió al lugar en el que la había citado Iason, sin embargo, cuando pasó una hora y este no mostraba signos de llegar, ella decidió de manera renuente llamarlo.

Gerald, su abogado ante su acción, se pasó un palo sobre su sudorosa frente.

— Se lo dije, señora, que esto podía suceder, hay muy pocas parejas que se divorcian sin tantas trabas, digamos que esos casos son escasos.

La castaña no pudo evitar suspirar, miró la hora de nuevo en su teléfono celular para luego mirar al hombre rechoncho que se encontraba enfrente de ella.

— Lamento haber hecho que pierda su tiempo, Señor Suárez, en cuanto me ponga en contacto con Iason le diré que lo mejor sería reunirnos en su estudio.

El abogado asintió ante sus palabras antes de darle un sorbo a su limonada para luego levantarse del asiento.

— No se preocupe, señora — le dijo antes de retirarse.

Emily suspiró mientras pagaba la cuenta, sintió que este día había sido una perdida de tiempo, al final, no podía comprender a Iason, no, ella lo hacía.

Después de todo, aquel hombre de ojos azules siempre había sido así, Iason siempre había encontrado un placer enfermo en burlarse de ella.

Emily condujo de regreso a casa sintiéndose desanimada, sin embargo, cuando llegó al departamento de Luka y vio al hombre que la dejo plantada sentado, tomando una copa de vino, como si no tuviera nada más que hacer, ella no supo cómo sentirse.

— ¡Tú...!

Eso fue lo único que pudo emitir.

Emily se sentía demasiado sorprendida al verlo. Después de todo, ella nunca esperó encontrarse con él en casa de Luka.

Ciertamente, aunque ellos dos eran hermanos, sus vínculos no eran tan estrechos, más bien podían describirse cómo dos simples conocidos.

Más bien siempre había rumores sobre ellos dos, discutiendo o disputándose la herencia familiar. Así que Emily no podía entender como fue que apareció Iason aquí.

Por lo que cuando aceptó convivir con Luka no tomo en cuenta, está variable.

— ¿Por qué estás tan sorprendida de verme? ¿Acaso tienes algo que ocultar? ¿Quizás ahora que te aburriste de mí, tomas a mi hermano como mi remplazo? ¿No me digas que estás teniendo una aventura?

Iason le cuestionó con una sonrisa que no le llegaba a los ojos, era más una sonrisa irónica.

Él ciertamente sabía que entre Emily y Luka no podía existir nada, pero tampoco podía detener su boca, para él era un hábito decirle cosas hirientes a Emily, así como jugar con sus emociones. Encontraba cierto placer en despreciarla.

Tampoco sabía con exactitud desde cuándo había sentido este tipo de animosidad hacia ella, quizás empezó desde la primera vez que la vio.

Ciertamente, la imagen que tenía de Emily era de una mujer fatal, una seductora que sabía esconder su cola, que con tal de conseguir lo que quería no le importaba nada, esa fue su primera impresión de ella e incluso con el pasar de los años, aunque poco a poco fue descubriendo que ella no era ese tipo de persona.

Esa primera impresión era algo que se había quedada incrustada en su memoria y era imposible de cambiar.

Por lo cual al ver lo decidida que estaba con el divorcio no le importó hacerle ver el tipo despreciable de mujer que era frente a sus ojos y contemplar su caída. Al mismo tiempo, también deseaba que el idiota de su hermano se dé cuenta de la clase de mujer que era.

Así mataba dos pájaros de un tiro.

— Hermano, deberías respetar a Emily, ella no es ese tipo de mujer — intervino Luka mientras miraba de mala manera a Iason.

Después de todo, él hace tan solo unos minutos atrás le había explicado todo para que no haya malentendidos entre ellos.

Sin embargo, parecía que sus palabras habían entrado por un oído y salido por el otro.

Luka negó con la cabeza mientras pensaba como deseaba golpear al imbécil de Iason, pero, de nuevo, él solo era alguien irrelevante que no podía meterse entre ellos.

Después de todo, esta era la batalla de Emily, en ella estaba ganar o perder.

Por lo que al final obtuvo mantenerse como un espectador.

Sin embargo, Emily cuando escuchó las palabras que le había dicho Iason, se sintió realmente ridícula, ella que ni siquiera había tenido alguna vez sexo estaba siendo tratada como si estuviera teniendo una aventura fuera de casa, mientras que la persona que en realidad lo había hecho era la misma que la estaba juzgando.

¡Cielos! ¡Cuán ridículo era esto!

— Tú no eres nadie para decirme lo que debo hacer y lo que no, ¿acaso no recuerdas?, nuestro matrimonio es un fraude en sí de yo no puedo interferir en tus asuntos ni tú en los míos — le respondió con la cabeza altiva.

Emily le devolvió las palabras que alguna vez Iason le había dicho en el pasado.

Ante esto, Iason negó con la cabeza mientras la evaluaba como si la estuviera viendo por primera vez. Su mirada hizo que Emily se sintiera incómoda.

— Así que quieres divorciarte para correr a los brazos de mi hermano, nunca pensé que tú tan llamado amor solo durará tres años.

A Emily no le importó defenderse de sus acusaciones, al final sabía que de nada serviría.

Por lo que apretó los dientes tratando de mantener la calma. Solo el cielo sabía cuánto le están costando hacerlo.

— Solo firma el divorcio — dijo mientras apretaba los puños hacia un lado.

Luka que había sido arrastrado a este embrollo, no sabía qué decir, así que silenciosamente se retiró y dejó que ellos resolvieran sus problemas, sin embargo, antes de que pudiera esconderse en su habitación tuvo que salir de manera rápida debido a que Iason que siempre había empezado a reírse como si estuviera realmente feliz lo que solo significaba que estaba terriblemente enojado.

Él no podía dejar sola a Emily, después de todo, su hermano era alguien con un temperamento volátil que podía ser capaz de cometer alguna atrocidad.

Por lo cual se quedó a un lado vigilando la situación de esos dos.

Sin embargo, su preocupación fue infundada, porque de un momento a otro Iason arrojo unos documentos sobre el suelo antes de marcharse.