De Sirvienta A Señora Del Ceo

Luego de unos minutos abrazados, Santiago alejó a Melisa de su cuerpo, la mirada chismosa de algunos invitados, fueron demasiado molestas para Santiago.

Todos los invitados miraron a Melisa, cómo si se tratara de un gusano terrible y asquerosos. No había duda que alguien les había informado sobre lo que era Melisa antes de ser su prometida.

_ Nunca han visto a una mujer llorar en hombro de un hombre, por qué a mi parecer, nunca lo han visto... _ La voz fría de Santiago, ocasionó que unos periodistas, se alejaran y no tomaran más fotos.

Además, había algunos periodistas que se atrevieron a murmurar que era la boda más absurda que pudiera haber existido.

Santiago era un hombre que se encontraba postrado en una silla de ruedas, mientras que su prometida era una sirvienta a la cual había comprado.

_ Señor Wlod, puedo hacer una pregunta. _ Comenzó a decir el periodista; para después continuar.

_ Qué se siente comprar a una chica, para sustituir a la mujer que realmente ama...

Uno de los periodistas era el mejor amigo de Úrsula, la mujer lo había llamado la noche anterior para informarte que la prometida de Santiago Wlod, no era más que una sirvienta de su mansión.

Eso ocasionó un gran revuelo entre los demás colegas, ya que no se imaginaron que un hombre tan poderoso cómo lo era Santiago, se hubiera humillado de esa manera solo por tener a una mujer a su lado.

_ ¿Pasa algo?... _ gimoteó Melisa, sin poder controlar sus lágrimas.

Santiago estiró su mano derecha, para limpiar las lágrimas que todavía caían de los ojos de Melisa...

_ No pasa nada. Es nuestra boda y debes sonreír.

Inmediatamente, la sonrisa en los labios de Melisa se hizo más natural, se inclinó para besar los labios de Santiago.

Para todos fue una sorpresa, que una chica tan hermosa tomara la iniciativa de besar a Santiago delante de todos los invitados.

_ Podemos comenzar con la ceremonia. Llevo varios minutos de atraso, hay otra boda a la cual debo asistir... _ Mencionó el Juez que llevaría a cabo la ceremonia.

_ Podemos dar comenzó a esta ceremonia, en cuando usted nos diga ..._ Mencionó Santiago, levantando el mentón con orgullo, ya está, sería una boda que daría mucho de que hablar.

Santiago agarró la mano de Melisa, para acercarse al altar. En ese momento, Paola, cómo Úrsula llegaron al lugar donde se estaba llevando a cabo la ceremonia.

Las uñas de Úrsula se clavaron fuertemente en sus Palmas. Gotas de sangre comenzaron a flotar de las pequeñas heridas que se estaba causando.

Mientras que Paola, tenía una sonrisa enorme entre sus labios, al terminar la boda. Les contaría a todos lo que escuchó en la habitación de Melisa.

Para todos será una gran sorpresa al saber que la esposa de Santiago, es la amante del chofer, y que solo le han visto la cara de estúpido.

Paola tomó asiento en la segunda fila, mientras que Úrsula tomó asiento cerca de los novios.

Úrsula estaba usando un vestido rojo, sus labios llevaban el mismo color, mientras que su cabello estaba recogido. La apariencia de Úrsula era el de toda una dama de sociedad.

_ Señores, damos comienzo a esta ceremonia, donde todos nos hemos reunido para celebrar esta Unión... _ Comenzó a decir el juez, y todos se pudieron de pie.

La ceremonia continuó sin que nadie lo impidiera, aunque Úrsula tuviera unas inmensas ganas de ser ella, la que impidiera la boda, no podía, todavía era una mujer casada, y si lo hacía, su reputación quedaría por los suelos.

Prefería que las cosas se fueran dando poco a poco, y después de la muerte de Antonio, ella pudiera ser viuda y quitar de su camino a Melisa.

Yo (Melisa Shod), te recibo a ti (Santiago Wlod) para ser mi esposo, para tenerte y protegerte de hoy en adelante, para bien y para mal, en la riqueza y en la pobreza, en salud y en enfermedad, para amarte y cuidarte hasta que la muerte nos separe...

Melisa estaba haciendo una promesa, que esperaba cumplir. Sus ojos claros, deseaba volver a derramar unas cuantas lágrimas de la inmensa felicidad que estaba sintiendo.

"Yo ( Santiago Wlod), te recibo a ti (Melisa Shod) para ser mi esposa, para tenerte y protegerte de hoy en adelante, para bien y para mal, en la riqueza y en la pobreza, en salud y en enfermedad, para amarte y cuidarte hasta que la muerte nos separe...

Santiago estaba dispuesto hacer de Melisa, una a nueva mujer, una mujer que no volviera a bajar la mirada ante nadie, a que Melisa se fuera convirtiendo en lo más importante para él.

_ Puede besar a la novia...

En ese momento, Úrsula se levantó furiosa de su asiento, estaba dispuesta a dejarle claro a Melisa, que ella solo era una sustituta y que jamás iba a poder ocupar el lugar que ella dejó en el corazón de Santiago.

Sin embargo, tuvo que controlar sus impulsos, ya que eso solo la perjudicaría delante de todos. Úrsula volvía sentarse, fingiendo estar feliz por Santiago.

Melisa estaba por inclinarse y besar a Santiago, pero en ese momento, frente a la mirada de todos. Santiago se levantó de la silla, para poder besar a Melisa.

Paola, Úrsula y cada uno de los invitados, quedaron atónitos. Sin embargo, a Santiago no le importó, agarró a Melisa de la cintura, para acercarla a él...

Melisa también estaba impactada, por lo que Santiago ha hecho. Aunque la chica tenía sospechas de que él, podía caminar, nunca se imaginó que se iba a poder de pie delante de todo el mundo.

Santiago colocó su mano izquierda en la cabeza de Melisa, mientras que con su mano derecha, sostuvo con fuerza su cintura...

Enseguida, besó los labios de Melisa, con un beso apasionada. Demostrando a todos que él amaba a la mujer que estaba entre sus brazos.

Los periodistas no dejaban de tomar fotos a la pareja. No solo era la boda tan inesperada, sino que también el hecho de que Santiago podía caminar.

Paola por poco pierde el conocimiento, fue un golpe demasiado fuerte para ella ver a Santiago ponerse de pie, nunca se esperó que esto fuera a suceder.