Saga Imperio Lombardi II
REMI LOMBARDI SE OBSESIONA CON MOLLY CONNOR, UNA HERMOSA CHICA DE 18 AÑOS, SOLO LA QUIERE PARA EL Y DECIDE LLEVARSELA A LA FUERZA. PERO EL ES TODO UN HOMBRE CRUEL FRIO Y UNA COMPLETA BESTIA, SOLO LA QUIERE PARA ROBAR SU INOCENCIA PENSANDO QUE CON TOMARLA SU OBSESION POR ELLA ACABARÁ, PERO TODO SE DEVUELVE EN SU CONTRA CUANDO SE ENAMORA DE LA DULCE CHICA.
MOLLY CONNOR NO ES TAN DULCE COMO APARENTA SER, ESTA CHICA LE HARA LA VIDA IMPOSIBLE AL TEMIDO MAFIOSO DE INGLATERRA APODADO "LA BESTIA"
NovelToon tiene autorización de paola arias para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
XXI. Mohamed Ezzat
MOLLY
En un principio pensé que las bestias no tenían corazón y que lo único que sabían brindar era odio. Pues cuán equivocada estuve, realmente Remi me ha sorprendido estas últimas semanas; su temperamento aunque sigue estando ahí, se ha comportado de manera cariñosa y atenta conmigo. No sé que está tramando con todo esto pero de algún modo me asusta enamorarme de él, claro está que, mucho más de lo que ya estoy.
Hoy tenemos la reunión con el árabe, y tal como lo prometió iré con él. Dijo que estaría sobre mí a cada instante, obviamente para evitarse ataques sorpresas como el que me había ocurrido días atrás.
— ¿No vamos al club? — Dije, cuando comenzamos a salir de la ciudad.
—No como crees, iremos a un muelle a verificar una merca que llegó para el árabe— Dijo y asentí con la cabeza.
—Ya veo— Murmuro por lo bajo, me apreta por la cintura dándome besos en el cuello.
—Hueles muy bien— susurró haciéndome estremecer.
—Llegamos señor— Informó Tony, eche un. vistazo rápido y habían muchos hombres armados.
—Vamos preciosa— Me baje de su regazo y salió primero, me ayudó a bajar y me rodeó con sus brazos por mi cintura.
—Remi, ¿crees que esto es seguro? me refiero a que, yo este aquí.
—No pasará nada y el que se atreva a tocarte le vuelo la cabeza.
—Acaso no puedes solucionar las cosas de otro modo.
—No pequeña Molly, en este negoció eres tú o ellos.
Caminamos hasta subir al barco y en una pequeña sala de descanso había un hombre muy atractivo de unos 30 o menos, cabello negro, ojos cafés y una barba perfectamente delineada, alto, bastante musculoso, le dio una sonrisa a Remi y este me apretó con fuerza.
—Remi,cuanto tiempo ¿verdad?— Desplazó su mirada hacia mí, recorrió cada centímetro de mi cuerpo, trague grueso pues me sentí desnuda ante su penetrante mirada.
—Quieres que te arranque los ojos, Ezzat — Dijo severamente y el árabe sonrió.
—Que hay de malo en contemplar una chica tan hermosa como ella— Se relamio el labio inferior. Remi me soltó y cuando iba a caminar hacia el hombre lo alcanzo a coger del brazo pegándolo más a mí.
— Comportate — susurro y respiró pesadamente. Sé que se está conteniendo de no matar a ese hombre, pero este no es lugar y momento para sacar a relucir los celos.
—No te alejes de mí — Me dio un casto beso en los labios y el árabe se adentro por unas escaleras hacía abajo, nosotros le seguimos.
—Aquí está toda, la mejor forma de llevarla a sus tierras es por mar, no me quiero arriesgar de que ocurra lo mismo— Dijo Remi y se acercó a una gran mesa donde habían diferentes tipos de drogas, nunca en mi corta vida había visto la droga tan de cerca.
—Bien, siempre me ha gustado su calidad, es la mejor— Inquirió el hombre probando de un polvo blanco que sacó de una bolsita.
Me acerqué a la mesa, mi curiosidad es muy grande y no me aguante las ganas. Quería ver de cerca cada bolsita, me agacho un poco, había una bolsa con pepitas chiquitas parecían diamantes, muy diminutos, una con polvo blanco, pastillas de varias colores y una con una planta seca
—Vaya— murmuré y agarro la bolsita blanca en mis manos.
—¿Quieres probar hermosa?— Dijo el árabe con voz ronca detrás mío, giré muy rápido todo mi cuerpo al sentirlo tan cerca.
—No, ¿donde está Remi?— Dije firme, se encogió de hombros, se metió las manos en los bolsillos y camino a mi alrededor.
—Puedes venir conmigo preciosa, todo lo que él te da yo te lo puedo dar el doble, carros, joyas, dinero, lo que quieras.
—Muy tentadora tu oferta — Me acerqué a su oído— pero no tienes algo que el sí — sonreí y cuando iba a caminar para subir de nuevo, me agarró del cabello halandome hasta que mi espalda chocó con su pecho.
—Esto lo tenemos todos, pequeña— pegó su bulto a mi trasero frotandolo un poco.
— Suéltame — Ahogue un grito cuando me estampó contra la pared y me recorrió el cuerpo con sus manos.
¿Dónde demonios esta Remi?.
—Eres muy hermosa, estas muy bien de todo lado— Me apretó un seno con una mano y con la otra agarró mi trasero. Cerré los ojos con fuerza, sintiendo que el aire me comenzaba a faltar.
— Quita las manos de encima de mi mujer— Escuché la fría voz de Remi muy cerca y abrí los ojos, cuando giré mi cabeza hacia atrás, le estaba apuntando en la cabeza con un arma.
—Vamos Remi, comparte tu puta— Dijo burlón mirándome a los ojos, Se apartó un poco de mí y se giró para ver a Remi.
—¡Me importa una mierda si comienzo una guerra, pero nadie toca lo que me pertenece y queda respirando!!— Quitó el seguro del arma y disparó en medio de sus cejas, el cuerpo del árabe cayó a mis pies, mi pulso estaba acelerado, el corazón se me quería salir del pecho y Remi se había transformado en la bestia que es, sus ojos oscuros, sus músculos contraídos de la fuerza con que agarraba el arma y su expresión sería y fría.
Muchos hombres bajaron por las escaleras apuntandonos con sus armas, unos eran de nuestra parte otros del árabe que yacía muerto en el suelo.
—¡¡Mohamed!! — Gritó un hombre de mediana edad y se acercó a darle golpes a Remi, se enzartaron en una pelea donde los golpes venían de parte y parte. Tony me agarró de la muñeca y me hizo caminar.
—¡Tony, espera no podemos dejar a Remi— Grité, tratando de soltarme de su agarre pero me apretó con más fuerza.
—Él se sabe defender, solo camina— Me bajó del barco y me metió a la fuerza en el auto, por más que grité, no me presto atención, me pasé las manos nerviosa por la cara. ¿Y si le llega a pasar algo? ¿Y si lo matan? Eran muchos hombres para él solo.
—Tony ve y ayudalo — mis lágrimas estaban a punto de caer. Todo mi cuerpo temblo al pensar en lo peor.
—Está bien, maten al que se acerque— Ordenó y camino de nuevo hasta al barco, desde ahí podía escuchar perfectamente cada detonación mientras mi corazón lo tenía en la garganta, mis lágrimas caían sin parar.
—Remi— Susurro y me dejo caer en el asiento. Lloro por lo que no sabía que estaba ocurriendo allá, ¿Porque siempre tiene que ser tan impulsivo? aunque lo haya echo por mí, él no sabe como mi pecho se agranda cada vez que me dice que soy su mujer.