¿Puede una mujer ser adicta al se*o?
¿Qué es la ninfonania? ¿Tiene cura esa enfermedad?
¿Qué problemas futuros acarrea una viol*ción?
¿Puede un hombre ser el veneno y antídoto de una mujer?
William no supo que le pasó, conecto la mirada con la pequeña mujer y quedó hipnotizado, ella supo como provocarlo, la manera como se balanceó y levantó las piernas mostrando la pequeña tela que cubría lo que él deseaba ver lo puso nervioso y hasta excitado, por un momento se le antojó bajarla del escenario, llevársela y castigarla por alterar el orden de su mie*bro.
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TU MIRADA ES MI PERDICIÓN
"¿Tienes algo con Antonella?" Preguntó el castaño.
Fernando lo miró riendo "Amigo, sería el hombre más feliz si esa mujer me aceptara, aún no supera muchas cosas, tiene miedo que la lastime, en realidad teme a que cualquier hombre la lastime, a eso súmale que Antonio y Amanda conocen mis antecedentes de mujeriego y nunca permitirían algo entre los dos"
"Por eso estabas detrás de Luisa, para cumplir tu fantasía" Dijo el empresario que conocía a su amigo como si fuera su sangre.
"Si, pero la mujer nunca se fijó en mí y menos cuando conoció a Shrek" Dijo Fernando insinuando que su amigo era un ogro.
"Eres un payaso ¿Nunca podré hablar seriamente contigo? Te hablo serio Fernando, si de verdad solo si de verdad te importa Antonella te puedo ayudar, pero si es algo pasajero como acostumbras, déjala en paz" Sentenció William.
"¿En serio amigo? Sabía que tú no me podías dejar sufriendo, sigues siendo Shrek, pero yo soy tu burro" Dijo Fernando abrazándolo.
"Insisto no se puede hablar serio contigo, con ella tendrás que ir lento, no tendrá sexo contigo inmediato como estás acostumbrado, ella es diferente y sabes por qué" Dijo el empresario volviendo a advertir.
"Está bien, está bien ¿Y como te fue con Fueguito?" Dijo divertido Fernando.
"Normal" Dijo el empresario evadiendo la pregunta de su amigo.
"Amigo no lo puedo creer, ¿Usted ocultándome cosas? Sé que te acostaste con ella, te conozco" Se lanzó Fernando.
"¿Cómo lo sabes?" El empresario quiso saber ¿Acaso se le notaba la faena de sexo en la cara?
"Según el primer informe de Rivas, Fuego tiene un imán para atraer hombres y me consta, es una mujer demasiado llamativa y ningún hombre podría pasar por alto semejante hermosura, vuelve loco a sus amantes según la investigación, todo hombre que pasa por su cama nunca logra olvidarla y se convierte en su perdición, es una droga inalcanzable porque la mujer rara vez repite" hablaba Fernando sin dejar de mirar al castaño, William lo escuchaba atentamente.
"Mike me dijo que la niña debía salir camuflada, disfrazada para que el hombre que la había poseído no la acosara, tuvo que colocar orden de restricción para que no se acercaran a su bailarina estrella y hasta posicionarla detrás de una barra para que no le faltarán el respeto" Continuó diciendo Fernando.
"Contigo todo ocurrió distinto, reconozco que dejé de buscarla por ti, cuando vi la mirada de la mujer conectándose con la tuya supe que no había oportunidad y me hice a un lado, pero tú la cautivaste, llevaba 6 meses intentando tener intimidad con la que ahora es tu novia y durante ese tiempo nunca la vi mirar a alguien como te miró a ti, cuando la vi en la oficina de manera atrevida retándote, supe que esa mujer se había impregnado de ti" Rio Fernando.
"Ahora te observo, sé que estuviste con ella, porque la miras diferente, tu mirada es de afecto y no cualquier afecto, es como si quisieras decirle a todos que es tuya. Sé que te cuesta reconocerlo por todos los prejuicios que te inculcó tu madre, pero esa niña está rompiendo ese corazón de ..." Fernando no terminó de hablar porque fue interrumpido.
"¡Suficiente! Estás desvariando, me gusta mucho, y tuve sexo con ella, pero hasta ahí, la estoy ayudando a superar todo lo que la daña, pero no creo tener un futuro con ella, somos distintos" Respondió el castaño.
"No molestaré más, pero te hago una pregunta, si la mujer se aburre de los hombres después de su primera intimidad, ¿Cómo es que todavía está aquí? Sé que te has comido ese pastelito más veces de lo que quieres reconocer, te conozco, dices que son distintos, pero eres insaciable también o ¿No eras tú el que decía que todas las mujeres eran delicadas en la cama y por eso odiabas tener sexo? A esta niña se le nota que le encanta y se ve que no es nada sumisa en la cama" Soltó una carcajada Fernando "¿Eso te gusta eh?"
"Basta, Fernando, te dije lo que significa, cuando esté bien de salud me alejaré de ella" Sentenció William.
"Quiero ver eso, te repito amigo, te conozco, ella ahora es tuya, no permitirás que alguien diferente a ti este con ella, te imagino sacándola de ese club y acabando con todo el que se atreva a tocarla, apuesto a que de ese lado no le has confesado nada, pero me gusta verte así, de nuevo abriéndote al amor, ya me estabas preocupando" Dijo el Fernando, de los tragos estaban surgiendo efectos.
"Fernando si no supiera que estas ebrio te partiría toda tu hermosa cara" Bebió una nueva copa el empresario.
Fernando Soltó una carcajada y dijo entre risas "Willy llegué a una conclusión, no es que la belleza de Fuego no te haya hecho efecto, es que no podrías ser más intenso de lo que ya eres, esa niña no sabe con quién se metió"
"¡Maldito cállate!" William iba a tomarlo por el cuello, cuando sintió la voz de su pequeño demonio.
"Will ¿Podemos bailar? Y tú Fer puedes bailar con Anto" Dijo esto la pelirroja de manera risueña.
"Claro que si Fueguito, los dejamos, ven aquí muñeca" Dijo Fernando tomando la mano de Antonella.
"Fernando no olvides lo que hablamos" El empresario dijo esto haciendo referencia a ir lento con Antonella.
"Eso te digo Willy, no olvides lo que hablamos" El hombre rió a carcajadas.
"¡Vaya! ¿Te dejas enojar por Fer, ebrio?" Dijo Luisa riendo.
El hombre miró a Luisa en manera de advertencia, como si le dijera que no continuara con sus bromas.
"No me mires así Will o te juro que lloraré" Dijo la pelirroja con ojos cristalinos y como una pequeña niña jugó con su cabello.
"No hagas eso" Advirtió William con un semblante más relajado.
Luisa se extrañó y dijo "¿Hacer que?"
"Esos gestos, esa mirada, esa boquita haciendo pucheros, siento que acabas con mis barreras" Se sinceró el castaño.
La niña sabía a qué se refería, eran las armas que usaba para conseguir todo lo que quería, pero pensó que William era inmune, al parecer se había equivocado.
La mujer lo abrazó y aspiró el aroma varonil de su hermoso hombre, esa fragancia la volvía loca, si era un sueño no quería despertar nunca.
William correspondió a su abrazó y bailó con su novia, mientras pensaba él lo que le había dicho su amigo, el hombre se repetía en su interior una y mil veces "No puedes ser tú, no puedes ser tú, no puedes ser tú"
"Me gustó tu confesión, te mereces una a su altura, tu mirada, sea enojada, excitada, feliz, concentrada o tranquila es mi perdición, no puedo dejar de ver esos ojos miel que me hablan" Dijo la pelirroja.
"¿Así? ¿Qué te dicen?" Preguntó curioso William.
"Que me quieres" Dijo Luisa apretándolo más fuerte.
"No te enamores Lu, no soy..." El castaño fue interrumpido.
"Si, si, ya lo has dicho no eres bueno con las relaciones, pero aun así me quieres y yo también Will" Confesó la pelirroja.
Por otro lado, Mike hablaba con Marko "Mira a esos dos, están que se devoran delante de todos, él es su enfermedad, pero también su cura, tengo miedo Mark que no siempre sea tan comprensivo y termine colocándola peor de lo que esta. Fueguito puede morir sin ese hombre, nunca la había visto tan dependiente de alguien"
"Mi Miki, no sufras por ellos, no ves que esos dos están igual de enamorados, déjalos que vivan lo que tengan que vivir, nosotros siempre estaremos para fueguito" Hablo Mark.
Fernando bailó solo una vez con Antonella y fue a la cocina por agua, su boca estaba seca, la mujer lo acompañó y el hombre aprovechó para plantarle un beso a su hermosa niña.
Antonella sentía apatía por los hombres, pero con Fernando y William era distinto, ellos la había visto crecer y había mucha confianza entre sí.
La niña estaba enamorada del hombre, pero tenía miedo de dar el siguiente paso, el beso la tomó por sorpresa, pero se dejó llevar.
"Anto, sé mi novia, te juro que esperaré lo que tenga que esperar para que te entregues por completo a mí" Dijo el empresario sobre sus labios, la mujer lloró y asintió con la cabeza, el hombre la abrazó y le dio innumerables besos de felicidad.