Después de la desaparición de su hija, la primera princesa de Asdefor, los reyes adoptaron a Valentina Befort, ella creció amada por su nueva familia. Pero todo se derrumba cuando la verdadera hija de los reyes es encontrada. Esta no solo le quita el amor de sus padres, también se lleva la atención de su prometido, convirtiendo a Valentina en la cruel villana que envidiaba a su hermana, a quien intenta asesinar. Su destino es la muerte por su crimen contra la princesa real, pero la historia no acaba con un final feliz, ya que los protagonistas encuentran su final en manos del cruel villano, Maximiliam Chevalier.
Pero ahora, otra alma ha reencarnado en Valentina y esta no piensa tener un final miserable por culpa de las personas que la traicionaron, así que, en busca de su supervivencia, se acercara a Maximiliam, el villano, siendo este, la mejor opción para cambiar su destino y su cercanía a él la llevaran a descubrir su verdadero origen.
¿Podrá Valentina escapar de su miserable destino?
NovelToon tiene autorización de Arhuchim para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
capítulo 24- ¿por qué?
Tras un largo viaje, llegaron un pueblo abandonado, ya casi oculto por la maleza y porque rodeado por grandes árboles, las casas ya casi estaban cubiertas por completo de vegetación, lo que una vez fueron calles los cubría al pasto y tierra. Los escoltas de Maximiliam se transforman en licantropos, para poder moverse con mayor libertad y agilidad, además es más fácil para ellos pelear en esa forma.
Maximiliam camina junto con Valentina, atravesando las poco visibles calles del pueblo, hasta llegar a una mansión que estaba al final de la calle principal, el lugar estaba casi en ruinas, gran parte de las paredes cubiertas por musgo y maleza en lo que una vez fue el jardín. Valentina empuja repentinamente a Maximiliam y ella también se aparta, notando que han caído varias flechas justo donde estaban parados. Valentina lanza sus flechas oscuras hacía una ventana donde logro ver una sombra, pero no le da a nada.
— que carajos...— Maximiliam se pone de pie.
Tan pronto escucha un chillido, corre hacía Valentina transformándose en un licántropo de pelaje amarillo y ojos rojos.
Justo en ese momento, una arpía enorme se había lanzado a atacar a Valentina y Maximiliam la ha detenido, la empuja hacía atrás y usa sus garras para atacar.
Valentina es atacada por los diablillos, esa sombras parecidas a ratas gigantes, que chillan y usan sus garras para atacar. Valentina se defiende usando su energía oscura, creando una especie de barrera en sus brazos, así que cuando los diablillos intentan morder o rasgar, el escudo evita que toquen su piel. Dentro de la mansión, un hombre que cubre su rostro con una capucha observa la pelea, aunque su mirada se fija en el licantropo, ya que cuando lo vio en su forma de humano, le recordó claramente a alguien. Así ordena a un hombre mayor que esta tras él que liberen dos arpías más, estas eran más fuertes que las de años antes, gracias a la magia de la oscuridad, así que esta seguro que esta vez, él obtendrá todo lo que desea y solo a cambio de entregar a aquella chiquilla albina, pero cuando dirige su vista hacía donde ella estaba peleando, ella ya no esta, busca desesperado su ubicación hasta que al darse cuenta y voltear hacía atrás, fue demasiado tarde, el puño de la chica le dio directamente en la cara y este salió volando rompiendo el cristal de la ventana y cae rodando sobre la maleza.
Aturdido, trata de ponerse en pie, pero una flecha atraviesa su mano que lo deja inmóvil en el suelo.
— m-maldita...— se queja.
Valentina, en su forma de demonio, pisa con fuerza la mano del hombre, dejando ver su rostro, este era Pascal, justo con la apariencia cuando lo mataron, pero poseía una par de cuernos que sobresalen de su frente y garras.
— ¿quien carajos eres y por qué me atacas?— presiona el pie contra la mano.
Pascal grita ante el dolor, que lo hayan transformado en demonio, no lo hace inmune al dolor.
— parece que hiciste enojar a alguien peligroso y quiere tu cadáver.— ríe.
Pascal usa su mano libre para sostener el tobillo de Valentina y la jala causando que caiga, lo que intenta aprovechar Pascal para atacarla con una daga, pero Valentina logra esquivar el ataque rodando un poco y se pone de pie.
— no creas que escaparas, mis arpías destrozaran a tu sarnoso amante.— señala hacía donde Maximiliam pelea.
Ahora estaba rodeado de tres arpías, aunque este parece defenderse muy bien, logró derribar a una y aprovecha para aullar, un aullido que resuena por todo el bosque, los otros licantropos se hacen presentes, pero Pascal nota que no tienen intentenciones atacar, pero una sombra se hace presente, cuando Pascal levanta la vista, puede ver una nube roja, que pronto se da cuenta que sin miles de mariposas rojas, estas se mueven de manera sincronizada y se van contra una de las arpías, rodeando y pegándose a su piel, mientras que Maximiliam derriba a la otra. Pascal puede ver como la arpía rodeada de las mariposas, comienza a sacudirse con desesperación, los pequeños insectos se alejan y la arpía al caer convulsiona hasta que deja de moverse y la sangre se sale de sus fauces.
— eso...eso no puede...—
— parece que mi sarnoso amante, acaba de dejarte sin mascotas.— se burla Valentina.
— maldito...—
Pascal aprovecha para lanzar un ataque con descarga eléctrica hacía Valentina, ella se cubre con los brazos evitando el ataque, pero Pascal aprovecha esa pequeña distracción para huir, sabe que si se queda, no podrá ganarle a ambos y menos cuando otros licantropos vienen con ellos.
—¡ja! Solo es un cobarde...— se burla Valentina al notar que ese hombre ha escapado.
Pero para la próxima, será divertido poder derrotarlo y torturarlo hasta que supliqué para que acabe con él. Maximiliam se acerca a Valentina ya transformado en humano, aunque ella lo observa de arriba hacía abajo algo sorprendida.
— no se que te sorprende pequeña hada, si hasta lo has tocado todo.— sonríe ladino.
— es bueno poder transformarse en algo que no rompe la ropa.— ella hace desaparecer sus cuernos, garras y alas.
Maximiliam recoge una capa que traía su ropa y se cubre con esta, en los caballos seguros hay una muda de ropa extra y por suerte no están muy lejos de ese lugar. Ambos caminan de regreso hacia donde han dejado los caballos, seguidos de los otros licantropos, aunque estos permanecen en esa forma, no quieren que Valentina los termine viendo, no son tan descarados como Maximiliam.
— ese hombre al parecer es el creador de las arpías, debemos revisar esa mansión.—
— lo haremos. Pero, el creador de las arpías esta muerto, se aseguraron de no dejarlo con vida.— responde Maximiliam.
— quizás su alma estaba en el infierno, debió hacer algún pacto. Según sus palabras, soy su objetivo.— aunque no tiene idea de quien la busca.
Hasta donde recuerda, nunca hizo enfadar a un demonio, incluso no ha conocido ninguno, ¿acaso sus propios padres desean deshacerse de ella? No sería algo extraño, en ese mundo podría incluso ser común que los propios padres se deshagan de sus hijos para evitar que sobresalgan más que ellos.
...